La mini choza

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Entré a esa sala en la que ya había entrado antes, pero al ver a mi padre allí no presté atención a mi alrededor.
Había muchos archivadores negros en las estanterías, algunos diplomas y libros. Todo eso sumado a un olor avainillado que se colaba en mis fosas nasales.

Un objeto me tiró un poco de agua, me asusté tanto que di un paso hacía atrás.
Era simplemente el ambientador que tiraba el olor a vainilla.
Mike río, mientras que la chica de pelo largo y ondulado me miraba con una pequeña sonrisa, y la otra chica solo me miraba, inexpresiva.

— Por favor Caille, toma asiento — Rose habló e hice lo que me pidió. — Bueno Caille, ellas dos chicas de aquí van a ser tus compañeras de cuarto, después vas a verlo, pero por ahora, chicas ¿Podéis presentaros?

—No, ¡aahh! ¡Joder! Ha dolido

La chica de pelo más corto piso a la otra, haciendo que esta gritara de dolor.

— ¡Nada de peleas! — la directora hizo presencia he hizo que las chicas se disculparan.

— Perdón — dijeron al unísono, pero después la chica del pelo corto empezó a hablar.

— Me llamo Elena, seré tu nueva compañera de casa, espero llevarnos bien.

La otra chica puso cara de asco y puso voz chillona.

— ¡AAYY! ¡Un súper placer conocerte! ¡Estoy TAN feliz! — la chica miró a Elena con cara divertida, pero al parecer a Elena no le gustó.

— Por favor chicas.

Mike empezó a esbozar una pequeña sonrisa gracias a la ocurrencia de la chica, parecen hermanos, su humor parece igual.

— Si, si, perdón. Yo soy Chloe y lo único que espero de ti es que no seas un mueble como la chica de al lado.

— Mira quien va a hablar, la persona más energética del mundo, solo se levanta para ir a mear, un poco más y te meas en una botella para no levantarte pedazo de momia.

Mike y yo empezamos a reír, no quería hacerlo, pero era inevitable. Estás dos se llevaban bastante mal, al punto de ser divertido.

— EH EH EH, Cuidadito Elenita, serás una sabelotodo, sacaras buenas notas, y le comerás el culo a todos los maestros, pero cuando salgas de esta mierda no vas a tener ni idea de la vida, no todo es saber la tabla periódica de memoria.

Su tono era relajado, pero el mensaje era fuerte, esta chica se hacía respetar.

— Yo tendré futuro, un trabajo, una buena vida, mientras que tu...

— ¿Yo que? Para tener un buen trabajo es más importante tener dos buenas tetas y el culo de las Kardashian y así poder ganar un mísero euro, no te creas tan importante niñata.

— No seas igual que tu padre Chloe

— DEJA A MI PUTO PADRE EN ESTA CONVERSACIÓN, EL NO TIENE NADA QUE VER, CALLA TU MALDITA BOCA O JURO QUE...

— ¡BASTA! — el grito de la maestra las hizo callar en un santiamén. — yo ya no se que hacer — su tono de voz se relajó al instante, al parecer tiene buen autocontrol — no se que más hacer con ustedes, no os lleváis bien, lo entiendo, pero na dais ni una solución para ello. Os hemos separado, y aún así vais a vuestros respectivos cuartos a buscaros, simplemente para buscar otra pelea, sois imparables. Espero que con Caille os podáis comportar mejor.

— Perdón dire, pero sabe que no puedo hablar de papá.

— Lo siento directora, esta vez debo admitir que me he pasado. Lo siento Chloe, juro que no he sabido medirme, y también lo siento... Caille, no pienses cosas malas de nosotras, solo tenemos...un mal día.

(Lesbian) Una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora