Batalla de Lagos

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- Romanoff, Wanda. Tenemos una misión - el Cap había ingresado a la sala de estar, donde Natasha le estaba enseñando a Wanda a cocinar.

- Explica lo que sabes, Steve - le contestó Natasha, mientras limpiaba sus manos en el fregadero de la isla.

- Les explicaré todo en el Quinjet. Prepárense ahora.

Wanda también se limpió y junto con Natasha, se dirigieron a la sala de entrenamientos para buscar sus trajes.

- ¡Esperen! - les dio Steve. - Tengo un plan. Ustedes vayan de civiles. Sam y yo usaremos los trajes.

Cambiaron de dirección y se dirigieron al pasillo de las habitaciones. Cada una ingresó a su correspondiente pieza y cerraron las puertas.

Wanda abrió su gran armario y se quitó su remera y falda negra con algo de nerviosismo. Era la primera vez, después de lo de Sokovia que hacía una misión con los Vengadores.

Se colocó un jean negro rasgado, una blusa musculosa de ceda des mismo color, sus botas marrones oscuro y una chaqueta verde amarronada. Dudo en quitarse el guardapelo y la hojita, regalos de Natasha, pero se los dejó como amuletos de la suerte.

Salió al mismo tiempo que Natasha lo hacía de su habitación. Esta llevaba un abrigo marrón claro, un jean oscuro y botas largas marrones. Debajo de las mangas del abrigo, se distinguían las muñequeras que Nat usaba para disparar blasters eléctricos.

Juntas salieron y se dirigieron a la plataforma del Quinjet, donde las esperaban Falcon, con sus gafas rojas, traje plateado, con detalles negros y rojos y su mochila que contenía sus alas de los mismos colores de su traje; y el Cap, con su uniforme azul oscuro, líneas blancas y rojas en el abdomen y una estrella blanca en el pecho, cargando su escudo en la espalda.

- Explícanos ahora - dijo Natasha, cuando la puerta del Quinjet se cerró y este arrancó.

- Recuerdas a Rumlow, ¿verdad? - preguntó Steve.

- Sí.

- Era un agente de HYDRA, ¿no es así? - Wanda recordó haber oído ese nombre unos años atrás.

- Exacto. Obtuvimos una señal de él. Pensábamos que estaba muerto, pero no es así.

- Estuvo vendiendo armas a terroristas y asaltando increíblemente a comisarías. Todo en Lagos, Nigeria - explicó Sam.

- Tomen - dijo Steve, entregándoles a Wanda una gorra negra y a Natasha unos anteojos oscuros. - Serán nuestros ojos en las calles. Sam estará vigilando desde un edificio y yo estaré en una habitación que reservé en un hotel.

- Rogers, sé más específico. ¿Dónde nos quieres? - repuso Natasha.

- En algún negocio. Un restaurant, café, bar. Algo al aire libre.

- Está bien - dijo Wanda, colocándose la gorra sobre su cabellera castaña.

El Quinjet se elevó hasta sobrepasar las nubes e inició viaje. Wanda, Natasha y Steve se abrocharon los cinturones, mientras Sam dirigía el Quinjet al sureste del mapa del monitor.

El viaje fue corto. Muy distinto a otras ocasiones, ya que esta vez se dirigían a Nigeria, ubicado al centro oeste del continente africano. A Wanda no le hacía mucha gracia volver a ese continente, ya que los daños causados en una ciudad de Johannesburgo (ciudad del deshuesadero) le traía malos recuerdos, pero se había dicho que debía dejar de guiarse por su pasado. Recomendación de Clint.

Al bajar por las nubes, vieron la hermosa ciudad de Lagos. Muy similar a Nueva York, tenía varios edificios bastante altos. El Quinjet aterrizó alejado de la ciudad y abrió su puerta cuando Steve les dio a todos comunicadores.

La Historia de Wanda MaximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora