𝑴𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒂𝒍 𝒓𝒆𝒗é𝒔: 𝑺𝒊𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 & 𝑺𝒐𝒖𝒏𝒅.
《 𝕾𝖔𝖚𝖓𝖉 𝖁𝖊𝖗𝖘𝖎𝖔𝖓.》───── ❁ ❁ ─────
Tenía una vida buena, bastante buena de hecho y es que el haber nacido en el seno de una familia de prestigio otorgó a Zeth desde edad temprana miles de comodidades que otros no podían darse el lujo de tener. Y esto no se remontaba únicamente a cosas materiales. No podía ser sólo eso, no cuando únicamente cierto sector de la población podía acceder a la maravilla que era el sonido y a la belleza que se creaba con él a través de la música.
Era una verdadera injusticia y no entendía cómo es que se podía privar a otros de disfrutar semejante magia. No era correcto y deseaba que de alguna u otra manera esa situación cambiase. Sin embargo, esa idea no era compartida por muchos, incluyendo a su padre, quien siempre se encargaba de hacer hincapié en que esos "seres" no eran merecedores de aquello, sólo los que tenían poder podían regalonearse con la música, cosa que no merecían.
Su madre, por otro lado, compartió ese punto de vista aunque nunca lo dijese en voz alta debido a las represalias que podría traerle si alguien de su círculo la escuchaba, sin embargo, él como su hijo lo sabía bien, y se alegra de tener a esa mujer como su progenitora. A diferencia de su padre, ella cantaba para ser escuchada por otros, para compartir la belleza de una vida que les fue arrebatada, no para imponerse a otros y esa fue la mayor enseñanza que le había dejado al partir.
Su muerte fue un duro golpe en su vida, un momento estaba esperándolo al llegar del colegio y al siguiente una casa vacía era lo que lo recibía día con día. Una enfermedad que nadie vio venir pudo con su cuerpo, lo destruyó, pero incluso en su peor momento ella no dejó de cantar y eso le hizo admirarla más, si es que eso era posible, claro. Por otro lado, su padre se volvió más arisco con todo lo concerniente a él, aunque el cambio más notorio fue la sobreprotección con la que lo envolvió y la forma en que trató la muerte de su esposa con sumo secreto al punto de volverse agresivo con cualquier que tratase de hablarle al respecto, ya sea que fuese Zeth mismo o algún otro. Era extraño, pero nunca hizo más para indagar porque el hombre también había perdido a alguien.───── ❁ ❁ ─────
Cinco años habían pasado y su vida continuaba el mismo rumbo, hasta cierto día.
Todo había pasado muy rápido, en un segundo estuvo esperando al chófer que su padre insistía en enviar para recogerle del instituto y al siguiente estaba persiguiendo a un muchacho de su misma edad que le había arrebatado su mochila. Escuchaba las sirenas tras de sí, pero eso no lo calmó y es que ni siquiera estaba interesado en recuperar los objetos dentro su mochila, tan sólo quería la fotografía. La necesitaba.
—¡Espera, por favor! —Uno tras otro sus gritos de súplica llegaban hasta que notó como la mochila se rasgaba luego de haberse atorado en aquel fierro. Vio cómo el libro y la fotografía caían, no obstante antes de siquiera moverse notó como el chico tomaba la foto con un gesto que no supo descifrar.
—Quiero que me devuelvas mi fotografía —Y eso hizo. Contra todo pronóstico, eso hizo.
Esa acción dijo más que cualquier tipo de explicación que el muchacho pudiera o no darle, por eso cuando el oficial llegó hasta donde estaban se aseguró de que todo estaba bien y no había necesidad alguna de levantar cargos. Pudo notar que ahora la sorpresa en el rostro adverso y eso le hizo sonreír, a su vez que le hacía sentir más convencido sobre lo que haría.
Esa misma tarde luego de ese abrupto encuentro fue que se encargó de seguir al muchacho hasta su casa, al parecer era en los barrios bajos de la ciudad y a pesar del miedo que sintió eso no disminuyó su decisión. No pasó mucho para que diese con su casa e hizo una nota mental de visitarlo.
Finalmente luego de días que se hacían interminables, su padre salió de viaje lo cual le dio el tiempo perfecto para ir con él y la cara de sorpresa que lo recibió no tuvo precio alguno. ¡Parecía un pez con esa expresión! Aún así no dijo nada, no quería que le plantara la puerta en la cara y agradeció que le dejase pasar.
—No creo que pueda seguir llamándote el chico ladrón en mi cabeza.
—...por supuesto, soy Joshua Miller.
—Un lindo nombre para un bonito rostro, te va a la perfección. Soy Zeth, un placer.
Joshua lo miraba incrédulo y aunque empezó a sentirse abochornado por ese súbito nivel de confianza no se echó para atrás, en su lugar le expresó el motivo de su visita: saber el motivo por el que le había dado la fotografía así sin más y el motivo le sorprendió tanto como le dio una calidez que no supo explicar.
—Acertaste. Esa mujer es mi mamá y falleció hace cinco años, así que siempre llevo su foto conmigo, y ella me protege. Gracias por no quitármela.
Por supuesto tuvo que darle algo a cambio de esa información y eso lo llevó a revelar cómo dio con su casa.
—Te seguí después de lo sucedido con la fotografía, espero que no te moleste pero tenía mucha curiosidad por saber la razón de todo lo que sucedió... —Sus manos jugaron con nerviosismo con la tela de su camisa antes de seguir hablando—. Me gustó conocerte Joshua, espero no te moleste verme más seguido.
No dijo nada, pero esos ojos además de demostrarle extrañeza por su comportamiento, también le mostraron que estaba bien con eso. Y ese fue el comienzo de sus constantes visitas, de la música entrando a la vida del muchacho a través de él. Agradeció que las enseñanzas de su madre viviesen en él y es que, mientras mostraba los sonidos a Joshua, sintió genuina felicidad por ver ese proceso de descubrimiento. Incluso si ellos no eran tan cercanos aún.
Más visitas llegaron y cierto día, para su mayor sorpresa, Joshua le preguntó si podía ir a recogerlo del instituto, cosa que casi le había hecho pegar un brinco de alegría.
—¿Vendrás por mí?
—Igual vendrás a mi casa, ¿no? Más vale que esté allí, ya te estás arriesgando mucho en venir todos los días a mi casa, ricachón.
—Aw..., ¡Joshua Miller se preocupa por mí! Se preocupa, se preocupa.
—Yah, no me hagas retractarme.
—Somos amigos entonces, ¿cierto? —No obtuvo una respuesta verbal en primera instancia, pero esa sonrisa además de dar un vuelco a su corazón también le dijo todo aquello que necesitaba saber.
—Sí, Zeth, lo somos.
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A hundred worlds where I still love you.
Fanfictionʜᴀᴇʜyᴜᴋ - 𝑪𝒊𝒆𝒏 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐𝒔 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒂ú𝒏 𝒕𝒆 𝒂𝒎𝒐. Hola, somos Joshua y Zeth, una pareja de rol que escribe como DongHae y EunHyuk de Super Junior. Este libro es la prueba fanfic de que, incluso si nos encontrásemos en cien realidades di...