Capítulo 1 - KTH

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[Miércoles 18 de Marzo, 2020]

Mi nombre es Kim Taehyung y llevo cuatro años muerto, sí, dije muerto. Sigo viviendo en mi casa, aunque no sabría decir si está bien dicho ya que a la vez estoy muerto.

No fue una muerte natural, tenía solo 19 años cuando ocurrió. A veces recuerdo momentos de aquel día, algo borrosos ya que fue hace mucho, pero los recuerdo y siguen perturbándome día tras día.

Durante estos años han pasado varias cosas, la mayoría deprimentes, como que me enviaran la carta de despido de Jeon's company, donde trabajaba, sin siquiera una misera llamada para ver si estaba bien, que nadie viniera a por mi cuerpo sin vida hasta pasadas unas tres semanas cuando vinieron a desahuciarme y se encontraron con la escena del crimen, mi solitaria y aburrida vida como fantasma, entre otras cosas.

Pero que, aún teniendo familia y un par de amigos, que nadie se preguntara dónde estaba ni de si estaba bien, fue lo que más me dolió. Desaparecí y a nadie le importó.

Hace un mes un chico se alojó en mi casa, al parecer la compró ya que quedaba más cerca del lugar al que va cada día. Es buen chico, inteligente, atractivo y a veces gracioso, verlo aburrirse y hacer el tonto, o escucharle gritar/insultar a los muebles cuando se tropieza o se da algún golpe me entretiene y me alegra algunos momentos de mi aburrida eternidad.

Él no sabe nada de mí, pero yo demasiado de él, su forma de ser, de cómo cuida mi hogar, todo, dice mucho de él. Según vi en los papeles que trae del trabajo es el hijo de mi exjefe, con quien mantenía una buena relación. Recuerdo que mis dos últimos días de vida no vi al jefe en el trabajo, me pareció extraño ya que siempre teníamos el descanso juntos, pero según llegué a enterarme el pobre hombre falleció de un infarto.

— Ya está aquí... -murmuré para mi mismo al escuchar la puerta principal abrirse-.

Me hice invisible y fui a verle, se le veía demasiado cansado. Fue directamente hasta su cuarto y una vez llegó a este se tumbó en la cama dejando todo lo que llevaba en las manos tirado a su lado, no tardó mucho en quedarse dormido, aproveché para tomar su temperatura y como pensaba, por el aspecto y ánimos que traía, tenía fiebre.

Esa vez no pude evitarlo, no podía quedarme viéndole enfermo sin siquiera ayudarle en nada, así que fui a la cocina, tomé un paño, lo humedecí con agua tibia y volví con él. Me quedé pasando el paño por su frente, le quité la chaqueta para que estuviera más cómodo y al rato de verle mejor aparté cualquier prueba y la dejé a su lugar correspondiente. Estuve toda la noche a su lado para vigilar cómo evolucionaba su fiebre mientras terminaba de rellenar los papeles que trajo y dejó tirados a su lado. Sabía lo que hacía, trabajé en la misma empresa así que no tuve ninguna complicación en terminar de rellenarlos y al finalizar, los ordené y los dejé en su escritorio.

[Jueves 19 de Marzo, 2020]

Aquella noche se me pasó rápida al estar entretenido con sus papeles y al empezar a amanecer, esperé a que despertara.

— Mm, joder...

Sobó sus ojos y se quedó observando el techo durante unos largos segundos, algo confundido miró a su alrededor, se sentó cruzado de piernas en su cama aún adormilado y ladeó suavemente su cabeza para luego levantarse y buscar los papeles algo alterado, suponiendo que los tenía que entregar aquel mismo día. Una vez los encontró en el escritorio se sentó en su silla y estuvo un buen rato comprobándolos una y otra vez provocándome una pequeña risa al escucharle.

— ¿Qué mierda? ¿Cuándo...? -echó sus cabellos hacia atrás con ayuda de su mano y suspiró pesado- me estoy volviendo loco...

Colocó los papeles dentro de sus archivos, se cambió de ropa y bajó a desayunar.

[Martes 31 de Marzo, 2020]

De aquel suceso ya pasaron unas par semanas, sigo siendo inexistente para él, pero aún así intento ayudar en pequeñas e inapreciables tareas de la casa como en algunas reparaciones o espantando a algunos animalillos e insectos que se cuelan en la casa.

Ahora mismo acababa de llegar a casa, tiró su abrigo y todo lo que tenía en sus manos al sillón y se dejó caer en el sofá boca arriba. Levité sobre él, tenía sus ojos cerrados y su mano en su cabeza, parecía estresado, y no me extrañaba, siendo tan joven había heredado la empresa que solía llevar su padre.

— Quiero desaparecer... -murmuró acompañado de un suspiro y de la nada abrió sus ojos-.

Me sorprendí ya que parecía que me estuviera mirando con aquella mirada profunda, me alejé un poco de él y comprobé que no era a mí a quien miraba, había una grieta en el techo.

"¿Que creías, que te miraba a ti?"

Doloroso pero cierto, aunque pudiera hacerme visible para él prefería seguir así, no quería asustarle y que se marchara de la casa, no quería estar solo de nuevo, aquella casa al parecer no era fácil de vender y en gran parte ya me había acostumbrado a tenerle por la casa. Pero por otro lado quería que me viera, existir para él, poder ayudarle y no a escondidas. Acabé quedándome sobre sus cosas, escuché todas sus quejas y algún que otro llanto, al parecer empezaba a hartarse de haber tomado el mando en la empresa después de la muerte de su padre, le presionaban mucho y acababa agotado tanto física como mentalmente.

No podía soportarlo más, cada día le veía llegar a casa peor, no quería que acabara llegando al límite o que enfermara por culpa del trabajo así que decidido pero con un cierto temor subí a su cuarto, busqué algún folio que no le fuera útil y le dejé la nota sobre las sábanas grisáceas de su cama.

"Ve a descansar, ya me ocupo yo de todo"

Me quedé esperando por él dudoso de si dejar la nota o esconderla cuanto antes, al fin y al cabo era un fantasma y tenía miedo de su reacción, de que se asustara de mi y acabase quedándome solo de nuevo.

Pasados unos minutos empezaron a escucharse pasos en las escaleras, me aparté un poco de la cama y le vi entrar arrastrando sus pies. Colocó su abrigo en el perchero y dejó el maletín en su escritorio para luego quedarse mirando la nota que le dejé sobre la cama.

Miró hacia ambos lados y se dio la vuelta, su ceño fruncido lo decía todo, estaba en modo de defensa.

— ¿Quién anda ahí? -tomó el papel arrugándolo en el interior de su puño-.

Miró a su alrededor sacando su teléfono de su bolsillo trasero del pantalón y lo encendió preparado para teclear el número de la policía.

— Genial, para acabar se me cuela un loco en la casa...

Murmuró entre dientes revolviendo su cabello agobiado.

— ¡O sales ya o llamo a la policía! -dijo con un fuerte tono de voz llegando a asustarme, era la primera vez que le veía enfadado de esa manera-

Pero aún así acabé hablando.

— Aunque les llames no me podrán ver, te acabarían tomando por un loco...

Su mirada guiada por el sonido de mis palabras se posó en mí, bueno, exactamente por encima de uno de mis hombros al no verme y solo guiarse por mi voz.

— No te asustes, no quiero hacerte daño, solo quiero vivir en mi casa... -murmuré levitando hasta sentarme en la cama-.

Aparecí ante su vista, y simplemente se me quedó viendo en silencio durante unos segundos eternos con la misma expresión. 








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Déjame Verte [KTH + JJK] (TH ver.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora