30. Death Valley.

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Nadie sabe cuándo pasó, pero de pronto algunos de ellos empezaron a convertirse en humanos. ¡Humanos! Habrase visto tal abominación. ¿Qué diantres eran esos humanos, de todas formas? No servían para nada, solo sabían comer y dormir.

Vale, de acuerdo, los zombies también se limitaban a comer y a dormir. ¡Pero ese no era el tema!

El tema era que los humanos nunca habían sacado buen provecho a su naturaleza, lo único que habían hecho había sido destruir su propia raza. Ellos habían creado el virus que les había dado a ellos, los zombies, la vida.

𝘐 𝘸𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘴𝘦𝘦 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘢𝘯𝘪𝘮𝘢𝘭 𝘴𝘪𝘥𝘦, 𝘭𝘦𝘵 𝘪𝘵 𝘢𝘭𝘭 𝘰𝘶𝘵!
𝘐 𝘸𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘴𝘦𝘦 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘪𝘳𝘵 𝘶𝘯𝘥𝘦𝘳 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘴𝘬𝘪𝘯.
𝘐 𝘯𝘦𝘦𝘥 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘣𝘳𝘰𝘬𝘦𝘯 𝘱𝘳𝘰𝘮𝘪𝘴𝘦𝘴.
𝘐 𝘸𝘢𝘯𝘵 𝘵𝘩𝘦 𝘨𝘶𝘵𝘴 𝘢𝘯𝘥 𝘨𝘭𝘰𝘳𝘺, 𝘣𝘢𝘣𝘺, 𝘣𝘢𝘣𝘺.
𝘛𝘩𝘪𝘴 𝘵𝘰𝘸𝘯 𝘪𝘴 𝘸𝘢𝘴𝘵𝘦𝘥 𝘢𝘯𝘥 𝘢𝘭𝘰𝘯𝘦...

Los zombies eran bestias pero, fuera de las veces en que comían cerebros, se mantenían relativamente tranquilos. No molestaban a nadie y se contentaban con tener qué comer. Era cierto que no mantenían limpias las grandes ciudades, pero tampoco las exterminaban. No atacaban a la naturaleza tampoco. Podían sobrevivir en cualquier entorno. Vivían y dejaban vivir, algo que los humanos nunca habían hecho.

Así pues, a Joshua no le agradaba enterarse de que algunos zombies estaban convirtiéndose en esos animales despreciables y maliciosos. Humanos. Apenas se había dado la primera transformación, se supo también que gran cantidad de zombies fueron asesinados. Vamos, que ellos mataban para alimentarse, pero los humanos eran la única especie que mataba por placer.

Joshua estaba seguro de que no quería ser uno de ellos.

O al menos lo estuvo hasta que conoció a Zeth.

𝘉𝘶𝘵 𝘸𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦! 𝘏𝘦𝘳𝘦 𝘪𝘯 𝘥𝘦𝘢𝘵𝘩 𝘷𝘢𝘭𝘭𝘦𝘺!
𝘉𝘶𝘵 𝘥𝘰𝘯'𝘵 𝘵𝘢𝘬𝘦 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘰𝘧𝘧 𝘵𝘩𝘦 𝘵𝘢𝘣𝘭𝘦 𝘺𝘦𝘵,
'𝘤𝘢𝘶𝘴𝘦 𝘵𝘰𝘯𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘪𝘵'𝘴 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘧𝘪𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘢𝘳𝘮𝘴 𝘢𝘯𝘥 𝘭𝘰𝘴𝘪𝘯𝘨 𝘺𝘰𝘶.
𝘞𝘦 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘢 𝘭𝘰𝘵, 𝘴𝘰 𝘸𝘦 𝘰𝘯𝘭𝘺 𝘭𝘰𝘴𝘦 𝘢 𝘭𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦.
𝘞𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦.
𝘞𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦.
𝘞𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦!

Al principio Joshua asumió que no era un humano, porque Zeth había hecho todo lo que un humano no hacía. Cuando vio a Joshua alimentándose solo lo miró, le apuntó con su arma, y luego la bajó (tal vez al no ver en el zombie intención de atacar). Joshua le quedó viendo calmado, alerta, mientras se iba.

Ese encuentro había sido extraño.

Los que siguieron lo fueron todavía más, porque Zeth trajo a más personas consigo al escondite de Joshua, pero ellos solo lo veían. Los primeros días él no entendía absolutamente todo lo que decían, pero comprendía lo más importante: Zeth les decía que Joshua no era violento, y que tal vez había otros zombies que tampoco lo eran. Les decía que tal vez podían convivir en paz. Se veía esperanzado al decir aquello, y esa esperanza sorprendió a Joshua. No estaba acostumbrado a ver muestras de ella.

Parecía ser que los amigos de Zeth tampoco, pues se rieron de él. Uno de ellos le disparó a Joshua.

Este dejó su comida de inmediato, dominado por sus instintos, e intentó lanzarse hacia el humano. Fue tarde cuando Zeth y el otro amigo reaccionaron, porque el zombie ya había hecho de las suyas con el agresor. No se había percatado en el momento, pero había herido a Zeth... Y sí, el tercer chico se había ido, abandonándolo en esa situación de vida o muerte.

Cuando Joshua había terminado de comer, gruñó hacia Zeth, y notó cómo este le rehuía. Pero estaba satisfecho, había comido suficiente. Se devanó los sesos para dar con algo que hacer, hasta que al final se le ocurrió la brillante idea de knockear al muchacho.

Vamos, estando consciente no dejaría que Joshua lo tocara.

𝘐 𝘸𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘴𝘦𝘦 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘢𝘯𝘪𝘮𝘢𝘭 𝘴𝘪𝘥𝘦, 𝘭𝘦𝘵 𝘪𝘵 𝘢𝘭𝘭 𝘰𝘶𝘵!
𝘖𝘩, 𝘵𝘩𝘦𝘳𝘦 𝘺𝘰𝘶 𝘨𝘰... 𝘜𝘯𝘥𝘳𝘦𝘴𝘴 𝘵𝘰 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘴.
𝘠𝘰𝘶 𝘤𝘢𝘯 𝘸𝘦𝘢𝘳 𝘵𝘩𝘦 𝘤𝘳𝘰𝘸𝘯 𝘣𝘶𝘵 𝘺𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘯𝘰 𝘱𝘳𝘪𝘯𝘤𝘦𝘴𝘴,
𝘴𝘰 𝘱𝘶𝘵 𝘵𝘩𝘦 𝘋 𝘪𝘯 𝘥𝘪𝘳𝘵 𝘯𝘰𝘸, 𝘣𝘢𝘣𝘺, 𝘣𝘢𝘣𝘺.
𝘓𝘦𝘵'𝘴 𝘨𝘦𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘸𝘢𝘴𝘵𝘦𝘥 𝘢𝘯𝘥 𝘢𝘭𝘰𝘯𝘦...

Debió preguntarse por qué le estaba siendo más sencillo moderarse, pero aunque podía pensar con mayor claridad todavía no estaba listo para introspecciones profundas. Lo único que sabía era que el humano que no parecía humano iba a morir si no le curaban la herida, y que tenía ganas de observarlo más y para eso, obviamente, debía mantenerlo con vida.

Al día siguiente, cuando Zeth despertó, pareció sorprendido por estar tendido sobre la ruma de heno. Miró a los lados, luciendo todavía más sorprendido al encontrar comida humana a su disposición. Entonces vio a Joshua, quien le observaba a lo lejos, al otro lado de su refugio.

—Tú... ¿Trajiste esto, para mí?

—BWAbwababagrrr...~

—Okay... Gracias.

Y así empezó la aventura. Joshua no supo por qué Zeth se quedó luego de que su herida se curase por completo, pero no se quejó en absoluto. El chico le traía comida. ¿Dónde conseguiría los cerebros? Cuando los comía se sentían frescos.

Fue alguno de esos días que el zombie volvió a tener contacto con la esperanza. Escuchaba a Zeth hablar, y como era usual no entendía todo lo que decía, pero el humano sonreía y le quería enseñar a decir 'Zombie'.

—Zombie, zombie~

—GRR POMPIIIEE.

La risa de Zeth se mezcló con el júbilo y los buenos deseos. Y Joshua, mirándole atento, muy atento, descubrió que eso era alegría. Y esperanza. Y sonrisa bonita. Y... ¿qué otra cosa más?

Ah. Vida.

'𝘊𝘢𝘶𝘴𝘦 𝘸𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦! 𝘏𝘦𝘳𝘦 𝘪𝘯 𝘥𝘦𝘢𝘵𝘩 𝘷𝘢𝘭𝘭𝘦𝘺!
𝘉𝘶𝘵 𝘥𝘰𝘯'𝘵 𝘵𝘢𝘬𝘦 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘰𝘧𝘧 𝘵𝘩𝘦 𝘵𝘢𝘣𝘭𝘦 𝘺𝘦𝘵,
'𝘤𝘢𝘶𝘴𝘦 𝘵𝘰𝘯𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘪𝘵'𝘴 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘧𝘪𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘢𝘳𝘮𝘴 𝘢𝘯𝘥 𝘭𝘰𝘴𝘪𝘯𝘨 𝘺𝘰𝘶.
𝘞𝘦 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘢 𝘭𝘰𝘵, 𝘴𝘰 𝘸𝘦 𝘰𝘯𝘭𝘺 𝘭𝘰𝘴𝘦 𝘢 𝘭𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦.
𝘞𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦.
𝘞𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦!
𝘞𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦!

Era raro eso de vivir y hablar. No sabía si se trataba de algo que le echaba Zeth a la comida que le llevaba, pero Joshua veía su piel aclararse poco a poco. Estaba menos reseca también. Empezó a sentir sed. Y empezó a dejar de lado los gruñidos. ¿Podría ser que...?

¿Se estaba volviendo humano?

—¡No me gusta! —exclamó un día, tomando a Zeth del brazo cuando este salía—. ¡No querer ser humano! Joshua es Joshua.

Zeth le miró con pesar, y negó suavemente con la cabeza.

—Yo no tengo que ver con esto, Joshua. Simplemente estás transformándote por tu cuenta. Yo solo... solo estoy viendo el proceso —explicó, solo para después tomar una de sus manos—. ¡Pero es algo bueno! Puedes pensar por ti mismo y hacer más cosas y...

—Y matar a los míos.

Zeth guardó silencio entonces, porque sabía que él tenía razón. Aun así, siguió quedándose en su refugio, como si su sola presencia fuera persuasión suficiente respecto a la belleza de la humanidad.

El día que recibió un beso suyo, Joshua pensó que tal vez lo era.

𝘞𝘦'𝘳𝘦 𝘨𝘰𝘯𝘯𝘢 𝘥𝘪𝘦, 𝘪𝘵'𝘴 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘢 𝘮𝘢𝘵𝘵𝘦𝘳 𝘰𝘧 𝘵𝘪𝘮𝘦.
𝘏𝘢𝘳𝘥 𝘵𝘪𝘮𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘦, 𝘨𝘰𝘰𝘥 𝘵𝘪𝘮𝘦𝘴 𝘨𝘰.
𝘐'𝘮 𝘦𝘪𝘵𝘩𝘦𝘳 𝘨𝘰𝘯𝘦 𝘪𝘯 𝘢𝘯 𝘪𝘯𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵 𝘰𝘳 𝘩𝘦𝘳𝘦 𝘵𝘪𝘭𝘭 𝘵𝘩𝘦 𝘣𝘪𝘵𝘵𝘦𝘳 𝘦𝘯𝘥.
𝘖𝘩, 𝘐 𝘯𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘬𝘯𝘰𝘸.
𝘞𝘩𝘢𝘵 𝘐'𝘷𝘦 𝘨𝘰𝘵 𝘸𝘪𝘭𝘭 𝘮𝘢𝘬𝘦 𝘺𝘰𝘶 𝘧𝘦𝘦𝘭 𝘮𝘰𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦...
𝘐'𝘭𝘭 𝘣𝘦 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳𝘪𝘵𝘦 𝘥𝘳𝘶𝘨, 𝘐 𝘸𝘪𝘭𝘭 𝘨𝘦𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘩𝘪𝘨𝘩...
𝘐 𝘸𝘪𝘭𝘭 𝘨𝘦𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘩𝘪𝘨𝘩!

Entonces estaba perdido. Estaba convirtiéndose en humano y le diría adiós a su amado y putrefacto cuerpo. Dejaría los cerebros para comer chatarra procesada. Dejaría la tranquilidad por la guerra y seguramente terminaría sintiéndose superior por el mero hecho de ser humano. Joshua tenía sentimientos encontrados, y le preocupó el hecho de poder ser capaz de detenerse a hacer una introspección profunda. ¡Los zombies no hacían eso!

Quería volver a su estado casi vegetativo y no pensar. Y no sentir, porque todo lo que sentía últimamente ponía en peligro lo que siempre había creído de los humanos.

Ah, pero entonces venía Zeth y le decía que le iba a enseñar a bailar, y luego sonreía de esa forma tan bonita, y luego hablaba sobre la esperanza que tenía puesta en que algún día la barrera entre humanos y zombies no existiera... Y Joshua no podía evitar contagiarse de esa esperanza, de esa magia. Si así era como se sentía ser humano...

Tal vez, solo tal vez, no sería tan malo.

'𝘊𝘢𝘶𝘴𝘦 𝘸𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦! 𝘏𝘦𝘳𝘦 𝘪𝘯 𝘥𝘦𝘢𝘵𝘩 𝘷𝘢𝘭𝘭𝘦𝘺!
𝘉𝘶𝘵 𝘥𝘰𝘯'𝘵 𝘵𝘢𝘬𝘦 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘰𝘧𝘧 𝘵𝘩𝘦 𝘵𝘢𝘣𝘭𝘦 𝘺𝘦𝘵,
'𝘤𝘢𝘶𝘴𝘦 𝘵𝘰𝘯𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘪𝘵'𝘴 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘧𝘪𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘢𝘳𝘮𝘴 𝘢𝘯𝘥 𝘭𝘰𝘴𝘪𝘯𝘨 𝘺𝘰𝘶.
𝘞𝘦 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘢 𝘭𝘰𝘵, 𝘴𝘰 𝘸𝘦 𝘰𝘯𝘭𝘺 𝘭𝘰𝘴𝘦 𝘢 𝘭𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦.
𝘞𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦.
𝘞𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦!
𝘞𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘷𝘦!

Zeth corrió hacia él cuando se retorcía sobre el heno. Había una cama ahí ya, pero habían conservado el heno también porque les gustaba. Joshua lo sabía, que lo último que quedaría por transformarse sería su corazón. Aun así, no había anticipado que dolería tanto... El resto de su cuerpo, ahora humano, no parecía capacitado para lidiar con ese dolor.

—Toma, bebe un poco, agápi —oyó, y dejó que Zeth le diera de beber aquel agua fresca.

Tomó su mano, resintiendo la sensación de la reestructuración en su pecho. Sintió el mal reptar hasta el mismo centro, como si cada extremidad de su cuerpo impulsara la sangre hasta su mismo corazón para revivirlo. Su circuito de vida estaba avanzando en reversa.

Entonces murió, para nacer.

Las manos de Zeth estaban en su rostro cuando Joshua despertó. Sentía la boca seca, y tenía hambre. Su estómago gruñía y se sentía como si lo hubieran apaleado. Le cabeza le dolía terriblemente, y su corazón latía con pesadez. Se sentía frágil y ligero, y cuando se incorporó Zeth tuvo que ayudarle a mantenerse en pie.

—¿Cómo te sientes, agápi? —preguntó Zeth, usando esa palabra que Joshua había aprendido a amar.

El ex zombie miró a su alrededor, y terminó enfocando la vista el rostro del humano. Llevó una mano a su mejilla, palpándole con delicadeza por vez primera. Su piel era suave y cálida. Sonrió.

—Vivo.

A hundred worlds where I still love you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora