Ya era el segundo día de Eri en la Ua, y aunque se había instalado hacía rato aun no conocía a nadie, excepto a ese chico con gorra, Kota, pero solo de nombre. Hasta entonces el ambiente era raro entre los estudiantes: juntas adolescentes de distintas escuelas y lugares, que nunca se vieron, y los pones a vivir en un mismo lugar. Aunque algunos habían comenzado hablar entre ellos, Eri estaba completamente separada del grupo de chicas.
Teniendo tiempo, Eri decoró su habitación tal como era su hogar, algo que la reconfortaba ya que de vez en cuando extrañaba su hogar. Había asistido a un colegio pero tan solo a la secundaría y en su ultimo año, antes de entrar a UA, así que no entendía varias cosas aún.
La chica se sorprendió de la seguridad interna de los dormitorios: tarjetas magnéticas que abrían las puertas; cámaras de seguridad en las esquinas; y un toque de queda de las doce de la noche. Los dormitorios eras bastante grandes: tenían una cocina donde una chica llamada Mars Hoshi solía cocinar cosas; un estudio con biblioteca; una lavandería; y una sala de estar con un televisor. Era un lugar enorme y Eri no podía sacar suficientes cuentas de lo caro que debía ser mantener ese lugar.
Las clases comenzaron con monótona naturalidad al siguiente día: Matemáticas en la primera hora, luego inglés, más tarde biología, química y por ante último Geografía. En cada una de ellas Eri se iba aburriendo gradualmente, aunque siempre escribía apuntes.
***
El almuerzo fue un soplo de aire fresco, dejando liberar a Eri la tensión y pudiendo estirar todo su cuerpo contracturado. Tras recibir su comida, se enfrentó a un problema.
<¿Con quien me siento?> Pensó Eri nerviosa, apretando su bandeja de almuerzo
Aizawa le había dicho que la hora de comer era un momento para conocer gente o posibles compañeros de estudio, pero advirtió que no sería sencillo. Y Eri, que ya llegaba un par de días ahí, podía confirmar. Todos sus compañeros se sentaban juntos, hablando entre ellos y riéndose. Eri tenía que tener una mirada de águila y con percepción de detective para detectar si los lugares vacíos pertenecerían a alguien o de verdad estaban vacíos. Localizó uno en la mesa de sus compañeras, la oportunidad perfecta.
-Buenas tardes. -Dijo Eri en un susurro
Pero al intentar sentarse, Wakarawua Juro la detuvo.
-Oh, perdón, este lugar es para Asuna. –
Se encontró un banco vacío cerca de una columna, a dos bancos de sus compañeras, y se sentó ahí. Miraba la mesa de las chicas y escuchaba su conversación de rebote. Una chica rubia, creyó recordar que se llamaba Denjina, era realmente divertida y Eri se río de varios de sus chistes comparando al héroe Bakugo con un kiwi rabioso. Aunque seguro que parecía loca desde fuera, riéndose sola.
<Supongo que otro día sola.> Pensó Eri sacando su teléfono. < ¿¡Por qué cuesta tanto hablar con gente?! Los miro a la cara y lo único que se me ocurre es "Buenas tardes", ¿Qué tengo, ochenta años? Ahhh, soy un fracaso en esto...Ojalá alguien se sentara conmigo>
A unos metros de ella...
Kota tenía su bandeja entre las manos y estaba dispuesto de sentarse, pero no sabía si podría. Aunque había visto a Eri sentada sola, le daba vergüenza sentarse con ella.
<Si se sentó sola debe ser que no quiere compañía, capaz le duele la cabeza.> Pensó Kota. <Esto también es por mí, no he hablado con nadie desde que empezó esto de la UA.>
Aunque Kota podría haberse metido al grupo de varones, le costaba socializar, aunque al menos había entablado un par de palabras casuales pero amistosas con Tadashi Kagaguya, un chico bastante enérgico que tenía ese poder de caer naturalmente. Aun así, Kota quería hablar con Eri.
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Nueva Generación: Héroes Del Futuro
FanfictionHan pasado ocho años desde que la Clase 1-A se graduó y que Liga de Villanos fue vencida, y sus miembros capturados. Y ahora la paz está instaurada gracias al héroe Número 1: Midoriya Izuku. Pero una nueva generación de estudiantes llega, con Eri y...