- El jueves 19, a las 18 horas...
- Perfecto
- ¿Su nombre? ¿Es la primera consulta que realiza?
- Facundo... Facundo Ramos. Sí, es la primera vez, pero ya conozco a la doctora.
- ¿Tiene obra social o es una consulta particular?
- Es particular.
- Bien, la licenciada lo atenderá en ese horario, ¡muchas gracias, lo esperamos!
- Gracias a usted... buenas tardes.
- Adiós.
.....................................
- ¿Se puede saber en qué andas? ¿Así que ahora sos Facundo?
Agustín le habla sin mirarlo con el mate en la mano, pero Peter ni siquiera le responde porque está atento stalkeando en Instagram a "Mariana Espósito". Ruega que tenga la cuenta pública, para correr con la ventaja de ver como la han tratado los años.
- Es un tema personal que tengo que solucionar...
- mmmm, que turbio... ¿si es personal porque te cambias el nombre? – Peter se descoloca un poco y lo mira fugazmente. Se sonríe y sigue buscándola en su teléfono, hasta que la encuentra y tiene la cuenta pública para que todos vean su vida robada. Esa que Lali muestra con orgullo al mundo, la que pone en la vidriera, para que todos aprecien lo que quiere mostrar, sin reparar en lo que necesita esconder.
Peter se sonríe, la vé casi igual que cuando iban al secundario, casi igual que cuando dejó de verla ese mediodía fatídico de 2008, en que ya no volvió por el colegio.
12 años después, es una mujer, que se nota que no ha crecido más que en esa época, pero que sigue teniendo las mismas facciones hermosas y el mismo espíritu mala leche de entonces.
En las fotos se la vé radiante, con amigos, con su pareja, con dos niñitas preciosas jugando y allí se detiene. Se pregunta si serán sus hijas, entonces baja rápidamente para encontrarla embarazada, o casada. Pero sólo la encuentra en un par de fotos más con el mismo tipo alto y de ojos celestes y desbordantes de sus órbitas.
Examina con detenimiento, una por una y hasta encuentra algunas de sus ex compañeros de aquel año. Se muerde la lengua por la impotencia de saber que él también podría ser parte de ese grupo, de no haberse torcido el destino, para el lado que se torció.
Todos sonríen, están cenando divertidos, algunos con bebés en sus brazos, otros a los que los años los han tratado bastante mal en imagen. Pero él vuelve a fijar su vista en ella.
Tiene la misma sonrisa hermosa, los mismos ojos profundos y un pelo al que siempre le hubiese gustado enredar en su mano, mientras la tomaba por la nuca para besarla hasta dejarla muda.
Piensa para sí – ¡Así que psicóloga!... ¡Ja!...no me podía esperar de ella una carrera más manipuladora y vende humo-
Peter sigue mirando sus fotos, la vé con su madre y su hermana a quienes recuerda mucho más dulces que ella... - ¡Bah... hasta un limón era más dulce que ella!- Piensa otra vez, mientras Agustín le pasa el mate.
Se detiene en una de aquella época, ella con la pollera gris y la chomba celeste del uniforme. El pelo largo y lacio, así es como la congeló en su memoria, y mientras más la mira, más recuerda la bronca mutua que se tenían.
En su caso, mezclada con deseo, la impotencia de que fuera la única que no cayó rendida a sus pies. Por el contrario, sabe que lo de ella era odio genuino, él era la antítesis de todo eso que ella quería ser, y se lo hacía saber constantemente con sus desprecios.
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Vidas Robadas
FanfictionNada es lo que parece. Nadie es lo que parece. Detrás del personaje del que nos vestimos para salir cada día a la escena de nuestra vida, se esconden miles de facetas, cientos de miserias, docenas de prejuicios y otras tantas frustraciones, que tapa...