12-2. My Songs Know What You Did In The Dark.

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Joshua sabía lo que tenía que hacer.

Hacía solo un par de días Zeth había estado a punto de salir herido al quemar un retazo de tela. El vampiro sabía muy bien que su novio tenía aficiones pirómanas y había aceptado aquello como parte de su personalidad. Es más, había disfrutado del pensamiento de su musa desfogando sus frustraciones, dejándolas salir en lugar de sumirse en la tristeza. No había problema alguno con ello.

¿Cuál era el problema, entonces?

Temía que Zeth saliera lastimado, claro está. Porque no, Zeth nunca había mostrado alguna de esas explosiones estando Joshua presente, siempre lo hacía estando a solas. La parte más belicosa del vampiro se lamentaba por el hecho de que su novio guardase la diversión para él solito, pero la parte más humana de Joshua comprendía la razón que había detrás de aquel actuar y se aliviaba por el hecho de no verle sufrir o confirmar que Zeth ya no se exponía de esa manera.

Pero... ¿realmente era así?

𝘉𝘦 𝘤𝘢𝘳𝘦𝘧𝘶𝘭 𝘮𝘢𝘬𝘪𝘯𝘨 𝘸𝘪𝘴𝘩𝘦𝘴 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬,
𝘤𝘢𝘯'𝘵 𝘣𝘦 𝘴𝘶𝘳𝘦 𝘸𝘩𝘦𝘯 𝘵𝘩𝘦𝘺'𝘷𝘦 𝘩𝘪𝘵 𝘵𝘩𝘦𝘪𝘳 𝘮𝘢𝘳𝘬;
𝘢𝘯𝘥 𝘣𝘦𝘴𝘪𝘥𝘦𝘴 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘮𝘦𝘢𝘯𝘵𝘪𝘮𝘦 𝘐'𝘮 𝘫𝘶𝘴𝘵
𝘥𝘳𝘦𝘢𝘮𝘪𝘯𝘨 𝘰𝘧 𝘵𝘦𝘢𝘳𝘪𝘯𝘨 𝘺𝘰𝘶 𝘢𝘱𝘢𝘳𝘵.
𝘐'𝘮 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘦𝘵𝘢𝘪𝘭𝘴 𝘸𝘪𝘵𝘩 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘦𝘷𝘪𝘭,
𝘴𝘰 𝘯𝘰𝘸 𝘵𝘩𝘦 𝘸𝘰𝘳𝘭𝘥 𝘤𝘢𝘯 𝘯𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘨𝘦𝘵 𝘮𝘦 𝘰𝘯 𝘮𝘺 𝘭𝘦𝘷𝘦𝘭.
𝘐 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘨𝘰𝘵 𝘵𝘰 𝘨𝘦𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘰𝘶𝘵 𝘰𝘧 𝘵𝘩𝘦 𝘤𝘢𝘨𝘦,
𝘐'𝘮 𝘢 𝘺𝘰𝘶𝘯𝘨 𝘭𝘰𝘷𝘦𝘳'𝘴 𝘳𝘢𝘨𝘦, 𝘨𝘰𝘯𝘯𝘢 𝘯𝘦𝘦𝘥 𝘢 𝘴𝘱𝘢𝘳𝘬 𝘵𝘰 𝘪𝘨𝘯𝘪𝘵𝘦. 𝘔𝘺 𝘴𝘰𝘯𝘨𝘴 𝘬𝘯𝘰𝘸 𝘸𝘩𝘢𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘥𝘪𝘥 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬!

Joshua sabía lo que su humano anhelaba, y sabía que aquel rechazo había desatado una frustración inmensa y un dolor que necesitaba ser expresado. En un inicio su primera acción había sido consolar a Zeth, ser su soporte emocional, aliviarlo. Incluso había hablado con George para poder cambiar su día de presentación en el pub. No obstante, las cosas se habían torcido y de no haber sido porque el vampiro llegó a casa a tiempo Zeth habría sufrido una quemadura.

Joshua lo abrazó, y lo hizo con toda la fuerza que podía ejercer sin lastimar a su novio. Lo llenó de mimos y palabras afectuosas, esas que no solía decir normalmente pero que con su pareja fluían de forma natural. Internamente, tomó una decisión.

No volvería a arriesgarse a que Zeth usara fuego sin estar él presente. Tal vez a su pareja le apenaba dejar que Joshua viera ese lado de él, así que debía transmitirle la seguridad de que no era así.

𝘚𝘰 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱,
𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘐'𝘮 𝘰𝘯 𝘧𝘪𝘳𝘦!
𝘚𝘰 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱,
𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘐'𝘮 𝘰𝘯 𝘧𝘪𝘳𝘦!
𝘖𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩... 𝘐𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬, 𝘥𝘢𝘳𝘬.
𝘖𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩... 𝘐𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬, 𝘥𝘢𝘳𝘬.

Lo preparó todo minuciosamente, con la diligencia de un experto en la materia. No lo era, pero le gustaba sorprender a su amado con cosas grandiosas. O intentar. Investigó qué casonas o lugares abandonados había cerca, y no tan cerca. Eligió el más adecuado para lo que tenía en mente, presupuestando en su cabeza lo que costaría. Había presenciado y suscitado incendios antes, y sabía qué tipo de ambiente podía prestarse para un espectáculo fogoso que pudiera controlarse.

En algún momento pasó por su cabeza llevar a cabo aquello en plena calle, pero Zeth nunca había matado a alguien, y Joshua no iba a quitar vidas ya. Lo había hecho antes, muchísimas veces. Había manchado sus manos con sangre inocente y lo sabía. Había disfrutado con ello, porque su odio a la humanidad consumía su ser entero. Aun así, se mantenía ahora en un punto medio. Su desdén por la humanidad no se había ido por completo, pero sí había dejado de asesinar al sentirse motivado por Zeth a mejorar.

Y Zeth ni siquiera sabía que había tenido ese efecto en Joshua, porque Zeth en ningún momento planeó cambiarlo.

𝘈𝘭𝘭 𝘵𝘩𝘦 𝘸𝘳𝘪𝘵𝘦𝘳𝘴 𝘬𝘦𝘦𝘱 𝘸𝘳𝘪𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘸𝘩𝘢𝘵 𝘵𝘩𝘦𝘺 𝘸𝘳𝘪𝘵𝘦.
𝘚𝘰𝘮𝘦𝘸𝘩𝘦𝘳𝘦 𝘢𝘯𝘰𝘵𝘩𝘦𝘳 𝘱𝘳𝘦𝘵𝘵𝘺 𝘷𝘦𝘪𝘯 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘥𝘪𝘦𝘴.
𝘐'𝘷𝘦 𝘨𝘰𝘵 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘤𝘢𝘳𝘴 𝘧𝘳𝘰𝘮 𝘵𝘰𝘮𝘰𝘳𝘰𝘸 𝘢𝘯𝘥 𝘐 𝘸𝘪𝘴𝘩
𝘺𝘰𝘶 𝘤𝘰𝘶𝘭𝘥 𝘴𝘦𝘦 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘺𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘵𝘩𝘦 𝘢𝘯𝘵𝘪𝘥𝘰𝘵𝘦 𝘵𝘰
𝘦𝘷𝘦𝘳𝘺𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘦𝘹𝘤𝘦𝘱𝘵 𝘧𝘰𝘳 𝘮𝘦.
𝘈 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘦𝘭𝘭𝘢𝘵𝘪𝘰𝘯 𝘰𝘧 𝘵𝘦𝘢𝘳𝘴 𝘰𝘯 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘭𝘢𝘴𝘩𝘦𝘴...
𝘉𝘶𝘳𝘯 𝘦𝘷𝘦𝘳𝘺𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘺𝘰𝘶 𝘭𝘰𝘷𝘦, 𝘵𝘩𝘦𝘯 𝘣𝘶𝘳𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘢𝘴𝘩𝘦𝘴.
𝘐𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘦𝘯𝘥 𝘦𝘷𝘦𝘳𝘺𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘤𝘰𝘭𝘭𝘪𝘥𝘦𝘴,
𝘮𝘺 𝘤𝘩𝘪𝘭𝘥𝘩𝘰𝘰𝘥 𝘴𝘱𝘢𝘵 𝘣𝘢𝘤𝘬 𝘵𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘯𝘴𝘵𝘦𝘳 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘴𝘦𝘦.
𝘔𝘺 𝘴𝘰𝘯𝘨𝘴 𝘬𝘯𝘰𝘸 𝘸𝘩𝘢𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘥𝘪𝘥 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬!

Ese día llevó a Zeth a la camioneta de la mano. Ya había tomado las cosas que su novio usaba como herramientas de trabajo y las había metido en la maletera. Comprarían otras luego de esa purificación, cosas que significaran que retomaba sus sueños desde cero, que era un nuevo comienzo.

—¿A dónde vamos, mi vida? —le preguntó Zeth, a lo cual el vampiro sonrió.

—No habrá pistas esta vez —le dijo, riendo al ver el mohín en aquellos apetecibles labios.

Y borró aquel mohín con un beso, conduciendo hacia el Nirvana. Él mismo había puesto cosas propias en la maletera, cosas propias que también quería incinerar.

𝘚𝘰 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱,
𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘐'𝘮 𝘰𝘯 𝘧𝘪𝘳𝘦!
𝘚𝘰 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱,
𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘐'𝘮 𝘰𝘯 𝘧𝘪𝘳𝘦!
𝘖𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩... 𝘐𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬, 𝘥𝘢𝘳𝘬.
𝘖𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩... 𝘐𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬, 𝘥𝘢𝘳𝘬.

—Llegamos —avisó cuando pudo avistar la casona al final del sendero.

Se trataba en realidad de un pequeño grupo de casuchas abandonadas. Había solo tierra alrededor, con un poco de pasto. Aun así, estaban rodeadas por un muro de concreto. Había espacio, por lo que prometía dar un buen espectáculo. Joshua ya había formado un agujero de madera en el centro del terreno, poniendo múltiples ramas y troncos en forma circular.

Al principio, Zeth parecía no entender. Cuando vio que Joshua sacaba las cosas detestadas de la maletera, sin embargo, reaccionó y quiso detenerlo. Sostuvo su brazo, y el vampiro le sonrió, negando despacio.

—Hay cosas que tanto tú como yo deseamos dejar atrás —explicó, dándole un matiz tranquilizador a su voz, rodeando la cintura de su amado y dejando que sus labios rozaran el oído ajeno—. Esta noche es la noche. Sé lo que imaginabas ese día, lo que anhelas...

𝘔𝘺 𝘴𝘰𝘯𝘨𝘴 𝘬𝘯𝘰𝘸 𝘸𝘩𝘢𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘥𝘪𝘥 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬!
𝘔𝘺 𝘴𝘰𝘯𝘨𝘴 𝘬𝘯𝘰𝘸 𝘸𝘩𝘢𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘥𝘪𝘥 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬!!

Pudo sentir aquel cuerpo estremecerse. Fuera por la cercanía producida entre ambos o por la excitación de poder obtener lo que anhelaba, Joshua no dejaría que ese estremecimiento del cuerpo de su humano se fuera. Puso cosas en sus manos para que también participara en aquella purga.

—No pensé que idearías esto, agápi —admitió Zeth, y por la forma en que se movía al llevar las cosas al agujero de madera Joshua podía asegurar que se sentía apenado.

Lo abrazó por detrás, dejando un beso en su cuello.

—Lo hice por ti, y por mí. Para demostrarte que amo todos y cada uno de tus lados, incluso los que a ti no te gustan tanto —murmuró con seguridad, alzando un poquito la mano derecha y mostrándole a Zeth su encendedor favorito—. Tomé esto. Perdona por cogerlo sin tu permiso, pero quería que hicieras los honores.

Zeth se giró en el abrazo para besarlo, y entonces se hizo el fuego.

𝘚𝘰 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱,
𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘐'𝘮 𝘰𝘯 𝘧𝘪𝘳𝘦!
𝘚𝘰 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱,
𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵 '𝘦𝘮 𝘶𝘱 𝘶𝘱 𝘶𝘱, 𝘐'𝘮 𝘰𝘯 𝘧𝘪𝘳𝘦!
𝘖𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩... 𝘐𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬, 𝘥𝘢𝘳𝘬.
𝘖𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩... 𝘐𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘬, 𝘥𝘢𝘳𝘬.

¿Había algo más hermoso que ver cómo las llamas devoraban todo a su paso? Joshua observó con atención cómo lo que había iniciado como una pequeña flama crecía hasta destruir todas las cosas que Zeth y él habían dejado ahí. Las lenguas de fuego se alzaron en dirección al cielo, creando volutas de polvo naranja que flotaba en medio de la noche.

Un momento de contemplación.

Él no podía sentir la calidez del sol, pero una de las razones por las que le gustaba el fuego era que este podía emular esa sensación. El ambiente se había vuelto mucho más cálido, y mucho más peligroso. Eso le agradaba, le hacía sentir en casa. Podía ver la fascinación en las pupilas de Zeth, y dejó un beso en su mejilla, tomándolo de la mano y llevándolo a sumergirse en la destrucción misma.

𝘖𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩.
𝘖𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩, 𝘰𝘩...

Y fueron dos criaturas danzantes que ardían, propagando el fuego salvaje a las casonas de alrededor. El incendio se avivó, extendiéndose sin control en aquella burbuja de control. Joshua disfrutó viendo a su amado dejar salir lo que le frustraba, lo que le dolía, dándose el placer de golpear y destruir lo que quedaba de aquellas casuchas. Hizo lo mismo, mientras las risas se mezclaban y el arrebato voraz menguaba.

¿Y al final qué quedaba? Dos locos enamorados contemplando las cenizas de lo que antes les lastimaba.

A hundred worlds where I still love you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora