[Viernes, 15 de Mayo, 2020]
Había pasado ya una semana desde que Yoongi me descubrió en la oficina de Jungkook, habíamos quedado en seguir con la mentira que habíamos contado, sobre que me habían contratado temporalmente, para que fuera todo más creíble que contar la extraña verdad.
Al contrario que el primer día, tuvimos más cuidado y le pusimos un cerrojo a la puerta, por lo que, quien quisiera entrar debía de llamar antes de hacerlo, así nos daba tiempo a reaccionar y tendría tiempo para hacerme invisible en el caso de que no fuera ni Yoongi, ni Jin, ni Kook, antes de abrir la puerta desde dentro.
Aquel día, como se había hecho costumbre, fui con Jungkook a la empresa, estuvimos unas pocas horas y cuando terminamos la faena de aquel día nos volvimos para casa en coche.
Ese mismo viernes era el día en el que se había fijado mi encuentro con Jimin. Habíamos acordado la hora con Yoongi, y según lo que nos comentó, Jimin quería que el encuentro fuera en su casa, la cual actualmente compartía con Yoongi.
No podía encontrarme más nervioso, en cuestión de unas pocas horas estaría de nuevo cara a cara frente a mi mejor amigo, debía explicarle tantas cosas, arreglar malentendidos y sin duda recuperar su amistad.
— Todo va a ir bien, ya verás, vamos a dejar las cosas en casa y en media hora vamos hacia la casa de Yoongi y Jimin, ¿si? -dijo Jungkook con un tono suave mientras agarraba mi mano y salíamos del coche al estar ya aparcados en el garaje de casa-.
— Ya, pero no puedo evitar estar nervioso, hace mucho que no le veo... -reí suavemente y le acompañe hasta estar ambos dentro de casa-.
Me quedé en el salón levitando en el sitio mientras esperaba a que se cambiara de ropa a una más cómoda.
No podía dejar de pensar en los posibles casos de que se asustara de mi, que no quisiera creerme, que acabase por alejarme y no querer saber nada más de mí.
Durante esos días atrás me había preparado mentalmente que decir, como presentarme, con que empezar a explicarles y la manera en que decirles. Pero aún así tenía el presentimiento de que me ocurriría al igual que en las presentaciones de clases, por más que me preparase que decir cuando llegase el momento de hablar los nervios conseguirian dejarme en blanco.
— Kookie... -dije suave cuando le vi bajar ya cambiado de ropa, me acerqué a él algo alterado abrazándolo con fuerza- soy un fantasma, no como, hay que decirles antes de empezar a comer y... -le miré entrecerrando mis ojos y acabé frunciendo el ceño algo infantil- ¡no te rías!
Le di un pequeño golpe en su hombro al escuchar una risa de su parte y hice puchero suspirando pesadamente ante tantos pensamientos que tenía en mi cabeza en aquel momento. Me acerqué de nuevo a él abrazándolo con fuerza y cerré mis ojos al acurrucar mi cabeza en la curvatura de su cuello, aquello junto con sus caricias era la única manera que tenía a mano para calmarme.
— Te digo que todo irá bien, ¿vamos? -dijo suavemente sin dejar de acariciarme-.
A veces era demasiado infantil, pero no podía evitarlo, y menos en aquella situación, con suerte tenía el apoyo Jungkook y sabía que estaría conmigo en cualquier momento.
Una vez calmado nos volvimos a ir al coche, fui todo el camino jugando y pellizcando mis propios dedos bastante nervioso mientras iba guiando a Jungkook hasta que llegamos a la casa y aparcamos en la entrada.
Bajé la mirada viendo el temblor nervioso en mis manos y solté una suave y forzada risa enseñandoselas a Jungkook.
— Creo que no estoy listo -apreté en dos puños mis manos sintiendo húmedos mis ojos sin atreverme a volver a alzar la mirada hacia aquella casa- no puedo.. ¿Cómo le digo tantas cosas...?
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Déjame Verte [KTH + JJK] (TH ver.)
FanfictionKim Taehyung es un chico de 19 años, independizado y trabajador en la empresa Jeon's Companies. Lleva una vida tranquila y simple, pero esta se verá afectada al morir reencarnado como fantasma. Además, un nuevo individuo, Jeon Jungkook comprará su c...