Capitulo 52: La bestia de Ito

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Era el turno de Inshi. Sabía que estaba por enfrentarse a una de las estudiantes mas fuertes de su clase, Mizu Yagami. Ya había luchado contra ella en la prueba del laberinto y había sido bastante buena para detenerlo, así que no sería fácil.

Cuando llegó al pasillo antes de llegar al cuadrilátero, se sorprendió al ver a su madre de nuevo ahí parado.

-Oh, madre, hola de nuevo, ¿Qué haces acá? -Preguntó Inshi algo nervioso

-Nada, vine a decirte buena suerte y a recordarte que no te conviene fallar en esta prueba. -Indicó su madre, severa

-Por supuesto. -Asintió Inshi

-Bien. Toma, te traje agua. -Dijo su madre extendiendo una botella

Inshi agarró la botella algo desconfiado, pero al notar que esta estaba cerrada, tomo con confianza.

-Gracias. –

-De nada. Ahora ve, la prueba te espera. -Dijo su madre haciéndole un gesto con la mano

Inshi se fue, extrañado por ese gesto de amabilidad. Sin drogas, sin acusaciones o amenazas. Fue una conversación normal. Inshi entró al estadio confiado y algo feliz, capaz por fin su madre iba a dejar de presionarlo.

-Oh, Inshi, mira lo que me obligas a hacer. Diluir la pastilla en una botella de agua. -Se dijo Masako así misma. -Pero, ahora está todo asegurado. Solo depende de que tan bien hagas todo, Inshi

En el cuadrilátero...

-Aquí tenemos a dos grandes promesas de la UA: II y MY. Démosles un gran aplauso, por favor. -Pidió Ilusión

El público estaba realmente emocionado. Parece que, aunque la pelea de puños entre Eri y Katsuma había sido entretenida, la gente realmente quería ver un combate grande y estruendoso, algo que Inshi y Mizu podían darles.

<Me siento muy relajado... ¿Qué pasa? >Pensó Inshi extrañado

-Espero que haya remordimiento, Inshi, pero realmente me gusta ganar. -Comentó Mizu por el comunicador

-Espero lo mismo, señorita Yagami. No pienso detenerme hasta que se rinda. -Respondió Inshi

- ¿Rendirme? Prefiero comer tierra. -Afirmó Mizu

Mizu comenzó a caminar lentamente, mientras se arremangaba las mangas. Agua surgió de los costados del cuadrilátero y floto como si fuera una enorme sabana celeste, el agua se transformo en largas cadenas

Inshi apoyo las manos el suelo y flexiono las rodillas, como hacen los maratonistas antes de una carrera. Al instante su cuerpo comenzó a agrandarse; pelaje oscuro comenzó a salir entre la campera deportiva; y sintió como sus huesos de la mandíbula y los brazos se expandían. La ropa reventó en pedazos y dejo al descubierto a su forma de minotauro.

- ¡Comiencen! -Ordenó Ilusión disparando chispas de su varita  

Inshi comenzó a correr hacía Mizu. La joven de pelo negro movió sus manos hacía Inshi, enviando sus gruesas cadenas a atrapar a Inshi. Inshi trato de esquivarlas, pero estas se engancharon en sus muñecas y tiraron con fuerza. La fuerza de las cadenas era tal que comenzaron a arrastrar en contra de su voluntad a Inshi, directo hacía la línea del cuadrilátero. Incluso usando su poder máximo a Mizu se le dificultada poder mantener las cadenas tirando a Inshi, mientras que, sin saber, Inshi solo estaba usando una parte de su poder.

< ¡No, no! ¡No la dejes ganar! ¡Pelea, pelea, maldito!> Gritó la voz interior y más salvaje de Inshi. Algo inusual fue que, por primera vez, Inshi se sentía en control, que podía ignorar esa voz interior y descontrolada. Se sentía bien.

Nueva Generación: Héroes Del FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora