Capítulo 30: El final del viaje

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Muchos han venido a reconocer a JingYi como el segundo hermano Jiang, Lan Zhan- tomando la bebida típica de Yunmeng... el licor de loto. 

Mmmmm

Creo que JingYi se sentirá bien viviendo aquí- decía el primer jade- Siempre le fascinó el agua, algo que la mayoría de los que somos de Gusu no tenemos... preferimos la montaña.

¿Eso quiere decir que no serás tan feliz en Yunmeng, Xichen?- preguntaba la discípula.

¡Todo lo contrario Lixue!-viendo como la discípula sonreía pero podía notar cierto grado de tristeza- ¿Qué sucede?

Tal vez pase un tiempo en el que nos volvamos a ver mi querido Xichen- suspirando- Esta misión ha terminado y debo regresar a la montaña- diciendo con pesar.

¡No te dejaremos ir Tía Sanren!- gritaba el joven líder de Lanling, viendo a la joven de ropajes verdes sonreír. 






Con el pasar de los días y el cambio de estación, la discípula sabía que ya era su momento de irse, no podía postergar mas su partida, después de todo aun tenía que rendir homenaje a sus hermanos caídos en Ciudad Yi. Ahora que todo se había resuelto, la discípula Sanren debía regresa ha donde la esperaba una ardua tarea de recopilación de la historia;  estaba comenzando a hacerlo en uno de sus libros cuando JingYi entra como si hubiera visto a una bestia de león, rápidamente toma a la discípula del brazo y la dirige hacia el salón principal.

¡JingYi!- deteniéndose antes de entrar al salón.

¿Me quieres decir qué sucede?- poniéndose nerviosa algo que rara vez le pasaba- ¿Qué hay ahí adentro?

¡Es una emergencia!

A otro con ese cuento- cruzándose de brazos- Odio las sorpresas y Xichen lo sabe- gritando hacia la puerta.

Por favor tía Sanren- diciendo en apenas un susurro- No es del maestro Lan... sino del líder Yunmeng- viendo como la joven abría los ojos con sorpresa.

¡Demonios, eso es peor!- sonrojándose -Lo siento JingYi- aclarándose la garganta.

De vez en cuando lo digo también... por eso escribo las reglas parado de manos.

Bien... entremos-suspirando resignada.




Entrando al enorme salon del loto, podía ver desplegadas banderas con el símbolo de su secta y a su alrededor todos aquellos que pelearon en esta campaña para derrotar a la peonia negra, que fue como le llamaron a esta lucha en contra del espíritu de Jin Guangyao. 


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El loto entre las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora