Incorrect Quotes y Escenarios TW [1]

⚜️ 154 ⚜️

Sería bueno decir que las cosas mejoraron a partir de eso, pero sería una mentira.

Zeus en un principio intento cumplir su palabra y ser un rey justo, un buen padre, hermano y esposo. Pero claramente no pudo durar mucho.

No podía evitarlo, quedar embelsado por la belleza y caer ante el deseo carnal, cometiendo error tras error y crimen tras crimen.

Zeus sabía, que Sebastián estaba decepcionado de él.

Sabía que el cariño que le tenía ya no estaba... Sabía que lo odiaba y por justa razón pero no quería decir que no dolía.

Se sentía envidioso, de que sus propios hijos buscarán más al mayor que a él, que le tuviesen más cariño y más lealtad a él... Pero sobre todo, estaba celoso del amor que Sebastián les daba, ese amor de padre que el alguna vez tuvo y ahora no.

Había hecho muchas tonterías, en verdad que sí, pero si hubiese una que se llevara el premio a sin duda sería...

...

Sebastián: No deberías quebrarte tanto la cabeza por una simple ceremonia Ganimides.

Ganimides: ¿Una simple ceremonia? ¡Es nuestra boda! ¡Estoy tan feliz de que mi padre nos haya dado su bendición! ¡Quiero pasar el resto de mi vida contigo! - canturreo el príncipe abrazando a su prometido.

Sebastián había conocido cuando uno de sus hijos adoptivos (Eris) le presentó al último bisnieto de Eneas, el hijo de Afrodita, el joven Troyano se había enamorado a primera vista del mayor, sin importarle que este era enemigo de su ancestro.

Afrodita estaba que hechaba fuego cuando se entero que el bisnieto de su querido Eneas se había enamorado de  una de las personas que más odiaba.

Lo peor es que no era trabajo suyo sino de su otro hijo favorito: Eros.

Si una cosa que Eros disfrutaba era sacar de quisio a su madre y la mayoría de los Dioses pues nadie podía hacerle nada, todos le tenían demasiado miedo (menos Ares, su padre siempre le amo)

Así que Sebastián no tardó mucho en enamorarse también, duraron dos años de relación y Sebastián le pidió matrimonio a Ganimides, a quien creía, sería su compañero por la eternidad.

Ganimides era un príncipe hermoso, dulce y considerado, amaba cada pequeño detalle de su prometido. Conocía los riesgos de la inmortalidad pero pensaba que todo lo valía si podía estar a su lado.

Lastima que el destino no estaba a su favor.

Ganimides: ¡SUELTAME! - grito el príncipe contra la inmensa aguila que le cargaba y llevaba en el Olimpo.

Hermes: ¡Padre espera! ¡A él no! - intentaba detener el Dios a su padre.

Sebastián había ido a visitar por ese día a los Dioses que residen en el inframundo, estos, hasta, Hades y Persephone estaban muy contentos con su visita. Pero con su ausencia, Zeus había visto a Ganimides y se obseciono con sólo verle.

Zeus: Eres tan hermoso, no entiendo porque no quieres estar conmigo.

Ganimides: ¡Porque yo estoy con alguien y le amo! ¡Te pido que me regreses en este momento!

Zeus: Tienes carácter, eso me gusta, pero descuida, terminaras cediendo se una o otra forma.

Ganimides: Espera... Que haces... No... ¡No! ¡Aléjate de mi! ¡No me toques! ¡Por favor!

....

Hermes: ¡Problemas! ¡Tenemos grandes problemas! - voló hacia sus hermanos que estaban casi todos reunidos.

Dionisio: ¿Qué pasa Hermes? Te ves asustado.

Hermes: ¡Zeus secuestro un chico para volverlo su amante!

Ares: Eso no es nuevo, lo más seguido es que ahora este siendo violador por el...

Hermes: ¡Es Ganimides! ¡El prometido de padre!

Todos los dioses abrieron sus ojos con horror, eso cambiaba todo.

Artemisa: Oh no...

Hefesto: ¿Por qué no empezaste por allí? Cuando Hera se entere lo matara.

Apolo: Tenemos que sacarlo de aquí.

Ares: Okey, Hermes tu ve por padre al inframundo nosotros intentaremos salvar a Ganimides.

Hermes: ¡A la orden!

Artemisa: Solo espero que no sea tarde....

Pero por desgracia lo era...

....

Hera: ¡¿Quién es ese?!

Zeus: Es mi nuevo cooperó, miralo, es hermoso no te parece.

Hera: ¿Cres que soy tonta? Se que es tu amante...

Ganimides: Por favor... Yo no quería... Solo quiero irme con Sebastián - lloro el joven completamente destrozado, le habían forzado y se sentía denigrado, no sabía cómo mirar a Sebastián a la cara.

Apolo: Yo puedo llevarlo de regreso, no pasará nada - intento calmar el Dios del sol con nerviosismo, tenía por el joven.

Hera: ¡Tu no te metas! ¡NO ES TU ASUNTO!

Artemisa: ¡No le grites a mi hermano! ¿Me oyes? Vieja loca...

Zeus: ¡Artemisa! - le reprimió con dureza a su hija, esta solo le miró con odio y Apolo con decepción.

Ganimides: ¡Por favor! ¡Piedad! ¡Dejenme regresar!

Hera: ¡Callate! ¡Esto es tu culpa! ¡Tu sedujiste a mi marido! ¡Debes ser castigado!

Zeus : Oh no de nuevo...

Ares: ¡Espera madre no lo hagas!

Apolo: ¡¿Donde esta Hermes?!

Hefesto: ¡Madre no!

Artemisa: ¡No! ¡Detente!

....

Sebastián: .... Porque... Siempre que ay una desgracia en mi vida tienes que estar TU presente - murmura con voz quebrada, sosteniendo el cuerpo sin visa de Ganimides.

Zeus: No sabía que era tu prometido... Además...

Sebastián: ¡CALLATE! - grito el ente con fuerza- Mi pobre niño... Cuanto debiste sufrir... Lo lamento amor mio...

Zeus miro incómodo... Después de que Hera envenera a Ganimides, aún cuando varios intentaron detenerla, llegó Hermes con Sebastián, que miró en shock el cuerpo agonizante de Ganimides, pudo despedirse de él, pero eso no quería decir que no doliese menos.

Sebastián: Maldito sea el momento en el que acepte cuidar de ti, en el momento en que te ayude en su dia ¡No debi haberte aceptado nunca!

Una daga atravezo a Zeus, la mirada llena de odio de Sebastián era demasiado fuerte, le hizo temblar en su sitio.

Sebastián: No sabes cuanto te detesto...

Zeus: No me importa, no es como si yo hubiera querido ser criado por ti... Quedate en tu miseria y junto a los traidores...

Dijo eso pero dolió tanto decirlo... Que si fuera un mortal moriría de dolor...

Sebastián: Serás tu propia ruina Zeus... Jamás serás feliz, nunca serás amado de verdad porqué tu nunca lo has hecho de manera sincera, tan egoísta y cruel... No das mas que lastima...

Eso era mentira, por que el si había amado a alguien de verdad... Sebastián, su padre, el primero al que quizo y le demostró amor... Lo había perdido para siempre...

Zeus: No lo necesito ni a ti ni a nadie...

Porque el ya estaba mas roto por dentro de lo que jamás admitirá...