Juana estaba abrazando a Martín y llorando de felicidad. No podía creer que su pequeño hijo tuviera a su esposo y también a su propia casa.
,,Te extrañaré mucho, cariño", le susurró al cabello y le acarició la espalda. Martín apoyó la cabeza sobre su pecho, tratando de contener las lágrimas.
,,No quiero moverme, mamá ..."
,,Pero Martín, es nueva etapa de tu vida. Aunque no es como siempre lo quisiste pero serás feliz, créeme", dijo Juana y secó la lágrima de su hijo. Martín asintió y miró su mano. Todavía no podía acostumbrarse a que su pulsera se haya ido.
Para siempre.,,Hablé con la señora Campos. Los solteros ya llevaban maletas a su casa", dijo el padre de Martín que acababa de llegar.
"Yo...¿no volveré a casa?" tartamudeó Martín. Fue todo tan rápido que ni siquiera tuvo la oportunidad de darse cuenta de lo que estaba sucediendo.
,,Mañana los esperamos a usted y a Juan para una cena. Hoy ustedes dos deberían estar juntos, ni siquiera han hablado todavía. Y también tienes que desempacar tus cosas ". Martín sabía que hablar es lo último en lo que pensará su esposo. Con el corazón roto se despidió de sus padres y regresó a Juan, que estaba cerca. Martín ya comenzó a acostumbrarse a una sonrisa arogante que siempre aparecía en el rostro de Juan cuando lo veía.
,,¿Podemos ir?" preguntó Juan.
,,Podemos", exhaló Martín y exclamó cuando la mano de Juan le rodeó la cintura.
,,Guíame, princesa. Me perdería, todo se ve igual", dijo Juan con poco, pero aún visible asco.
,,Es tu hogar ahora".
,,Lamentablemente...prefiero llevarte a bosque para ser honesto". Martín comenzó a temblar cuando recordó la horrible noche. Juan obviamente notó el miedo de Martín y se rió.
,,¿Qué? ¿No te gustó mi casa, princesa? ¿De verdad eres tan malcriado que pocos hombres y un poco de tierra te asusten?" bromeó Juan, mirando la cara de Martín llena de preocupaciones.
,,Sabes muy bien que sí. Nos estaban...tocando como...como..." no pudo encontrar las palabras correctas. Juan lo apretó con más fuerza y se inclinó sobre su oído.
,,Pero te acabas de casar con uno, Martín".
Martín queria salir del apretón de su esposo, pero no quería provocar a Juan. Hoy no. Caminan fonalmente hacia la calle de casas vacías, que pertenecerán a las parejas de recién casados. No hace mucho, los viejos ciudadanos vivían aquí, pero tan pronto como tenían setenta años, después de la ceremonia fueron asesinados por inyección que hizo que sus corazones dejaran de latir. Los ciudadanos ya se habían ido de este mundo así por miles de años y les parecía completamente normal. Se fueron cuando llegó el momento de liberar espacio para los recién nacidos.
Ambos se detuvieron en la casa número 69. Esta será su casa desde hoy.
Juan abrió lentamente la puerta y ambos entraron.
Martín se dio cuenta de que su nueva casa es igual a su antigua casa. Las mismas decoraciones, los mismos colores y las mismas habitaciones. Él sonrió, será más fácil acostumbrarse, se sentirá como en casa. Se giró hacia su maleta que estaba en el suelo en la puerta. Quería desempacarlo cuando las manos envolvieron su cintura nuevamente.
,,Las maletas pueden esperar, princesa", le susurró Juan sensualmente al oído con voz ronca. ,,Yo...realmente...quiero desempacar..." tartamudeó Martín nervioso. Juan solo se rió y tiró Martín a sus brazos como un pequeño bebé. Lo llevó a su nueva habitación. El de ojos verdes sabía muy bien lo que el rizado quiere hacer con él y no se sintió preparado para eso. ¡Después de todo, ni siquiera lo conoce!
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Elección// Isargas, traduct al español
FanfictionMi esposo no era mi eleccion. Era eleccion del sistema Escritora original: @kebiska