Capítulo 14: Aprendiz

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Peter se quita el abrigo y lo pone en la silla, lleva un jean y un buzo con una campera de plumas que lo hacen ver flaquito cuando se la quita.

Se sienta frente a Lali y cruza los brazos. Una actitud corporal muy significativa, de encontrarse en posición de defensa.

- ¿Cuantos jarritos con tostados te tomaste Marianita?

- Sólo tres triangulitos y un café... ¿Cuánto tiempo hace que estás ahí afuera? – Peter no quiere decírselo, pero ni bien le escribió, soltó el joystick de la Play, se puso el abrigo y salió para la cafetería, en sólo 7 minutos hubiese estado ahí, pero era mucho más divertido ver cuánto tiempo ella lo esperaba.

- En realidad te estaba probando... veo que sos paciente, yo me hubiese ido en cuanto no te contesté el mensaje.

- Me parece sumamente infantil tu actitud, pero ya estoy acostumbrada, no puedo esperar más de vos...

Peter larga una carcajada suave tirando levemente su cabeza hacia atrás. Disfruta terriblemente haciéndola enojar.

- ¿Vas a acompañarme con algo?

- Sí... otro cortado en jarrito, planeo no dormir esta noche...

Y se la deja servida en bandeja para que Peter escupa una risa sin mirarla. Se tapa la boca apenas mientras ella lo observa sin inmutarse.

- Perdón, es que me la dejás picando Licenciada... ¡Ya imagino que no debe ser fácil esa doble vida que llevas! ¿No?

- No te creas... la llevo bastante bien. Lo decía por los dos cafés que ya me tomé y por todos los que me faltan de acá a la noche.

- Sí bueno... igual, me gustaría que me cuentes cómo te las ingenias... el cara de suricata tiene pinta de boludo, pero no creo que lo sea...

- Lanzani, no vine a hablar de mí... ¿podemos olvidar que me viste saliendo de la casa de mi amante por favor?

- ¡Mirá si nos vamos a olvidar de esa maravilla!, pienso extorsionarte hasta conseguir todo lo que quiera de vos... Además, ¿no estamos acá por eso?

- Sé que no me vas a extorsionar, porque tendría que haber un interés para que puedas hacerlo, y sinceramente mi noviazgo con Santiago, no está pasando por el mejor momento... No sé si hasta no me harías un favor, diciéndole que me viste con otro.

Peter abre los ojos como el dos de oros – ¡A la mierda! No te tenía así de desinhibida... cada día me gusta más esta Lali 2020...

- ¿Entonces? ¿Para que estamos acá si no es para rogarme que no te descubra con el ojos de huevo?

Los cafés llegan y el mozo los acomoda con paciencia. Cuando se retira, Lali toma un sobrecito de azúcar y empieza a sacudirlo con nerviosismo.

- Te dije que no vine para hablar de mí... quisiera que habláramos de vos... - y el final de la oración casi que se lo susurra y lo pausa, porque sabe que eso lo vá a desconcertar.

Peter frunce el ceño y la mira con asombro - ¿de mí?... no tengo nada interesante para contarte, en cambio tu vida parece mucho más divertida... ¿Cuánto hace que se los ponés?

Pero mientras revuelve con paciencia el café, Lali le suelta - ¿Estás seguro que no tenés nada interesante que contarme?

- No, la verdad que no... es bastante aburrida la vida de un abogado, papeleríos, tribunales, quilombos... expedientes acumulados, nada que me pertenezca personalmente.

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