Capítulo 19.-

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Seúl, Corea del Sur.

Bajé del Audi negro que había pasado por mi al aeropuerto. Estaba frente un enorme y elegante salón de eventos cercano a Top Cloud. Tuve que aguantar el acoso de la prensa. Mi máscara individual fue colocándose en su sitio poco a poco. Oculté mi mal humor con una sonrisa amable y siendo fiel a mi fuerza de voluntad, pasé entre los flashes. De igual modo, había adquirido respeto en el medio. A mi alrededor había una pantalla protectora. Nadie se me acercaría a hablar hasta que yo les diera alguna señal de que podían hacerlo.
Caminé hasta llegar a la sala principal, ajeno y completamente sereno. Moría por tomar algo frío. Cuando un camarero pasó cerca de mío enganché una copa de agua mineral. Alguien dijo mi nombre. Me giré y vi a YiJung acercándose con una amplia sonrisa. Me alegré al verle. Lo saludé con los brazos abiertos y agradecido por la compañía de un rostro conocido.

-¡Hey!- sonreí estrechando su mano, antes de juntar nuestros hombros. JumPyo se nos emparejo y también nos dimos un afectuoso abrazo.
-Días que no te vemos. ¿Cómo está Macao?- cuestionó YiJung manteniendo el ánimo.
Hice una mueca.
-Horrible- me quejé haciéndolos reír. Charlamos un poco sobre el trabajo y pregunté por el suyo. No me sorprendieron. Cumplían sus rutinas de la misma forma que hace diez días. Pasé mi mirada por el lugar viendo a los cientos de hombres portando trajes oscuros, la falta de un traje blanco me hizo preguntar-. ¿Y JiHoo?
-En su casa- respondió YiJung-. Sabes que odia venir a estos lugares.
Todos lo odiábamos, pero teníamos fructíferos negocios y padres que contaban que cumpliéramos con nuestra obligación de charlar sobre otros negocios una vez al año. KoreaBussnies era una respetada cena de gala anual donde entregaban premios y había algunos discursos. Un evento exclusivo para hombres, cosa que hacía mucho más aburrida la situación. Los tres estaríamos más a gusto con nuestras mujeres cerca.
-Ha de estar dormido-completó JumPyo dándole un trago a su copa.
-Eso suena estupendo- suspiré-. He dormido menos que nunca. Necesito unas vacaciones, pero en un lugar que no sea caluroso. Estoy harto.
-Deberíamos ir a esquiar.
-Sí, suena bien- secundó JumPyo-. Tenemos esas habitaciones en Munju.
-Me agrada- luego de un segundo, mi recién recuperada felicidad, se fue-. No sé si ________ siga con trabajo pendiente.
-Dile que lo deje- solucionó JumPyo. Le miré enarcando una ceja.
-_________ es como JanDi en ese aspecto. ¿Crees que ella deje el trabajo así como así?
JumPyo se tensó.
-Son vacaciones. Deben aprender a relajarse de vez en cuando.
-¿Cómo vas con JanDi?- pregunté curioso.
-Bien- me evadió la mirada-. La bruja está interfiriendo, pero me encargaré de que no se pase de la línea-. Hice una mueca sabiendo que era poco probable que pudiera seguir con ese plan. -Lee WonHo ha estado yendo por __________ a la escuela- la táctica de JumPyo para cambiar de tema, funcionó. Suspiré disgustado.
-Hemos interferido- agregó YiJung-. Cualquiera de los tres lo ha mantenido alejado. Sin embargo, se está metiendo por ella entre clases.
Me estaba molestando. YiJung me había advertido y no quise escucharlo. Había menospreciado a WonHo, y mucho.
-Tiene la entrada prohibida a la escuela.
Las palabras de JumPyo me hicieron sentirme ligero.
-Gracias.
-Ni que lo digas.
-¿Qué harás para mantenerlo lejos? ¿Le darás un susto?
Me trinqué el resto del líquido burbujeante de la copa, sintiéndome mejor al sentir el rastro frío en mi cuerpo. Pensé en colocarme la copa a un costado de la frente. Necesitaba un antimigrañoso.
-No lo creo.


*


JongGu, Corea del Sur.

Abrí la puerta de mi apartamento y sonreí amplio al ver a JanDi parada en la entrada. Rápidamente la invité a pasar.
-Tiene una casa muy linda, señorita __________.
-Gracias, ¿puedes dejar de decirme así?- ella dejó caer su mochila en el piso de la sala y se giró a verme-. Hablémonos con más comodidad, ¿no es mejor?
-Me parece bien, _________.
Sonreí.
Hoy en el colegio me había comentado de una trilogía de películas que nunca había visto. Me insistió que deberíamos verlas, así que de forma improvisada organizó una noche de cine en mi casa. GaEul había avisado que llegaría un poco más tarde porque se quedaría a limpiar en el restaurante. Era la primera vez que tenía una "noche de chicas", así que estaba algo nerviosa. Había comprado jugos y tés de diferentes sabores, así como algunas bolsas con frituras. Nos llevé dos botellas de jugo y las coloqué sobre la mesa de cristal. Luego de quedarnos en silencio algunos segundos, me reí.
-No sé qué hacer ahora. ¿Qué se suele hacer?
JanDi palmeó su labio inferior con un dedo.
-Pues, simplemente vemos la película vestidas en pijama y comiendo comida china barata.
-Eso suena divertido- sonreí-. ¿Traes ropa en tu mochila?
-Sí, pensé que podría cambiarme aquí.
-Claro, claro- señalé la puerta del fondo-. Esa es mi habitación, ve a cambiarte. Mientras yo pediré comida china, buena.

Uno en un millón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora