Capítulo 20

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- Jo mami, es que nos prometiste que hoy iríamos al parque -se quejó Lola.

- Lo sé amor, pero ¿no ves cómo llueve? -dijo señalando a la ventana- No podemos ir al parque ahora porque nos vamos a empapar -le hizo entender a la pequeña.

- Jo mami, pero es que nunca nos llevas al parque ya -siguió la niña en sus treces, pues estaba muy ilusionada con ese plan y no quería que nada ni nadie se lo truncase.

- Ya iremos otro día, pero es que ahora no se puede, tienes que entenderlo Lola. A veces pasan cosas que no nos esperamos ni podemos controlar -le explicó a la niña para intentar calmar un poco la frustración- Pero hay una cosa que si podemos manejar nosotras -le contó a la niña.

- ¿El que?

- Ahora, podemos decidir si estamos tristes porque se nos ha fastidiado el plan o si pensamos en otra cosa que podamos hacer en casa para divertirnos -trató de convencer a la pequeña.

- Pero es que en casa me aburro mami, no sé que hacer -siguió Lola quejándose.

- Podemos hacer una tarta, pintar un dibujo o ver una peli -le propuso la morena.

- Ay es que eso es muy aburrido mami -siguió la niña.

- ¡Ya sé! -exclamó Ana- ¿No querías ver las fotos el otro día?

- Sí, pero solo si me cuentas historias, porque cuando las miro sola es muy aburrido -le explicó la niña.

- Claro, las miramos juntas, ¿tu y yo solas? -le preguntó Ana.

La canaria era consciente de que era muy complicado, por no decir imposible, pasar ratos a solas con alguno de sus hijos, sobretodo con las más pequeñas. Por eso, cuando los astros se alineaban y por alguna razón se quedaba a solas con alguna de ellas intentaba regalarles ese momento de "hija única" qué tanto les gustaba.

- Sí -asintió la niña.

- Pues venga, tráeme el que tu quieras -le pidió Ana.

- Este -dijo Lola cogiendo uno de los álbumes y llevándolo hasta el sofá para sentarse con su madre- ¡Uy! Se ha caído esto -dijo dándole una pequeña fotografía que había caído del álbum hasta el suelo.

- Mira, esto es la primera ecografía de Naira y Sofi -le explicó Ana mirando la foto con una sonrisa.

- Eco... -dijo la niña confundida.

- Ecografía -le ayudó su madre- Cuando vemos el bebé dentro de la barriga -le explicó- Mira, esta es una y esta es la otra -dijo señalando en la imagen.

- ¿Quién es quién? -le preguntó a Ana, pues era obvio que ella no las podía diferenciar.

- Pues no lo sé Lola, son solo unas manchitas.

- ¿Y cómo se ponen dos bebés en la barriga? -preguntó mientras trataba de entender aquello.

- Sabes que hay dos tipos de gemelos, ¿verdad? -le recordó Ana, pues ya habían hablado de eso algunas veces.

- Sí, Sofi y Naira son de las diferentes, son mellizas -respondió la niña que ya estaba algo informada del tema.

- Pues en este caso, era porque esta vez había dos huequitos en la barriga de mamá y por eso pudo tener dos bebés a la vez -le explicó Ana adaptando la información a su nivel de entendimiento.

- ¿Y cómo sabíais que había dos huequitos? -preguntó algo confundida.

- Pues eso es algo que no se sabe Lola.

- ¡Ah! -dijo llevándose las manos a la boca- ¿Fue sorpresa?

- Algo así -dijo Ana riendo al recordar cómo recibieron la noticia.

Nueve y medio | ‪WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora