Capítulo 11.-

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Nueva Caledonia.

Debía reconocer que era un hombre celoso, sin embargo, no cualquiera tenía la habilidad de producir esa neblina en mi cabeza. Mi orgullo evitaba que viera a todos como una potencial amenaza, así que mantenía la mente fría todo el tiempo.
Me habían informado de Lee WonHo cuando __________ fue a Milán, de su baile de dos canciones, de las flores que le había enviado al hotel. Era solo un imbécil que pensó que podía conseguir algún suspiro de mi prometida. Uno más del montón, uno atrevido, pero sin importancia.


Giré en el colchón con cuidado, tratando de no despertar a mi hermosa __________. Esta noche había lucido como una diosa. Preciosa, fuerte, sensual. Los hombres la habían visto en bailando con sus amistades en un amasijo de cuerpos, soñando con tocarla. Pero, solo uno lo había hecho. El recuerdo me hacía revolver el estómago en frustración y arrogancia.
Repasé el cuerpo de mi futura esposa, su rostro perfecto, la con la piel tersa y suave como la porcelana, la gran montaña de sus pechos, su cintura estrecha, su delgado vientre liso como la seda, sus piernas torneadas y gruesas. Tenía la respiración lenta y pausada. Estaba en un sueño profundo, después de haber sido marcada por mí de la forma más primitiva posible.



-Tienes cara de necesitar un trago- dije riéndome al ver la cara de fastidio de YiJung. Me miro por encima de sus lentes oscuros.
-Voy a necesitar unas vacaciones después de este fin de semana-. Se burló, su piel se había bronceado un poco después de dos días al Sol. Tenía la voz ronca de tanto reír la noche anterior.
Me tumbé en un camastro alado de él.
-GaEul te tiene entretenido.
-Me tiene de niñera- se quejó-. Ella sabe algo, y quiero averiguar qué es.
-¿A qué te refieres?
-Me ha dicho que a JanDi le gusta alguien-. Me tensé un poco, eso no eran buenas noticias, pero por los comentarios suspicaces de ________, eso era una información que ya tenía en mente-. Si sé quién es, podré advertirle a JumPyo- miré al frente, a donde él observaba, encontrándome con el dos de las mujeres que nos habían acompañado. Conversaban achispadas al borde de la piscina. Mi prometida sobresalía de GaEul como un punto de color en la monocromía. Se había puesto un biquini color turquesa que atraía muchas miradas apreciativas, con la sonrisa siempre en los labios y su recuperado sentido del humor juguetón irresistible-. Se están llevando bien- notó JiYung.
-Sí, es verdad.
-¿Crees que nos diga quien le gusta JanDi?
-¿Dónde está ella?- pregunté a respuesta. La buscamos con la mirada. JanDi era naturalmente blanca y aunado a su gran sombrero para el Sol, era fácilmente localizable.
-Estará dando un paseo.
-¿Sin sus amigas?-. JanDi no se había separado de ellas a menos de que estuviera alado de JumPyo, quien en estos instantes se encontraba dormido bajo una amplia sombrilla. No era propio de ella estar sola curioseando en un lugar plenamente desconocido. -¿Y JiHoo?- volví a preguntar.
YiJung se rio.
-He captado el mensaje. Estamos jodidos.
-Definitivamente lo estamos.


*


-Fíjese en él- dijo GaEul molesta llamando mi atención donde YiJung, quien conversaba con una turista-. Es todo un casanova.
-Ya lo creo.
No había tantas personas para decir que el lugar estaba abarrotado, pero YiJung era sencillo de mirar. Exhibía su sonrisa, atrayendo la atención como un gato. Con el cabello oscuro, y la linda cara que él mismo sabía que tenía. Atrapó mi mirada. Me saludó con un gesto coqueto. Yo le lancé un beso, para armar un poco de lío.
-¡Señorita _________!- me reprendió GaEul en un murmuro-. ¡Qué bueno que no estaba el señor WooBin! ¿Qué le diría?
Negué con la cabeza. YiJung era una preciosidad, sano y con un aura de elegancia y lujo. Un magnifico ejemplo de hombre perfecto y él mejor amigo de mi prometido. Las primeras veces que conviví con él, trató de probarme.

Uno en un millón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora