Capitulo 21

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Me sorprendió su petición, no sabía cómo reaccionar, no sabía si sería capaz de solo dormir a su lado. Él noto mi indecisión, tomo mis manos, acaricio mí mejilla y me sonrió de la manera más tierna posible.

Tom: Te lo juro que solo quiero dormir a tu lado. Bueno en realidad... quisiera volver a repetir algunas cosas, pero sé que no se puede. Solo quiero abrazarte y que tu cara sea lo primero que vea mañana antes de irme.

Me veía y me sonreía, me transmitía tantas cosas, no pude negarme, le dije que sí y en ese mismo instante me abrazo.

Montse: ¿A qué hora debes irte mañana?

Tom: A las 6:00a.m

Montse: ¿Seguro que no quieres que te acompañemos?

Tom: Pierde cuidado, con que me dejes dormir contigo basta.

Montse: Pues en ese caso, vamos a prepararnos para descansar. Me iré a dar un baño.

Tom: Yo también, y prepararé mis cosas de una vez. Te espero entonces.

Se metió a su habitación y yo fui a dar un vistazo a Ángel que ya dormía como un bebé, me fui a mi cuarto y me metí a la regadera, habían pasado tantas cosas en los últimos días, había sido un sube y baja de emociones. Salí, me puse un pijama ligero y fui con Tom.

Al abrirme llevaba puesto unos boxer y una camiseta blancos, aún tenía el cabello algo mojado, se veía tan guapo, sonreí y el me hizo un ademán con la mano para que entrara.

Montse: Dame esa toalla y ven, tienes muy mojado ese cabello, no puedes dormir así, te hará daño.

Tom: Hehehe ten, gracias por preocuparte.

Montse: Tú has hecho mucho más por mí, esto no es nada.

Se sentó en una silla y comencé a secar su cabello, cuando terminé tome un cepillo y comencé a peinarlo, era tan suave.

Tom: Vas a hacer que me duerma.

Montse: Jajaja entonces dejaré de hacerlo porque no creo que pueda cargarte a la cama.

Tom: Muy probablemente no, pero yo sí a ti.

Se levantó de un salto de la silla, me tomó en sus brazos y me arrojó a la cama, subió a ella y comenzó a hacerme cosquillas.

Montse: Ya por favor para, no quiero golpearte para ya jajaja.

Tom: ¿Serias capas de golpearme?

Montse: No, pero es reflejo involuntario.

Tom: Eso lo tengo que comprobar.

Siguió su asalto de cosquillas, yo me retorcía y le pedía, bueno, le imploraba que se detuviera, pero no lo hacía, de repente comencé a llorar y seguía pidiéndole que parará. Cuando vio mi cara roja y con lágrimas se detuvo y su cara cambio totalmente.

Tom: Perdón de verdad perdóname ¿Te lastimé? Soy un idiota.

Montse: No te preocupes, siempre me pasa cuando me hacen muchas cosquillas.

Tom: De verdad perdón, me jure no hacerte llorar y mírate, entiendo si después de esto quieres irte.

Montse: No, de verdad no pasa nada, enserio estoy bien. Solo la próxima, para cuándo te lo pida jaja.

Me miraba con preocupación y culpa, fui a limpiarme la cara y cuando regrese estaba sentado en la cama con la cabeza agachada. Tenía que hacer algo para hacerlo sentir mejor, me acerque, lo hice que me abrazara y le sonreí.

Déjate amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora