¿Trato?

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Su mirada traspasaba la mía, era increíble que a ratos me diera miedo mirarla, y ahora me sienta tan protegida.

Un rato hablando cosas banales, pero Danna no tocó el tema sobre mi tristeza, es mas, me ayudó a recuperar bastantes ánimos.

— ¿Que haces cuando no tienes nada que hacer? Yo estoy casi todo el día dando vueltas y recuerdo verte poco.

En cierto modo siempre estaba fuera de casa, dando vueltas con Chloe, pero ella también se iba junto a Elena a hacer lo hicieran.

— La verdad es que según el día. Si tengo muchas cosas que hacer me quedo en casa, pero si puedo salir lo hago.

— ¿Y que haces cuando sales? — Quería saber de verdad que hacía.

— Me voy con Chloe a ver vuestros entrenamientos de voley o damos vueltas con el skate.

— ¿Sabes coger el skate? — me preguntó con los ojos abiertos y una emoción visible.

— Bueno... no me caigo de la tabla cuando me monto, así que se podría que decir que si. — sonreímos.— la que me enseñó fue Chloe, yo solo seguí sus pasos.

— Es cierto que Chloe es muy buena, la he visto haciendo trucos por toda la escuela. Nunca me atrevería a hacer lo que ella hace.

— ¿Sabes hacer skate?

— No —miró hacia el suelo con una sonrisa y después me miró otra vez— pero debo decir que desde pequeña me ha gustado, pero no se.

— ¿Porqué nunca lo intentaste? Seguramente ahora serías bastante buena.

— Ja, no se me da bien esas cosas. — dijo riendo— cuando era pequeña tenía una bicicleta, aunque tuviera los dos ruedines siempre me caía, me caía tanto que mi padre vendió la bicicleta. — sonrió de forma melancólica.

— Tu padre debería dejar que tuvieras la bicicleta, todo es práctica. Por ejemplo, cuando Chloe empezó a enseñarme hace..., más o menos un mes, llegaba a casa con demasiados arañazos, pero nunca me rendí. Y es cierto que todavía me sigo cayendo, pero no tiene nada que ver con la práctica,... si no que, soy muy torpe con el deporte.

— No fui yo la que tiré la bicicleta, fue mi padre — me dijo eso, estaba seria, pero no enfadada — el siempre tiene una paciencia de cristal.

Hablando de su padre si se veía enfadada, no creo que sea buena idea seguir por ese camino. Se notaba alterada cuando hablaba de él.

— ¿Y tu madre? ¿No te defendía?

— Mi madre no salía de la casa, no me podía defender.

Nos quedamos calladas. ¿Porqué mierda siempre tenía que llevar la conversación por terrenos pantanosos?
Estábamos teniendo una conversación bastante entretenida, y tengo que venir yo con mi gran bocaza a destrozarla.

Espero que este tema sea bueno.

— Oye, Danna — quitó su mirada de las redes de voley y centro su mirada en mi — ¿Te va bien en el voley? Bueno, si que que te va bien, porque... te veo casi todo los días.

Me sonrojé, le había dicho lo último para quedar bien, pero me sonó raro, y a ella creo que también porque se estaba riendo.

— No te sonrojes — me tocó la mejilla en tono amistoso, me sonrojé más, si eso era posible. Retiró su dedo de mi mejilla y pude ver un pequeño rubor en las de ella. Carraspeó y siguió hablando. — Me va bastante bien, es bastante cansador ser la líder, pero me encanta.

— ¿Cuál es tu rol en el equipo? — intenté hablar como si supiera del tema.

— Soy armadora. — la miré sin saber de que estaba hablando. Se le escapó una pequeña sonrisa— Para que me entiendas, de forma muy brusca es la que pasa el balón hacia otra compañera para que ella pueda lanzar mejor hacia la otra parte de la red.

(Lesbian) Una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora