Seis meses después.
Seúl, Corea del Sur.
Luego del colapso físico del padre de JumPyo, y su deterioro de salud. Nuestro amigo ascendió inmediatamente al puesto del líder de Grupo ShinHwa, y a la vez, perdió contacto con nosotros.
Habían pasado infinidad de intentos y días, donde no nos respondía las llamadas, y pese a que todos estábamos preocupados, quien más parecía tener un agotamiento emocional era JanDi. Lo ocultaba bien, entre su ingreso a último año de preparatoria, el trabajo, sus clases de natación y nuestro ingreso a la universidad, no contábamos con el tiempo suficiente para poder tenerla tan cerca como antes, ni mucho menos, el ver sus pasos.
Cerré mi libro de probabilidad y lo metí en mi bolso. Lo único bueno es que WooBin y yo compartíamos aula. Ambos habíamos ingresado a la carrera de economía, junto a YiJung, y al no tener a la otra mitad del F4 cerca, logré convencerlos de tener un salón de clases regular junto al resto de los universitarios.
-Mi reina- me llamó WooBin, poniéndose de pie alado mío-. Vamos- me ofreció la mano-. Tengo hambre.
-Lo siento, pero quedé con JanDi. Voy a ir a buscarla a la alberca.
WooBin regresó la mano a su lugar y frunció el ceño exageradamente.
-Eso de que tengas amigas ya no me gusta- hizo un puchero con los labios-. Deja de verlas.
Me reí y me puse de pie. Acaricié su mejilla.
-No.Caminamos a la piscina tomados de la mano, y al entrar al espacioso lugar con olor a cloro, sentí un escalofrío raro recorrerme el cuerpo. Escuché un chapoteo. Solté la mano de WooBin y apresurada corrí dentro.
-¡__________! ¡Ten cuidado, puedes resbalar!- me gritó WooBin en la entrada.
-¡JanDi!- grité en respuesta al ver a mi amiga tratar de salir del agua. Se hundía y con respiración jadeante intentaba mantenerse a flote-. No te desesperes. Tranquila, tranquila.
Me quité el bolso, descruzándolo por mi pecho y antes de aventarme el agua WooBin se había lanzado por ella.
La tomó por las axilas y con un medio abrazo tiró de ella hacia un costado de la piscina. La ayudé a salir. Gracias a Dios seguía consciente.
-Estoy bien, estoy bien- dijo en tosidos.
Ayudé a WooBin a salir del agua y a retirarse la chaqueta, con un movimiento de cabeza me dijo que no me preocupara. Regresé mi vista a JanDi.
-¿Qué te pasó? ¿Te dio un calambre?
Ella trató de sonreír.
-El hombro. Me duele mucho.
-¿Y si te duele por qué sigues nadando?- no lograba comprenderlo. Suspiré.
-¿Ya fuiste al médico?- preguntó WooBin, sacándose los zapatos claramente estropeados.
-Sí. Me dijeron que no era nada.
-No creo que no sea nada.
-Yo tampoco.
-Le hablaré a JiHoo- anunció mi prometido-. Te llevaremos a otro médico.
-Nadadora. A tu lugar- sonrió WooBin.
La noticia de la lesión crónica de JanDi fue algo que a todos nos tomó por sorpresa. Con dolor vimos a JanDi dar su última vuelta en lugar que más amaba en la vida. El lugar que más había cuidado. El lugar por el cual ingresó a ShinHwa. WooBin me apretó los dedos y con los ojos llorosos miré con orgullo el esfuerzo de JanDi por terminar los cien metros.
Preparé la toalla para cuando JiHoo la ayudara a salir.
-A partir de ahora. Comenzaremos la ceremonia de retiro de la nadadora Geum JanDi. Primero, presentaremos el premio por servicios distinguidos- comenzó JiHoo a leer el diploma que le habíamos hecho, pero al estarse trabando mucho, WooBin lo tomó.
-Primero. Este premio de la preparatoria ShinHwa es presentado a Geum JanDi basado en su entrometimiento natural y su gran espíritu como la única estudiante con la habilidad para nadar de la prestigiosa y aristocrática escuela preparatoria ShinHwa.
-Especialmente por su habilidad de domar a los F4 y a Gu JumPyo. Así como ser la primera amiga de la señorita de horrible carácter, ________ Rivera- nos reímos a las palabras de YiJung.
-Ella es inigualable y sube el nivel por su destreza deportiva. Y por tanto, es premiada por su servicio. Por los miembros del F4 coreano, y de ________ Rivera- le tendí la carpera azul cuando terminé de leer.
Aplaudimos cuando JanDi tomó su reconocimiento.
-Geum JanDi- habló YiJung-. Un final significa otro comienzo. Lo sabes, ¿verdad?
-Ahora, ve a Macao, hacia JumPyo y dale lo que se merece.
-¡Gracias!
ESTÁS LEYENDO
Uno en un millón.
Fanfiction¿Crees en el destino? ¿Las almas gemelas? Más que una idea irrealista, el suponer que existen es completamente avaricioso y egoísta. A WoonBin, le habían enseñado de contabilidad en su prestigiosa escuela, y había caído en la deducción que era una...