Nueva Generación: Héroes Del Futuro

Capítulo 45: La bestia y el caballero

Inshi camino hasta el cuadrilátero, subiendo sus escalones, y quedando al frente de su contrincante. Daiki Yamamoto. Parecía un buen joven, esbelto pero musculoso, con el cabello y rubio, bastante atractivo, pero como la mayoría, o al menos desde el punto de vista de Inshi, bajito.
El profesor Ilusión se pasó en el medio de ellos.

-Muchachos, ya se que he dicho que quiero un combate justo pero en su caso, monsier Itō, su Quirk le permite aguantar bastante el dolor por lo que no podre juzgar los acciones del joven Yamamoto. Rindase explícitamente si lo cree necesario. -Comento Ilusión en susurros

-Entiendo, no creo que se necesario pero comprendo. -Asintio Inshi con cordialidad

-Me parece que no iré suave contigo, caballero. -Dijo Daiki

-¿Caballero? Me gusta esa formalidad. Y si, no creo que sea necesario. -Respondío Inshi

-Muy bien, ¡Esto abre este evento del festival deportivo: II vos DY! Hagan sus apuestas, espectadores, o no porque es ilegal. Vamos con esto. -Anunció Ilusión enegicamente. -¡Que empiece el combate!

Daiki se apresuró a crear un escudo que sacó al retirarse la remera, dejando su pecho expuesto, y una espada, que sacó de su pantorrilla. A Inshi le resultaba búlgar pero no pensaba quejarse.

-¿Cuál es su Quirk, caballero? -Preguntó Dalki haciendo girar la espada en su mano

-Algo no realmente muy delicado, realmente. -Advirtio Inshi mientras se liberaba con una respiración

Muy lento el cuerpo de Inshi comenzó a crecer, expandirse, sus cuernos tomaban gran tamaño, su pelaje se extendía hasta su rostro, y finalmente si ropa deportiva se rasgo por completo.

-¿Pero que...? -Balbuceo Daiki sorprendido

Para el final de si trasformación, Inshi media el doble que Daiki. El chico rubio afianzó el agarre de su arma.

-Muy bien, bestia, bailemos. -

Inshi salo corriendo a todos velocidad, sus pasos eran escandalosos y causaban pequeños temblores. Cuando estuvo cerca de Daiki trato de agarrar al joven, quien se cubrió con su escudo. Las garras chocaron contra el metal y pese al fuerte agarre de Daiki, el impacto lo mando rondando, rayandose las rodillas.
Al fijarse en el escudo, las garras habían quedado impresas en el metal.

-Bastante fuerte, ¿No? -Dijo Daiki
tirando el escudo. Al fijarse tras el notó que estaba a cinco metros de llegar.

<Ya está cerca, solo tengo que moverlo un poco más> Pensó Inshi

Inshi trago de atrapar el joven, pero Daiki se movió de forma veloz, esquivando el agarre. Viéndose acorralado, Daiki saco un látigo disimuladamente de su espalda. Cuando la mano de Inshi se acercó, Daiki saco el látigo y atacó contra Inshi. El chasquido del arma sonó al golpear la peluda palma.
Inshi emitió un fuerte gruñido que resonó en todo el estadio. Apretó el puño pero no salió sangre, solo le había dolido.
Inshi levanto su puño sobre la cabeza. Daiki no podía escapar y que el cuerpo de la bestia ocupaba la mitad de la cancha. La enorme mano de Inshi te tiró a atraparlo, donde Daiki tuvo un momento de lucidez. El joven rubio se deslizó por el piso, pasando por debajo del descomunal Inshi, y esquivando el agarre, y empezando a correr lejos de él.
Daiki se paró del suelo y de su espalda hizo surgir un arco, y de su pantorrilla tres flechas. Inshi se giró consternado, mirando al chico fijamente.

-¡Atrás bestias o disparó! -Advirtio Daiki cargando el arco

<Este tipo es bueno...Aunque no más que una molestia...Diablos, pierdo el control> Pensó Inshi

Inshi dio un rugido bestial que sacudió el estadio. La bestia empezó a correr hacia el joven en cuatro patas.

-Se lo advertí. -Susurro Daiki soltando las flechas.

Las tres volaron por el aire. Inshi logro cubrir con el brazo y estás se incrustaron en su piel. Inshi las saco y las quebró al solo apretarlas.

-Debil...-Murmuro Inshi con vos profunda y rasposa

-Carajo. -

Inshi volvió a acelerar, mientras el joven rubio creaba mas flechas y las disparaba, consiguiendo nulo efecto. Sin darse cuenta tenía de nuevo a la bestia al frente. Llego a rodar a tiempo, solo par ver cómo su arco era reducido a astillas de un golpe.

-¡Deja de huir, diminuto! -Ordeno la bestia girandose a Daiki

La descomunal bestia dio manotazos para atraparlo pero, con rapidez, Daiki creo un martillo de guerra y lo estrello contra el dedo culpar de Inshi.

La bestia gruñó de dolor. En un descuido, Daiki fue atrapado. Los dedos de Inshi eran tan grandes que solo ellos daban la vuelta entera al cuerpo a Daiki. El joven fue llevado directo a la cara de Inshi.

-¡Te atrapé, diminuto! -Exclamo Inshi

-No lo creo. -Respondío Daiki

Cargo fuerzas y uso su ataque especial. De todo su cuerpo salieron espadas, dagas, lanzas y armas filosas. Las puntas de estos cortaron o atravesaron los dedos de Inshi. La criatura aulló de dolor y soltó a Daiki, pero este se agarró de los pelos de su mano para mantenerse sobre la bestia. Cuando Inshi se llevó las manos a la cabeza, Daiki descendió de un salto y cayó sobre la cabeza.

-¡¿Donde estas diminuto?! -Preguntó Inshi en un rugido. El olor a sangre tan cerca de su nariz bloqueaba sus sentidos.

-Aqui, ¡Mismo! -Exclamo Daiki levantando el martillo sobre su cabeza

Daiki vio un contundente golpe en el entrecejo de Inshi. La enorme criatura retrocedió un paso. Una gigantes mano bajo y comenzó a rebuscar entre el pelaje. El constante movimiento desiquilro a Daiki haciendo que perdiera el equilibrio y cayera de espalda, deslizándose por el pelaje hasta llevar al piso.

-¡Ya estoy cansado de ti! -Rugio Inshi girandose

Daiki trato de gatear lejos pero fue agarrado de la ropa y elevado un metro del piso. Cómo si fuera un gatito bebé. Al llegar al límite, Inshi lo tiró como si fuera una bolsa de papas, aunque bajando la altura de caída.

-¡Y tenemos un ganador! ¡II! -Exclamo Ilusión. -¡Que combate tan épico! Démosle un gran aplauso

La multitud estaba más que feliz, con sus grandes aplausos y gritos halagafores. Inshi comenzó a destrasformarse, cambiando a altura y perdiendo aquel pelaje oscuro. Cuando era más humano que bestia, Ilusión creo una capa azul y revistió a Inshi.

-Eso estuvo cerca, felicidades señor II. -Dijo Ilusión. -Vaya a cambiarse.

Mientras se acercaba a la salida del estadio, escucho varios silbidos y halagos vulgares que lo obligaron a cubrir con la capa. Aunque entre ellos escucho a Tadashi.

-¡Bien hecho, amigo! -Gritó el joven cabeza de radio. -¡Buena pelea!

Inshi asintió con la cabeza, antes de entrar al pasillo. No la había notado pero su madre estaba ahí.

-Madre. -Dijo Inshi sorprendido

-Inshi. Vi tu desempeño. ¿La droga funcionó bien? -Preguntó Masako

Inshi trago baba.

-Si, por supuesto. Note la diferencia. -Mintio Inshi lo mejor que pudo

Masako lo miro fijo un segundo y siguió.

-Que bueno. Lo hiciste aceptable, si te interesa saber. Ve a cambiarte, por favor. -Finalizó Masako dejando pasar a Inshi

<Funcionó> Pensó Inshi aliviado.

Cuando Inshi se perdió en la distancia, Masako saco algo de su bolsillo. La pastilla, aún cubierta de algo de suciedad.

-Oh, Inshi, siempre mentiste tan mal. Este lugar es una mala influencia para ti, si comienzas a mentirme. -Dijo Masako frunciendo el ceño. -Error mío al confiar en ti.