Capítulo 5

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Era el segundo día donde Alex faltaba preocupando levemente a Liam quien empezaba a sentirse culpable de lo que pudo haber pasado.

La hora del receso llegaba y tomando la decisión de preguntar por Alex, se acerca a la tía del chico.

-Disculpe...como se encuentra Alex, es que no ha venido estos 2 días -murmura algo nervioso.

-Bueno...el está en el hospital ahora mismo por una gripe.

-¡¿Qué?! -pregunta algo curioso.

-Al parecer caminó bajo la lluvia, antes él era asmático y junto con su enfermedad provocó que fuera llevado a media noche al hospital.

Suspirando, recordaba el día que el había salido corriendo bajo la lluvia.

-Y cuando regresa a su casa? -pregunta el chico con intensiones de visitarlo.

-Regresará el Domingo por la tarde, ese día será su exmanen para monitorear su corazón.

Suspira recordando que Alex le había dicho que podía ir con él si quería.

-Quieres ir a verlo? -pregunta sonriente -actualmente solo pueden ir dos personas pero puedo cederte el día de hoy -dice escribiendo algo en su teléfono. -todo listo, solo esperame al terminar las y te llevaré.

Asintiendo, regresa a su aula sin dejar de pensar en el chico que se encontraba en el hospital.

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-Listo? -Pregunta Verónica ya en el auto recibiendo un asentimiento de Liam.

Ya en camino al hospital, no había pensado en que decirle a Alex cuando lo viera, una disculpa, seria algo inútil.

El camino había sido algo largo pero ya habían llegado.

-Espera un momento aquí -decía la tía del chico mientras el se sentaba en una de las sillas cercanas.

5 minutos que parecieron eternos al fin llegaba con unos papeles en la mano.

-Firma aquí por favor -le entrega los papeles con un bolígrafo.

-Que es esto? -pregunta leyendo levemente el título.

-Es una autorización para que puedas estar aquí sin que alguna de nosotras te acompañemos junto con Alex, verás, aquí se toman en serio la seguridad de los pacientes y no dejan entrar a alguien que no esté autorizado.

Entendiendo el punto, coloca su nombre para luego seguirla a través de un pasillo deteniendose en una puerta.

-Está adentro, creo que puede estar dormido, vendré por ti a las 8 de la noche. -Asiente viendo su reloj que marcaban las 4:30 de la tarde y abriendo la puerta se sorprende al ver a Alex con una mascarilla de oxígeno puesta.

Lentamente se acerca viendo que estaba dormido rápidamente, saca su teléfono para sacarle una foto olvidando desactivar el sonido.

-Mamá, sabes que no me gusta que me tomes foto cuando estoy aquí -murmura arrugando la nariz sin abrir los ojos.

-Lo siento pero no soy tu mamá -dice, sorprendiendo al chico que estaba acostado.

-Que haces aquí? -pregunta el chico levantando levemente la mascarilla para hablar.

-Vine a ver cómo estabas -murmura sonriente acercándose lentamente.

Suspirando, hace una mueca con su rostro volviendo a levantar su mascarilla. -Ya me viste y ya te puedes ir, gracias.

-Seguirás molesto conmigo? -pregunta tomando asiento en la silla que estaba cerca de la camilla.

-Yo no soy un invalido, soy una persona que puede valerse por si sola sin necesidad de nadie -dice para luego darle la espalda.

-Pues por lo que veo tu mismo te mandaste al hospital al salir con la lluvia.

Suspirando, voltea a verlo enojado quitándose la mascarilla por completo.

-Muy bien te puedes ir a la mierda tu y tu maldito complejo de héroe, yo nunca te pedí ayuda. -rojo de la ira, empieza a hiperventilar en lo que sonaba una pequeña alarma entrando su doctor rápidamente por la puerta.

-Quien eres tu y quien te dejo entrar? -pregunta ceñudo atendiendo rápidamente a Alex.

-Yo soy..

-Es un imbécil que va a salir de aquí y esperará afuera. -decía el doctor bastante exaltado.

Sabiendo que no podría quedarse ahí, decide salir y buscar un café, al regresar encuentra al doctor hablando con la mamá de Alex.

-Oh, hola Alex, ven el es Jhon el doctor que ha estado a cargo de Alex desde niño -decía ella atrayéndolo.

-Tengo que decirte algo Miriam pero no aquí. -decía el doctor con rostro serio preocupándolos a ambos.

-Ya vengo, ve a ver a Alex por mi por favor, te alcanzo al rato. -decía la mujer caminando al despacho del doctor.

Lentamente entra nuevamente a la habitación encontrándo a Alex dormido, sonriente, se acerca y le acaricia suavemente el cabello observando como se removía.

-Si tan solo supieras que no pienso que eres un inválido ni alguien que necesita ayuda -suspira sin dejar de acariciarle el cabello. -el que necesita ayuda soy yo -intistivamente lleva su mano al antebrazo izquierdo. -No te mates, yo te haré reír. -sonríe para si mismo.

-Solo abrazame imbécil -murmura Alex abriendo sus brazos sorprendiendo al chico.

Sonriente, lo abraza sintiendo que todo estaría mejor.

-No todo a mejorado, pagarás esto e
Y con creces -ríe suavemente.

-De acuerdo, de cuanto estamos hablando -saca su billetera.

-Pronto te lo cobraré. -murmura.

Estuvieron cerca de 30 minutos hablando entre risas leves y anécdotas de antes de conocerse hasta que la puerta se habré dejando ver a Jhon junto con Miriam con una caja en la mano sabiendo de que eran Alex suspira.

-Regresó? -pregunta cabizbajo.

-Sí, y está vez tendrás que tomarte todo con calma -decía Jhon anotando algo en su tablilla.

-Corrí el examen del domingo para mañana y así salimos de eso por el momento, en fin, descansa ya que hoy te quedaras aquí y mañana sera el examen como siempre.

-De acuerdo -suspira al verlo salir. -Mamá...

-No, ya sabes que no me gusta -dice para luego salir del cuarto dejando a los chicos solos.

-Puedes venir mañana? -pregunta Alex cabizbajo.

-Sí -murmura sonriente -¿A que hora? -pregunta levantándose y observando la cajita que habían dejado en la mesita de noche.

-A eso del medio día -dice tomando la cajita y leyéndola.

-Aquí estaré -murmura sonriente tomando su mano.

Siendo ya las 8 de la noche llegaba Verónica a buscarlo tal y como había dicho y dándole un beso en la frente sacándole una sonrisa a Alex, se retira junto con Verónica.

Ya en el auto de regreso mientras le daba la dirección de su casa sabiendo que ella había visto el beso que le dio y nervioso deseando que no preguntara nada.

-Muy bien, llegamos -murmura aparcando al frente de la casa. -gracias por darle luz a mi sobrino, hace tiempo que el no sonríe así de vivo. -le guiña el ojo.

Sonriente, asiente y entra a su casa totalmente vacía como siempre, va a su cuarto, se asea y se prepara algo de comer para irse a dormir y estar a tiempo en el examen de Alex.

A Un Latir Del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora