"Y cuando desapareció la jaula, el pájaro extendió las alas y emprendió a toda velocidad su vuelo. Pero olvidó que los espejos y las ventanas, también se saben vestir del azul del cielo. Su libertad lo mató, porque no supo manejarla... pero murió sintiéndose libre."—Helena Candiani
"¡Helenaaaa!"—la voz de Damasco me llamó desde abajo, sonaba bastante alterado, incluso para él... El problema fue que después del golpe, ni siquiera tuve tiempo de girarme para intentar buscarlo con los ojos y responderle porque, en lo que me pareció una extraña ola de calor, todo a mi alrededor se volvió demasiado negro.
Es muy curioso todo lo que puede pasar en el transcurso de 5 minutos... ese fue el tiempo que demoró cierta chica (acá moi) en volver a abrir los ojos, luego de que le propinaran un tremendo manotazo en la cara marca: llorarás.
Y si no lloré fue porque mis glándulas lagrimales también terminaron noqueadas. Y es que nunca sabes quienes pertenecen al club de los que tienen "la mano pesada" hasta que te pasa algo parecido a lo que me pasó a mí. Gracias Alan Garcés, ahora ya todos sabemos que no necesitas ser un gran luchador porque sólo basta un zape como los que tú das para descontar a alguien y hacerlo ver estrellitas de todos los colores que existen.
En fin, levantemos el telón para que puedas apreciar todo lo que sucedió después y si me permites darte un consejo, te sugeriría que te pongas cómodo, porque pocas veces ha habido circos así de buenos que además, tengan la peculiaridad de llegar a su clímax dramático únicamente en 5 minutos.
"Solo son 5 minutos" —pensarás—"¿Qué tanto pudo pasar?"
Ja.
Jaja.
Jajaja.
Creo que te sorprenderías mucho si supieras TODO lo que puede pasar en ese pequeño lapso de tiempo, porque no has considerado la variable más importante de todas: ninguno de los ahí presentes éramos personas normales y razonables. Así que si había una forma de hacer las cosas mal, seguramente encontramos la forma de hacerlas peor, MUCHO PEOR... llámalo talento nato si quieres.
Resulta que solo bastan unos pequeños, insignificantes y aparentemente indefensos, 5 minutos para que una chica pase de modo: "Estoy haciendo mi acto de diva orgullosa y dramática, porque creo que me merezco una disculpa bonita pero además te conozco y sé que vas a aguantar cada uno de mis desplantes que no le hago a nadie más que a ti, y además sé que en el fondo te gustan" a "Me acabo de convertir en una extraña bolsita de catsup humana, recién aplastada, y si no me ponen rápido de ladito, me voy ahogar. HEEEELP"
Eso desató el caos.
*Crash*
"Ah sí... y me acabo de pegar con el filo de las gradas justo al centro de la frente, así que, si una nariz rota no era ya tragedia suficiente, también me saldrá un chichón que me hará parecerme mucho a un unicornio... zombie".
Ah... pero eso no fue todo.
Oh, no.
Claro, que por supuesto, que no.
Porque resulta que en esos mismos 5 minutos, un chico (que gracias a su tranquila, madura y pacífica forma de resolver los problemas, tiene todas las miradas del cuerpo estudiantil encima) puede decidir arrancarse los bóxers y los pantalones ahí mismo, porque según él, le estorban para correr gradas arriba (¿Tanto te costaba volvértelos a subir Damasco? ¿¡Por qué mierda hiciste eso!? ¡¿Por qué?!) y es que al parecer para poder entrar en modo Hulk, uno también tiene que romperse la ropa: es todo o nada Caballeros.
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El día en que mi reloj retrocedió [Completa✔️✔️]
Fantasy¿Qué harías si un día lograras regresar tu vida desde el principio? Helena Candiani pudo hacerlo. No sabe cómo lo hizo ni si es capaz de hacerlo de nuevo... tampoco si fue un evento fortuito o si fue provocado por algo o alguien. Pero hay algo de l...