24: Quiero

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Narra Autora

Es una tarde silenciosa en el interior de A.D.A, las cortinas se mueven con suavidad gracias al viento, y hace algo de calor.

Además, han pasado dos días desde que ____ y Dazai se volvieron pareja. Pero... Aunque en público se muestran más cariñosos que lo usual, aún no cuentan la noticia al resto del equipo.

Ahora mismo, la joven tiene la cabeza apoyada en el hombro del varón, y este dormita sentado frente a su escritorio, con ambas manos por encima de sus piernas, y su cabeza brevemente inclinada hacia atrás.

Dado a que llevan ya un rato sin mover ni un dedo, a ambos les ha invadido el sueño, y no ven la hora de volver a casa. Mas, aún faltan casi tres para que aquello suceda.

Sin embargo, de repente─ ¡____!─ alguien le llama, y la nombrada no tarda en dar media vuelta en busca de quien le acaba de hablar.

Ahí, se percata de que Kunikida está a un metro suyo, y de que este le ve con cierta seriedad mientras mantiene una de sus manos oculta en el interior del bolsillo de su pantalón.

─¿Sí, Kunikida-san?─. Pregunta la chica. Dicho lo último, Osamu no demora mucho más en abrir los ojos también, volteando a ver a su compañero luego de pocos segundos. Por curiosidad, más que nada.

Y entonces, captada la atención de ambos, el rubio alza su brazo, y muestra a la pareja una hoja que afirma con su mano derecha─. Necesito que vayan a esta dirección. Un cliente los espera─. Resume, hablando con firmeza.

El castaño asiente rápidamente, y la chica recibe aquella hoja de manera suave, cuidando el no arrugarla.

─¡Mocoso!─. Llama el de lentes, alza la voz en el intertanto, y voltea brevemente en dirección del albino, haciéndole una ceña con sus ojos e indicándole así que se acercase.

Casi de inmediato, el menor llega junto al resto, y ve al hombre con notable curiosidad asomando por sus ojos─. Él irá con ustedes─. Finaliza, apuntando al de cabello blanco.

La chica asiente con delicadeza poco antes de levantarse del asiento. Y, luego de acomodar el cierre de su abrigo, alza la cabeza y conecta su mirada con la del de anteojos.

Abre la boca, pero es interrumpida por un grito.

─¡Saldré a comprar un par cosas, nos vemos luego!─. Pues Yosano ha avisado aquello justo antes de cerrar la puerta a sus espaldas, sin dar tiempo a los demás para contestar o pedir cualquier cosa.

─...─. Hay un instante de silencio─. Aquí hay una foto del hombre. Su nombre es Raymond Hale─. Añade, extendiendo otro papel, pero esta vez en dirección del castaño y al unísono en el que el albino se sitúa a un costado de este, para así poder ver la imagen─. Vino aquí hace unos días en busca de ayuda, pero tengo ciertas sospechas respecto a él─. Así, al decir lo último, mete nuevamente una de sus manos al bolsillo de su pantalón, y su mirada viaja hacia la chica por una fracción de segundo, pero ella no lo nota.

─Tengan cuidado─. Ahí, aunque habla para todos, deposita su mano sobre el hombro de _____, y frunce las cejas con cierta preocupación mientras le ve directo a los ojos, ya que la primera reacción de la joven ante el tacto fue alzar la cabeza─. Dazai...─. Pero, cuando él vuelve en sí, agita su cabeza con disimulo y voltea en dirección del castaño, nuevamente serio─. Úsala solo sí es estrictamente necesario...─. Finalmente, dictada la última palabra, extiende su brazo hacia el otro varón, y le muestra una pistola.

─De acuerdo─. Murmura este, recibiendo el arma para poco después guardarla por debajo de su chaqueta.

(. . .)

INESTABLE [Dazai y tú] (completa/editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora