A hundred worlds where I still love you.

16. World Vegan Day.

En ese día se cumplían exactamente cinco años desde que decidió optar por adoptar esa vida. El veganismo a pesar de ser sumamente conocido alrededor del mundo, aún sostenía un gran número de prejuicios para todo aquel que decidía practicarlo. Para su suerte, su pareja fue sumamente comprensivo con él y los motivos que lo llevaron a tomar esa decisión.

Si bien Joshua no era vegano, eso no impidió que aprendiese un par de recetas que se aseguraba de prepararle en cada ocasión que se reunían en su casa. Ese mero gesto siempre hacía a Zeth derretirse allí mismo en su lugar. Usualmente era él quien tenía que apañárselas y buscar su alimento cuando estaba en compañía de terceros, siendo que la mayor parte del tiempo las personas alegaban que ese era su problema por querer ser vegano, sumándole que encontrar comida sin algún producto animal en ella era ya de por sí difícil.

Así que sí, era bastante afortunado por tener a ese hombre en su vida.

—¿Cómo te fue con tu familia, musa?

—Bien, ya sabes, la usual plática y persuasión. Me sorprende que aún sigan con lo mismo, no me estoy matando de hambre. —En sus labios se vislumbró un ligero mohín al terminar de hablar. Esa situación era un constante tema de conversación con su familia, sobretodo con su madre, porque luego de haber adoptado el estilo de vida vegano ella había parecido sumamente reticente a dejar que su retoño se uniera a esas "tendencias juveniles".

La risa de su novio no tardó en inundar la pequeña habitación, el motivo siendo que Joshua mejor que nadie sabía cómo su suegra podía llegar a comportarse para lograr todo aquello que se le cruzase por la cabeza. Fue testigo de eso cuando trató de chantajearlo (todo para que tratase de convencerle a él de dejar el veganismo) al listar todos los lugares a los cuales no podrían ir en sus citas por las limitaciones que traía consigo su nueva dieta.

—¡No te rías, vida! Es en serio.

—Ya, ya, pero lo que no sabe es que tienes un novio maravilloso que ya se memorizó todo un libro de recetas y tiene en mente muchos lugares potenciales para llevarte.

—Mmh... quizá ella no lo quiera ver, pero yo sé perfectamente que tengo al mejor novio de todos. —vio a Joshua listo para protestar, sin embargo fue más rápido y acalló cualquier cosa que fuera a decir al posar su índice por encima de sus labios—. Y además lo que mamá no sabe es que sí como carne.

—Ah... ¿en verdad?

—Me como la tuya, agápi. —su sonrisa adquirió un brillo "inocente" luego de decir eso último y salir corriendo de allí. La sorpresa en el rostro de Joshua no se hizo esperar, pero tan pronto como había aparecido se fue y entonces fue que se dispuso a perseguirlo por todo su hogar hasta dar con él, manteniéndolo bien seguro en sus brazos.

—Un festín tendrás hoy entonces, Zeth.