Capítulo 23

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- ¡Buenos días Ana! -saludó Nuria a su compañera nada más entrar en su despacho- ¿Cómo se te presenta el fin de semana? -le preguntó.

Ana estaba focalizada en su ordenador, estaba leyendo, muy concentrada, uno de los trabajos que tenía que corregir para la siguiente semana, y no quería perder el hilo del texto. A veces le costaba horrores concentrarse con aquello, tenía que leer 50 trabajos exactamente iguales y cuando terminaba uno ya no sabía qué había leído en uno y que en otro.

- Tranquilo, o eso espero -respondió la canaria- Ya se me empieza a hacer cuesta arriba y eso que solo estoy de -Ana pensó, ni siquiera tenía en mente de cuanto estaba embarazada- de 22 semanas. Aún me queda casi la mitad -bufó al recordarlo

- Si es que la edad no perdona hija -comentó Nuria dejando a entender la opinión que ya había expresando en otras ocasiones.

- No hace falta que me lo recuerdes, ¿eh? -dijo Ana rodando los ojos y sin quitar su mirada de la pantalla- Esto es un horror. Mira -le dijo a su compañera señalando su pantalla a lo que esta se acercó para mirar- ¿Te lo puedes creer? ¿Cómo pueden llegar a la Universidad con estas faltas de ortografía? -se preguntó la morena.

- Ninguna novedad Ana, y saldrán de aquí con las mismas, ya lo sabes, no sé de que te sorprendes -le respondió su compañera que no le sorprendió para nada.

- Es una causa perdida, pero me es inevitable ponerme de los nervios al verlo -confesó la canaria- Bueno -dijo desistiendo y dejando aquello para otro rato- ¿Tu tienes algún plan?

- Nosotros vamos a ir al CosmoCaixa con los chicos -le explicó.

- ¿Ah sí? ¿Hay alguna novedad interesante? -cotilleó Ana.

Lo cierto es que siempre le había gustado ir a museos o hacer planes culturales, y nunca lo había dejado de hacer y se había esforzado en transmitir esa pasión a sus hijos, de hecho hacía menos de una semana que había ido con las más pequeñas a la Sagrada Familia. Y aunque en aquel momento solo le apetecía tumbarse en el sofá todo el fin de semana, no pudo evitar conocer más sobre aquello.

- Supongo que habrá alguna exposición temporal, pero no lo he mirado -le confesó Nuria- Ya sabes que allí siempre se distraen los críos, así que seguro pasamos un buen día -comentó.

- Pues ahora hace siglos que no vamos, creo que la última vez estaba embaraza de Inés, fíjate -recordó la canaria- pero bueno van cada año con el cole, así que prefieren ir a otros sitios.

- Igual es un buen plan -le replicó Nuria convencida- Ahora que hace este tiempo y no se puede salir ni a dar una vuelta sin que te llueva -dijo mirando por la ventana y observando como caía la lluvia.

- Me lo tendré que pensar entonces, porque si que es verdad que todos encerrados en casa es insoportable -confesó- Las pequeñas seguro que se apuntan, aunque me van a dar una guerra, no sé si valdrá la pena -dijo Ana riendo y recordando lo cansada que había llegado el sábado anterior.

- Tienes el domingo para descansar -le recordó Nuria.

- ¿Descansar? -preguntó sorprendida- En mi casa no se descansa.


🖤🖤🖤


- ¡Corred! ¡Se están pegando! -alertaron unos gritos.

Naira se estaba tomando su bocadillo de desayuno junto a sus amigas, sentadas en el bordillo de la pista de fútbol y teniendo una charla distendida, cuando esos gritos de una chica que corría a gran velocidad por el recreo las alertaron a todas.

Nueve y medio | ‪WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora