A Lauren le resultó fácil ver a Alejandro Cabello entre la multitud, el leñador era más grande que la mayoría de los hombres allí.
–Hola–, dijo cuando lo alcanzó.
–Señorita Jauregui, me alegro mucho de volver a verla–, dijo. –Camila dijo que vendrías.
–¿Ya la has visto?
–Esta mañana–, dijo. –Creo que estaba más preocupada porque llegaras a tiempo para verla caminar por el escenario que por haberse graduado.
–Tomó algunas maniobras serias para tener un sábado libre, pero le prometí que llegaría aquí–, dijo. –Tuve que trabajar hasta el mediodía y luego empujar los límites de velocidad para llegar aquí.
–Me alegra que lo hayas hecho–, dijo, dándole una palmada en la espalda. –No me gustaría enfrentar a mi hija si no hubieras aparecido.
Lauren soltó una carcajada sociable, preguntándose qué exactamente le habría contado Camila a su padre sobre las dos. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando vio otra cara familiar, o más bien, un par de caras.
–¿Por qué no vamos a buscar un asiento? – sugirió mientras la pareja, sin saberlo, se acercaba a ellos.
Él palmeó su videocámara.
–Quiero asegurarme de tener una buena vista de ella–, dijo. –Obtuve un lente zoom la semana pasada solo para ser ...
–Creo que es más rápido de esta manera–, dijo, sabiendo exactamente a quién había visto Alejandro.
–Dudo que Camila supiera que vendría–, él dijo.
–Ella no me dijo nada al respecto–, dijo Lauren, entrecerrando los ojos al ver a Bob Garvey.
–Respóndame una pregunta, Señorita Jauregui.
–Si puedo.
Él se volvió hacia ella y la miró con toda seriedad.
–¿Es ese el hombre que lastimó a mi niña?
Lauren se encontró con su mirada, ojos marrones muy parecidos a los de Camila, que le rogaban que respondiera.
–Sí–, dijo ella.
–¿Me disculpas por un minuto? – él dijo.
–Por supuesto–, dijo Lauren, aplaudiendo con todos los demás mientras el decano se acercaba al podio. Él la aburrió rápidamente, hablando de futuros y un sinfín de arcoíris de oportunidades. Mirando a su alrededor, vio a la madre de Camila sentada en el lado opuesto de la arena, el asiento a su lado estaba vacío. Él no lo haría. Dejando caer el programa en su asiento, Lauren se fue en busca de Alejandro.
Cuando lo encontró, ya era demasiado tarde. El carnoso puño de Alejandro se había conectado sólidamente con la cara de Bob Garvey, enviando al hombre más pequeño al suelo con sangre brotando de su nariz. El padre enojado volvió a balancearse, pero Lauren se paró frente a él.
–Señor Cabello, no lo haga–. Miró rápidamente para ver la expresión de sorpresa de Garvey al identificar al hombre que lo había golpeado. –El no vale la pena. – Tan alta y fuerte como era, Lauren sabía que no sería rival para Alejandro, si decidía perseguir al hombre que había violado a su hija. –No arruines el día de Camila.
–Eres un hijo de puta–, gruñó, asustando al hombre más pequeño para que se quedara justo donde estaba en el suelo. –Acércate a mi hija y te mataré.
–No hice nada–, dijo el hombre que sangraba. –Ella está mintiendo.
–Cállate–, dijo Lauren. –O no lo detendré–. Se arrodilló, dejando que cada parte de su indignación y enojo se mostraran en su rostro. –Tus mentiras no funcionarán con nosotros, así que no te molestes en intentarlo. Eres una patética excusa de hombre. Que la madre de Camila no pueda verlo, está más allá de mí–. Se puso de pie y tomó la mano de Alejandro. –Volvamos. Queremos estar allí cuando Camila reciba su diploma.
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Camila Cabello (ADAPTACIÓN CAMREN)
FanfictionLa protagonista, Camila Cabello, es una adolescente problemática la cual termina siendo sentenciada a pasar unos meses en Sapling Hill, un campamento para chicas. La instructora principal de Sapling Hill, Lauren Jauregui, siente empatía por su nueva...