A hundred worlds where I still love you.

13. El Reloj.

—Agápi, ¿qué es eso?

Joshua giró el rostro en dirección a su novio, solo para verle señalar un cofre de aspecto antiguo que estaba en la parte superior del ropero. Había puesto aquel cofre ahí el día anterior, luego de mucho pensarlo.

—Es un cofre de recuerdos, musa —respondió con suavidad, antes de tomar a Zeth de la mano y llevarle a la cama, donde le hizo sentarse. Myron y Parfum les siguieron, moviendo sus colitas con curiosidad, tal vez preguntándose qué era lo siguiente que el vampiro diría.

No dijo nada, pero sí hizo mucho. Abrió la caja, permitiéndole al humano ver su interior. Había una foto familiar antigua, dos alianzas de matrimonio, una carta, entre otros objetos que aparentemente no tenían mucho valor pero que en realidad sí lo tenían. Joshua tomó la carta primero, tendiéndosela a Zeth.

Cuando este le preguntó con la mirada si podía abrirla, Joshua asintió con la cabeza, regalándole una sonrisa tranquilizadora.

𝓣𝓸𝓴𝓲𝓸, 29 𝓭𝓮 𝓜𝓪𝓻𝔃𝓸 𝓭𝓮 1932.

𝓔𝓼𝓽𝓲𝓶𝓪𝓭𝓸 𝓙𝓸𝓼𝓱𝓾𝓪:

𝓔𝓼𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓮𝓼𝓽é𝓼 𝓫𝓲𝓮𝓷 𝓭𝓮 𝓼𝓪𝓵𝓾𝓭. 𝓢𝓲 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓬𝓪𝓻𝓽𝓪 𝓵𝓵𝓮𝓰𝓪 𝓪 𝓽𝓲, 𝓽𝓮𝓷𝓰𝓸 𝓯𝓮 𝓭𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓪𝓼í 𝓮𝓼. ¿𝓒ó𝓶𝓸 𝓱𝓪𝓼 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓭𝓸 𝓪𝓷í𝓶𝓲𝓬𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮? 𝓝𝓸 𝓱𝓮𝓶𝓸𝓼 𝓱𝓪𝓫𝓵𝓪𝓭𝓸 𝓭𝓮𝓼𝓭𝓮 𝓮𝓵 𝓪ñ𝓸 𝓹𝓪𝓼𝓪𝓭𝓸, 𝔂 𝓮𝓼𝓸 𝓱𝓪 𝓼𝓲𝓭𝓸 𝓬𝓾𝓵𝓹𝓪 𝓶í𝓪. 𝓟𝓸𝓻 𝓯𝓪𝓿𝓸𝓻, 𝓼𝓲𝓰𝓾𝓮 𝓵𝓮𝔂𝓮𝓷𝓭𝓸, 𝓹𝓪𝓹á.

𝓔𝓵 𝓶𝓸𝓽𝓲𝓿𝓸 𝓭𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓶𝓲𝓼𝓲𝓿𝓪 𝓮𝓼 𝓹𝓮𝓭𝓲𝓻𝓽𝓮 𝓭𝓲𝓼𝓬𝓾𝓵𝓹𝓪𝓼. 𝓜𝓪𝓶á 𝔂 𝓓𝓸𝓷𝓰𝓗𝔀𝓪 𝓷𝓸 𝓼𝓪𝓫𝓮𝓷 𝓺𝓾𝓮 𝓽𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓸𝔂 𝓮𝓼𝓬𝓻𝓲𝓫𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓸. 𝓝𝓸 𝓼é 𝓼𝓲 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓻í𝓪𝓷 𝓭𝓮 𝓪𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸 𝓬𝓸𝓷𝓶𝓲𝓰𝓸 𝓸 𝓷𝓸, 𝓹𝓻𝓸𝓫𝓪𝓫𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓶𝓪𝓶á 𝓼𝓮 𝓮𝓷𝓸𝓳𝓮 𝓹𝓸𝓻𝓺𝓾𝓮 𝓵𝓸 𝓱𝓲𝓬𝓮 𝓼𝓲𝓷 𝓭𝓮𝓬𝓲𝓻𝓵𝓮 𝓷𝓪𝓭𝓪. 𝓢𝓪𝓫𝓮𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓷𝓸 𝓶𝓮 𝓮𝓼 𝓯á𝓬𝓲𝓵 𝓬𝓸𝓶𝓹𝓪𝓻𝓽𝓲𝓻 𝓬𝓲𝓮𝓻𝓽𝓸𝓼 𝓪𝓼𝓹𝓮𝓬𝓽𝓸𝓼 𝓭𝓮 𝓶𝓲 𝓿𝓲𝓭𝓪 𝓬𝓸𝓷 𝓮𝓵𝓵𝓸𝓼, 𝓷𝓸 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓶𝓮 𝓮𝓼 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸. 𝓨𝓸... 𝓺𝓾𝓮𝓻í𝓪 𝓭𝓮𝓬𝓲𝓻𝓽𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓼𝓲𝓰𝓸 𝓻𝓪𝓫𝓲𝓸𝓼𝓸. 𝓢𝓲𝓰𝓸 𝓭𝓸𝓵𝓲𝓭𝓸. 𝓢𝓲𝓰𝓸 𝓼𝓲𝓷𝓽𝓲é𝓷𝓭𝓸𝓶𝓮 𝓲𝓶𝓹𝓸𝓽𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓹𝓸𝓻 𝓷𝓸 𝓹𝓸𝓭𝓮𝓻 𝓱𝓪𝓬𝓮𝓻 𝓺𝓾𝓮 𝓻𝓮𝓰𝓻𝓮𝓼𝓮𝓼 𝓪 𝓬𝓪𝓼𝓪 𝓼𝓪𝓷𝓸 𝔂 𝓼𝓪𝓵𝓿𝓸. 𝓣𝓸𝓭𝓸𝓼 𝓵𝓸𝓼 𝓭í𝓪𝓼 𝓮𝓼 𝓵𝓸 𝓶𝓲𝓼𝓶𝓸, 𝓶𝓪𝓶á 𝓽𝓻𝓪𝓽𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓭𝓮 𝓮𝓳𝓮𝓻𝓬𝓮𝓻 𝓽𝓾 𝓪𝓾𝓽𝓸𝓻𝓲𝓭𝓪𝓭 𝔂 𝓓𝓸𝓷𝓰𝓗𝔀𝓪 𝓱𝓪𝓬𝓲é𝓷𝓭𝓸𝓵𝓮 𝓬𝓻𝓮𝓮𝓻 𝓺𝓾𝓮 𝓵𝓸 𝓱𝓪𝓬𝓮. 𝓨𝓸 𝓷𝓸 𝓼é 𝓺𝓾é 𝓱𝓪𝓬𝓮𝓻, 𝔂 𝓬𝓻𝓮𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓵𝓵𝓪 𝓼𝓮 𝓼𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓶𝓪𝓵 𝓹𝓸𝓻 𝓷𝓸 𝓹𝓸𝓭𝓮𝓻 𝓵𝓸𝓰𝓻𝓪𝓻 𝓺𝓾𝓮 𝓶𝓮 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓰𝓻𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓓𝓸𝓷𝓰𝓗𝔀𝓪 𝔂 𝓮𝓵𝓵𝓪. 𝓜𝓮 𝓭𝓸𝔂 𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓪, 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓷𝓸 𝓼é 𝓬ó𝓶𝓸 𝓭𝓮𝓬í𝓻𝓼𝓮𝓵𝓸. 𝓓𝓮𝓫𝓮𝓻í𝓪 𝓭𝓮𝓳𝓪𝓻 𝓭𝓮 𝓮𝓼𝓯𝓸𝓻𝔃𝓪𝓻𝓼𝓮 𝓽𝓪𝓷𝓽𝓸 𝔂 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓪𝓬𝓮𝓹𝓽𝓪𝓻𝓶𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓼𝓸𝔂, 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓽ú 𝓱𝓪𝓬𝓮𝓼.