La Historia de Wanda Maximoff

Los Acuerdos de Sokovia

El cielo repleto de nubes hacía que el día diecinueve de junio fuera muy triste. Wanda estaba despierta en su habitación. Eran ya las siete de la mañana y durante la noche había podido dormir poco.

Lo sucedido en Lagos había hecho que Wanda involucionara. Aunque ya había pasado más de un mes de lo de Nigeria, todos estaban hablando de eso. Por alguna razón, la explosión de Rumlow había causado más conmoción y revuelto mediático que la destrucción de Sokovia el año anterior.

Malos recuerdos comenzaron a rondar en la cabeza de la chica. Se puso una falda negra y una camisa del mismo color mangas largas. Tenía hambre, pero aún no se sentía lista para ir a la cocina. Fue hacia su lavatorio privado y se lavó la cara.

Al salir, se sentó en el escritorio, observando el pequeño panel de fotos que había hecho cuando llegó al complejo. Tenía fotos de sus padres, de su hermano, de una mascota que tuvo cuando era pequeña y de ella con todos ellos.

La explosión de Lagos causó que Wanda volviera a pensar en su pasado. Le afectó mucho que esa explosión hubiera ocurrido a tres días antes de la fecha de fallecimiento de su hermano. Eso la destrozó. Ya no practicaba ni había vuelto a utilizar sus poderes desde ese día.

Al llegar al Quinjet, luego de la explosión, se había anunciado que en ese edificio se hallaba la Embajada de Wakanda, un país de África. Los once wakandianos que se encontraban en la embajada murieron por la explosión desviada por Wanda.

Los medios de comunicación estuvieron destruyendo a la chica desde el día del incidente. La culpaban exclusivamente a ella por la bomba que Rumlow había activado. Como en la presa todo se sabe, comenzaron a divulgar que Wanda discriminaba a la población wakandiana, ya que se supo que ella estuvo involucrada en la destrucción que Hulk había causado en África el año pasado.

Cuando los medios divulgaron que ella había manipulado a Banner (lo cual era cierto), esta no entendía muy bien por qué. El Cap trataba de consolarla siempre y le explicó que en Wakanda se obtiene Vibranio, el metal que Klaue vendía ilegalmente.

No obstante, siguieron apareciendo un montón de noticias, que la acusaban de haberse unido a Ultrón y destruir Sokovia. Al recordar eso, Wanda tomó una de las fotos de su hermano y sollozó.

El mundo la estaba destruyendo y culpando de algo que no tenía la culpa del todo. Llegó a un momento en el que empezó a creerle a la prensa. Se echaba la culpa completamente y todo lo que había superado sobre su pasado comenzó a volver.

Se echó la culpa de la muerte de su hermano; volvió a sentir algo de rencor por Stark, quien en un principio él creó a Ultron y era más responsable de la destrucción de Sokovia que ella. Se culpó a si misma por haber accedido a los experimentos. <No lo habría hecho, si Stark no hubiera matado a mis padres>, se decía. Aunque Stark le explicó lo de sus padres, ella comenzó a desconfiar en él otra vez. No entendía por qué la gente la aborrecía a ella, cuando Stark era mucho más responsable de eventos como la creación de Ultrón, la muerte de varios sokovianos, incluyendo Pietro...

La muerte de esos wakandianos estaba en sus manos. Se sentía horrible por haber causado que esas personas perdieran la vida, como toda su familia.

- ¡Todo culpa de esto! - exclamó la chica al dejar la foto de su hermano y mirarse sus manos. - ¡Culpa mía!

Se llevó las manos a su cara y comenzó a llorar. Estuvo largo rato así, hasta que fue otra vez al lavatorio y se lavó la cara. Salió de la habitación y fue directo a la cocina. Se encontró con Visión vestido con un pantalón de vestir y un pulóver negro.

- Buenos días, Vis - dijo la chica con indiferencia. Se fijó en la isla del medio de la cocina y vio que había una bandeja con una taza de café, un vaso de jugo de naranja, mermelada, tostadas y un pequeño florero. Wanda se sorprendió, ya que Visión no podía comer.