Cap. 66

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Narra _______.

Thomas repartía pequeños besos en toda mi cara, con una sonrisa.

- Ya métela - le digo riendo.

Él se detiene y me mira mal.

- Eres mala - me besa y entra en mi rápidamente.

Suelto un gemido y me aferro a su espalda.

🥀

El rubio descansaba su cabeza en mi pecho, mientras abrazaba mi cintura y mi mano acariciaba su pelo.

Ninguno de los dos hablaba, supongo que ambos metidos en sus pensamientos.

Abro mis ojos al escuchar ruidos abajo, de seguro era la mamá de Thomas.

- Mierda - digo sentandome en la cama, haciendo que el rubio se queje - Mi ropa, mi ropa.

- Cálmate - dice pasando una mano por su cabello.

La sabana lo cubría desde su cintura hacia abajo.

Lo miro mal y tomo mi ropa interior, me levanto para buscar el resto de ropa.

Veo como él también se levanta para vestirse.

- ¿Hijo? - escuchamos la voz de Mark al otro lado de la puerta.

Con Thomas nos miramos abriendo los ojos y nos apresuramos en vestirnos.

- ¿Si? - contesta él, mientras intenta ponerse el pantalón.

Me río al verlo tropezar.

- ¿Puedo entrar? -pregunta ahora.

- No - es lo único que responde Tommy.

- ¿No? - repite - ¿Ocurre algo?.

- Estoy ocupado - busca su camiseta entre las sabanas - Pero ya salgo.

Termino de vestirme con la adrenalina en mi, y le lanzo a Thomas su camiseta, ya que estaba en el suelo.

Peino mi cabello con las manos y ordenamos un poco la cama.

Él camina a la puerta y la abre.

- Hey - saluda al abrirla por completo.

Mark observa sobre el hombro de Thomas y me mira.

- Hola - digo sentada en la cama.

Me sonríe y vuelve a mirar a su hijo levantando una ceja divertido.

- Tu madre dice que bajes - me mira y corrige - bajen a comer.

- Vamos en un minuto - dice Thomas.

- Bien - Mark se da vuelta - Por cierto, tienes la camiseta volteada.

Trato de no reírme, pero cuando el rubio se da vuelta mirándome rojo, no pude evitar reír.

- Que vergüenza - digo finalmente y mi sonrisa desaparece.

Esta vez Thomas se ríe de mi.

- Ven, bajemos - se acerca a darme un beso.

Me levanto de la cama y ambos salimos de su habitación.

- Hola, querida - me saluda su madre al entrar al comedor - Siéntate.

- ¡_______! - dice Ava y se levanta de la silla.

Me abraza y levanta su cabeza sonriendome.

- ¿Como estás, pequeña? - le digo.

- Te extrañé - dice y vuelve a su asiento - Thomas también te extrañó.

𝐔𝐧 𝐧𝐢ñ𝐞𝐫𝐨ツ 𝐓𝐡𝐨𝐦𝐚𝐬 𝐁𝐫𝐨𝐝𝐢𝐞-𝐒𝐚𝐧𝐠𝐬𝐭𝐞𝐫 𝐲 𝐭úDonde viven las historias. Descúbrelo ahora