Mi ángel

576 34 0
                                    

Miraba todo el entorno, era un lugar precioso, pero a la vez tenebroso. Cada vez había menos árboles alrededor nuestra, y cada vez se veía más lo que tenía que ver.
Miré al hombre otra vez, sus ojos se iluminaban gracias al sol y reflejaban emoción...cosa que creía que el hombre no tenía.

Suena raro, pero el hombre seguía con sus manos puestas en mis hombros y eso hacía que no tuviera miedo, como si lo conociera desde  pequeña. Me daba una protección inexplicable e inexistente. Una parte de mi disfrutaba sentirse segura, pero la otra parte, con mucho más sentido común me decía que ellos eran unas personas malas que tenían a todos mis familiares secuestrados... o eso creía

Mi mirada se centraba en el objeto gigante que cada vez se apreciaba mejor.
No era un objeto, era un edificio gigantesco. Era unas cuantas "torres" enormes que se unían por un techo triangular. Era de color marrón claro muy bonito a mi parecer.
Esas torres daban lugar a algo que a simple vista, parecía precioso.

Por un segundo miré al suelo y vi que las piedras desaparecieron y se cambiaron por unos adoquines preciosos, tenían una forma muy bonita.

A unos 10 metros había un vallado enorme, era imposible de saltar o escalar, y una puerta de hierro en medio de ese vallado.
La mujer llegó al lugar y nos esperó hasta que la tuvimos cerca.
Vi que a su izquierda había un botón, un micrófono y una cámara.

Me acordé de una cosa y miré al chico por decimocuarta vez en 30 minutos.

- ¿Como que TÚ coche?, ese coche es de mi padre - dije acordándome de sus palabras autoritarias.

- No, ahora es MI coche.

- ¿Por qué es ahora TÚ coche?

- Porque TÚ padre me lo regaló.

- Dios Mike, deja de hacer el tonto. - estaba apunto de reírse, aunque su tono de voz era muy serio.

- Perdón.

Me reí, la mujer parecía que tenía domado al hombre, parecía su mascota que siempre iba detrás de ella.

El hombre se acercó con una pequeña sonrisa por solo un lado de su boca. Se acercó a mi oreja y me susurró.

- Va a ser mejor que no te rías, tu perrito Billy puede acabar MUY mal Callie.

Mis ojos se abrieron de una forma sobrehumana, con mi perro no.
Estaba asustada ¿Cómo ese hombre sabía sobre mi perro?

-¿Có...cómo sabes que mi per...?

- Se TODO sobre ti Callie Brown Relish. - Su voz grabe cada vez me daba más miedo.

Me alejé un poco de el, me daba mucho miedo, pero sentí sus manos en mi hombro, no podía alejarme de su lado. Era un barco y el mi ancla.

La mujer se dio media vuelta y pulso el botón, el cuál estaba bañado del mismo color que la reja, y casi ni se podía diferenciar.
Pasaron pocos segundos y una voz robótica habló.

- Puedes pasar.

La mujer abrió la puerta de hierro y pudimos pasar hacía una nueva zona.
Había árboles enormes a los lados, daban mucha sombra.
Abajo nuestra había un sendero con los mismos adoquines que antes, pero esta vez mucho más limpios.

El edificio se veía claramente, estábamos muy cerca de el.
Era enorme, no sabía lo que era, pero mi teoría se confirmó, era precioso.

- Siento todo esto señorita, siento todo este viaje, siento que no sepas que ha pasado, que pasa, ni que pasará.

- Ahora mismo no entiendo nada señora.

- Lo entiendo cielo, es y será complicado que lo entiendas, pero haz caso a todo. - su cara daba a entender que estaba muy triste, que no desconfiara de ella, pero no puedo no hacerlo - para que vea que no te mentimos, tu padre está en el edificio, solo espera un poco.

(Lesbian) Una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora