La FURIA es la ira exaltada contra alguien o algo, una especie de estado mental alterado caracterizado por una violencia demencial.
Para la mitología, las furias son tres divinidades infernales que personificaban la venganza o los remordimientos. Su misión era castigar los crímenes humanos.
Sus nombres eran Tisífone, Alecto y Megera y se las reconocía por tener cabeza de perro, alas de vampiro y, en vez de cabellos, serpientes. Para cumplir su misión llevaban consigo látigos de cuero y temibles anillos de bronce.
Tisífone era la encargada de castigar a los que osaban traspasar los límites de la buena conducta y era conocida como la Furia Vengadora. Megera se encargaba de hacer nacer el odio, la discordia, entre los mortales. Alecto los perseguía sin descanso hasta conseguir que murieran de locura o que fueran incapaces de volver a cometer un crimen semejante.
Esa madrugada, frente a frente, en el departamento de Caballito, las tres furias mitológicas se habían dado cita en el cuerpo y el alma de Peter. Cada una de ellas tenía una razón para estar presente y a juzgar por los acontecimientos, habían tomado su cuerpo para quedarse hasta cumplir su cometido.
El médico vuelve a acercarse hasta Eduardo y Peter lo abandona para ir a abrazar a Lali y contener a Candela, pero ninguna de las dos quiere estar allí, y esperan una fracción de segundos a que vengan los enfermeros para trasladar al padre que sigue en estado de shock.
Lali está pegada al cuerpo de Peter sin poder soltarlo, y temblando como si un viento huracanado la estuviese sacudiendo.
- Lo vamos a trasladar a la Clínica de su obra social, nos confirmaron que hay una unidad de cuidados psiquiátricos.
- Está bien – les responde Candela con una entereza que ni ella misma sabe de dónde sacó para afrontar la situación.
Lali en cambio quiere huir de allí a estar con Mercedes - ¿Y a mi mamá? ¿a dónde la llevan?
- Al Hospital Durand... es una sutura profunda la del hombro, pero no reviste gravedad, el resto de heridas son superficiales.
Cuando bajan, dos ambulancias esperan en la puerta del edificio, una trasladará al padre y la otra a la madre, y es curioso y triste a la vez, que el médico sea quien les pida que alguien tiene que acompañar al hombre, porque no pueden hacer la internación sin un responsable.
Ni Lali ni Candela quieren dejar a Mercedes, y paradójicamente (o no) es Peter quien se ofrece a acompañarlo.
- Puedo ir yo con ellos. Lali, vos andá con tu mamá y Candela, yo me hago cargo – Y en ese momento Candela repara en él.
- Peter... perdón por reencontrarnos en esta situación... ¡no puedo creerlo!
- Tranquila... Cande, vayan con tu mamá, yo las mantengo al tanto.
Pero en ese instante llega Andrés y estaciona como un loco. Candela lo pone al corriente y es él quien se ofrece a ir a acompañar a la ambulancia del padre, porque todos creen que tiene más implicancia que Peter en la familia.
- Hola, soy Andrés, ¡mil gracias!... quedáte, si podés, vos con las chicas, yo me ocupo de esto – Peter le tiende la mano y se presenta.
- Juan Pedro... no tengo problema, como quieran... - Y en ese momento interviene Lali, que recuerda a su sobrina- ¿Con quién dejaron a Viole?
- Gracias a Dios se quiso quedar en casa de Blanca ayer, nosotros fuimos al cine y pretendíamos tener noche de novios... pero, me olvidé que en esta familia nunca hay paz...
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Vidas Robadas
FanfictionNada es lo que parece. Nadie es lo que parece. Detrás del personaje del que nos vestimos para salir cada día a la escena de nuestra vida, se esconden miles de facetas, cientos de miserias, docenas de prejuicios y otras tantas frustraciones, que tapa...