Elección// Isargas, traduct al español

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Han pasado pocos minutos, pero a ambos les parecieron horas. No estaban hablando, solo presionándose el uno al otro y agradeciendo a Dios que pudieran estar juntos de nuevo.

,,Juan, debemos irnos", dijo nerviosamente Alejo y Martín miró hacia la puerta, al ver a todos los Rechazados apareció una gran sonrisa en su rostro, que se agrandó aún más al notar la aparición de sus dos mejores amigos.

,,Villa, Simón", exhaló alegremente, dejó a su marido y saltó sobre Simón, luego Villa también lo abrazó. Martín se echó a llorar, esta vez de alegría. La pesadilla iba desapareciendo y ahora mismo se sentía como en un cuento de hadas.

,,¿Qué hay de nuestra niña?  ¿Está bien?” dijo Juan y pusó posesivamente con sus manos en la barriguita de Martín. Martín asintió y cubrió las manos de su esposo con las suyas. No sabía si era algún instinto de padres, pero sentía que su pequeña estaba bien.

,,Feliz de oír eso", susurró Juan y besó a Martín en su cabello. Luego miró hacia arriba y miró a los demás. ,,Llevaremos a Martín a casa de sus padres. Villa, Simón, volverán a tu hijo y los quedarán con los padres de Simón".

,,Juan tú...¿me vas a dejar?" dusurró Martín asustado y su corazón empezó a latir con fuerza. Se apartó del rizado y miró a sus ojos castaños.

,,Tengo que hacerlo, Martín, mi trabajo aún no ha terminado", respondió Juan de mala gana. No estaba nada contento de tener que volver a dejar a su marido, pero no había otra opción. Si quiere darle buena vida a Martín y a los demás, tiene que hacer algunas cosas.

,,Pero..."

,,Ahora no vamos a hablar de eso, amor, tenemos que sacarte de este terrible lugar", dijo Juan y tomó a Martín en sus brazos como un bebé. Escuchó un sonido detrás de él. Se dio la vuelta y vio al doctor de que se olvidó por completo. Su mirada se oscureció.

,,Alejo, haga lo correcto con el doctor ".

Alejo asintió y apuntó con el arma al hombre. Él cayó de rodillas y comenzó a pedir piedad.

,,¡No!" gritó Martín. ,,No, Juan, él no me hizo daño, solo lo hacía porque Nathalia lo obligó. Lo necesitaré para nuestra pequeña. Por favor...."

Juan se apresuró, pero la voz suplicante de Martín lo convenció. Una groceria se escapó de sus labios antes de asentir con la cabeza a Alejo y él escondió su arma.

,,Cuando llegue el momento, irás al bosque con nosotros y te unirás a Rechazados, o te mataré sin dudarlo.  ¿De acuerdo?"

,,Sí, señor Isaza", respondió el doctor en voz baja y se secó la frente sudorosa con la mano.

Juan le frunció el ceño por última vez y luego salió del laboratorio junto con su princesa. El corazón de Martín todavía latía con fuerza y ​​todavía temblaba, lo que puso a Juan tan nervioso y preocupado.

,,Princesa, ahora tu hará lo que yo diga, ¿de acuerdo? Cubrirás tu rostro en mi camisa y no mirarás a tu alrededor hasta que te lo diga, ¿de acuerdo?  No importa si escuchas gritos, disparos… no miras”, dijo estrictamente y Martín asintió con la cabeza. Juan no quería que él viera sangre y cadáveres que estaban por toda la ciudad, primero tiene que recuperarse del shock.

,,Vamos", ordenó Juan y huyó junto con Martín. Sintió la cara de niño hundirse en su pecho y tuvo que sonreír. Su sonrisa no duró mucho, cuando corrieron alrededor del cadáver de James. Juan se convenció de seguir corriendo. Ya no podía ayudar a James, su princesa era su prioridad ahora.

Se relajó cuando salieron del edificio y pudo respirar el aire fresco. No había nadie aquí y Juan se sintió aliviado porque no sería fácil disparar con Martín en sus brazos. Por suerte la casa de los Vargas no estaba tan lejos y en pocos minutos estaban en la calle correcta.