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Martín nunca sintió más miedo en su vida. No incluso antes de la ceremonia de Elección. Ni siquiera la primera noche en el bosque. Ni siquiera cuando Juan lo violó. Ni siquiera cuando Greg lo secuestró.

Sabía por qué. No solo temía por su vida, sino también por su pequeña niña.

Primero trató de luchar, pateaba y trataba de escaparse de sus manos. Pero después de recibir un fuerte golpe en la cara, se rindió y dejó que lo llevaran frente al gran edificio.

Laboratorio.

¿Por qué están en laboratorio? ¿No dijo Nathalia que es un traidor? ¿No debería estar frente al Consejo?

Los soldados le apretaron aún más las manos cuando lo llevaron al edificio, siguiendo a Nathalia, quien los conducía a través de la parte subterránea del laboratorio, donde solo se permitía estar a unas pocas personas. Martín temblaba de claustrofobia, el pasillo por el que caminaban estaba casi completamente a oscuras, las ventanas faltaban por completo y el aire estaba lleno de químicos y viciado. Los pensamientos de huir desaparecieron de repente. No había ningún lugar para huir de aquí.

Nathalia abrió una puerta grande y Martín fue empujado hacia ella. Apareció en un gran laboratorio con muchas máquinas que Martín no reconoció, frascos con algunos fluidos e instrumentos quirúrgicos que brillaban ominosamente en la luz antinatural.

En medio de la habitación había una cama hospitalaria con cuatro fuertes cinturones de cuero, que estaban esperando a que alguien fuera atado.

El médico de Martín estaba junto a la cama.

Martín entró en pánico. Finalmente se dio cuenta. Por eso Nathalia le gritaba al soldado que tuviera cuidado con el feto. No porque tuviera miedo de que muriera. Quería mantener al bebé bien hasta que pudiera estudiarlo.

Ella quiere matarlo. Y lo peor, quiere matar a su pequeña.

,,¡¡No!!" gritó Martín y se estremeció con una fuerza repentina que los soldados que lo sujetaban no esperaban y quedó libre. El moreno en un esfuerzo desesperado por escapar corrió hacia la puerta, donde fue empujado nuevamente al suelo, sintió un horrible crujido en la nariz y la sangre corriendo por su rostro al mismo tiempo. Comenzó a sollozar muy fuerte y llorar histéricamente, pidiendo ayuda. Estaba llamando a Juan, Villa, Simón, su mamá, a todos los que pudieran ayudarlo ahora.

Pero a nadie le importaba su llanto. Los hombres lo levantaron y lo pusieron en la cama, donde ataron al chico con los cinturones de la manera que no podía moverse.

Martín sollozaba y gemía como un animal herido. Al menos quería ponerse las manos en el vientre para sentir que estaba protegiendo a su pequeña, pero no podía.

Miró al doctor con mirada rota.

,,¿Por qué? Como pudiste..."

El doctor Baños palideció y se apartó de Martín sin decir palabra. Sus hombros temblaron por el peso del culpa

Nath se acercó al chico y cruzó las manos sobre su pecho.

,,Incluso aunque yo te parezca una persona sorda, no es así. Y tú, como Ordenado, debes aceptarlo con humildad y disposición. Sacrificarás tu vida por la sociedad ", dijo fríamente.

Martín le escupió de repente en la cara. Nathalia jadeó y se limpió la saliva con la mano. Sus ojos estaban llenos de ira y resentimiento.

,,Quizás llevo uniforme de Ordenados, pero en mi alma soy Rechazado", dijo Martín, finalmente dijo la verdad que estuvo escondido por semanas.

El rostro de Nathalia se contrajo de rabia que ya casi mo se veía como un humano. Apretó los puños y se inclinó hacia el rostro del chico.

,,Vas a sufrir. No dejaré que mueras tan fácilmente. Odio a los traidores," siseó en voz baja. ,,Me alegrará ver que la vida abandona lentamente tu cuerpo. Y después de que mueras, será el turno de tu amado esposo.

Elección// Isargas, traduct al español Donde viven las historias. Descúbrelo ahora