Capítulo 24: Enciéndeme

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- Vamos Baby... este lugar no es para vos... te voy a llevar al verdadero La La Land...

Poco le importa a Lali aquello que le dijo la última vez que se vieron hace casi una semana, sobre no verse nunca más. En ese mismo instante aunque Peter viniese disfrazado de "Luz mala", ella se aferraría a su cuerpo con la misma desesperación que lo hace cuando él se sienta a su lado.

- ¡Estás temblando Lali!... ¡ya pasó, vamos!... - Pero ella no lo suelta, y él la abraza más fuerte todavía.

- ¿Estás bien?, te hicieron algo que te incomodó – Y ella le niega apenas con la cabeza.

- Bueno... mejor... porque no quisiera arrancar a los tiros ¿sabés? – Lali no le dice nada, pero lo sigue abrazando con fuerza - Vamos... ya firmé todo lo que hay que firmar... ¿o querés quedarte acá?

Desde el hueco de su cuello en donde posó su cara le dice en un susurro - ¿Por qué viniste vos? – Y Peter se sonríe, porque nada le importa más que su orgullo.

- Porque ví la "Pittyseñal" y acudí a rescatarte.

- Voy a matar a Eugenia...

- Naaa, la pena por asesinato no se compara a la del "descuido de olvidarse de pagar algo".

- Voy a explicarte... ¡te juro que puedo explicarte lo que me pasó!

- Yo no necesito que me expliques nada, a menos que vos quieras contarme.

Se miran a los ojos, mientras él le acaricia la mejilla y le quita un mechón de pelo para acomodárselo detrás de la oreja. Y Lali vuelve a abrazarlo con fuerza.

- Dale, vamos.

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La síntesis de porque Peter está ahí, es mucho más simple de interpretar de lo que cualquiera de nosotros se imaginaría.

A las 23 hs de un viernes, Eugenia, madre casi soltera de una niña de 4 años, no puede salir a buscar a una comisaría a su amiga de 30 años, cleptómana, que acaba de robar una caja de muñecas de una juguetería. Si se cuenta así, es lo más bizarro que se pueda imaginar.

Entonces llama a Agustín para pedirle el número de Peter, un abogado penalista, le parece el ser más idóneo para acudir en estos casos. Eugenia se caga en si quedaron bien o mal, sabe que van a matarse a sexo de cualquier forma, antes o después, y si es antes, mucho mejor.

Y le cuenta a muy grandes rasgos que Lali está en la comisaría 17 de Barrio Norte y que tiene que ir a sacarla.

Peter se pone de pié a la velocidad de la luz, y deja a sus amigos en la previa de su propio cumpleaños para que dispongan de su fiestita, porque él tiene algo más importante que hacer.

Maneja hasta la Comisaría 17, en Callao al 1400 y estaciona como y donde puede, y si pudiese revolear el auto para hacer más rápido, también lo haría.

No tiene "conocidos" allí, y se presenta con la prepotencia que le dá conocer el palo, y saber que si no te parás de manos, te boludean como lo hicieron con Lali, que lleva desde las 20 hs demorada por algo que podría haberse evitado.

Le explican que la señorita Espósito cometió un robo menor en una juguetería, y por expreso pedido del local, les pidieron que intervengan.

- Está bien... no me importa lo que haya hecho... necesito que me hagas un favor – Le lee el nombre en la plaquita y le dice con seguridad – Oficial Córdoba... necesito que no asientes el ingreso ¿puede ser?

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