❄️🐻SEIS🐻❄️

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— ¿Fargan? — miró a Alex al escuchar cómo le llamaba, se había sumido en sus pensamientos, podía sentir el pesado y triste aroma que provenía de Rubius.

— ¿Qué pasa? — preguntó, por un momento pudo jurar que se sentía perdido.

— Tus alas están muy inquietas— miro confundido hacia su espalda para comprobar aquello. Notó cómo se movían, abriéndose y cerrándose , soltando plumas, ahí supo que debía hacer.

— Es por Rubius — se levantó decidido — Debo hablar con él —.

— Rubius dijo que le dejáramos solos — reto el azabache.

— Vegetta, es algo que tú no entiendes, esto es cosa que sólo nosotros dos entendemos — respondió — No hay quien mejor comprenda a un híbrido que otro híbrido —.

— Dale la oportunidad, Vegettita —Luzu coloco su mano sobre el tenso hombro del héroe numero 1 de Karmaland.

Fargan prosiguió, saliendo de la mansión, observando al híbrido de oso sentado en el piso sobre la suave nieve, miraba el cielo. El híbrido de búho podía sentir la tristeza y nostalgia provenir de su amigo, pero había algo extraño en él, algo estaba mal...

También podía sentir la mezcla de aromas del resto de sus compañeros detrás de la puerta, <<que chismosos>> pensó

Así que, sin dudarlo, sabia que debía usar su voz de búho: debía ulular.

— ¿Qué pasó en el bosque realmente? —

El suave cántico del híbrido de búho llego a sus orejas como una canción de cuna, observo como se sentaba a su lado.

— ¿Por qué usas tu voz animal? — pregunto curioso, ya lo había escuchado antes, pero era extraño cuando ambos lo usaban para hablar entre ellos.

— Tenemos chismosos detrás de la puerta, usa la tuya también —

— De acuerdo — suspiró.

— ¿Puedes responder mi pregunta? —

— ¿Recuerdas aquella leyenda? Que se nos decía desde cachorros — Fargan asintió.

— ¿Cómo la olvidaría? La leyenda de los espíritus del bosque. Es de mi favoritas —.

Dice la leyenda, que cuando un animal en el bosque perece, solo cae su cuerpo. El espíritu de aquel animal seguirá vagando como si aun viviera en la tierra.

— Fargan...—

— Rubius...—

— Creo haber visto a mi madre...—

— ¿Es una broma? Oye que suerte, nunca nos hablaste de ella —

— Es porque ella murió, Fargan — el rostro del híbrido de búho palideció.

— Rubén yo...— fue interrumpido.

— Yo nací como un cachorro de oso completamente, mis partes humanas comenzaron a desarrollarse cuando cumplí 5 años, era el cachorro mas feliz que podrías conocer. Tiempo después nació mi hermana, era el doble de feliz en ese entonces — rió suavemente — hasta que un día- su sonrisa desapareció lentamente. La nariz de Fargan se inundo de un fuerte olor a tristeza — Unos cazadores atraparon a mi madre y hermana, solo tenia 8 años, no pude hacer nada mas que escapar y escapar por horas, hasta que llegue al centro de Karmaland, Merlon me encontró crió como suyo —.

— Oh Rubius...—

— Déjame terminar — pidió, aun sin mirarlo — Cuando pasó lo de ayer, supongo que me volví a quedar dormido mientras comía las bayas y fue el espíritu de mi madre quien me llevo a esa cueva para ponerme a salvo — sonrió, aun recordaba su dulce y suave aroma — Tú entiendes que sucedió, ¿cierto? —.

— Así es, compañero- sus frentes se recargaron unos segundos, para después hundirse en un suave abrazo. Dentro del mundo de los híbridos, el apoyarse en la frente de otro híbrido u otra persona significa apoyo y consuelo algo que, sin duda, Rubius necesitaba.

Minutos atrás...

— No tengo idea de que coño están diciendo —

— Yo escucho como si Fargan estuviera cantando como pajarito — decía Alex

— ¿Acaso escuche como que Rubius graznaba? — dijo Lolito confundido.

— Creo que entiendo que pasa, así que quítense de ahí, cerdos — la voz de Auron llamó la atención de todos.

— ¿Qué se supone que hacen? —

— Hace un tiempo, Fargan y yo hablamos de la voz de animal — miradas curiosas caían en el psicólogo — La voz de animal es como el idioma de los animales, algo que los híbridos dominan a la perfección. Lógicamente, eso les permite hablar con cualquier criatura —.

— Supongo que la usan para que no los escuchen, bola de chismosos — regaño Vegetta, observando a los híbridos por la ventana de la sala.

— Gracias por la charla, Fargan. Realmente la necesitaba — dijo, separándose del abrazo, limpiando aquel par de lágrimas rebeldes.

— Para eso estamos, amigo — sonrió, revolviendo su cabello — Solo tengo una duda —.

— Dime —

— ¿Cómo ocultas tan bien a tu lado animal? — una pregunta que confundió a Rubius — No puedo oler a tu oso — los ojos verdes del híbrido se agrandaron ante tales palabras, inevitablemente recordando las del Merlon de su sueño.

Un aura azul oscura, que pierde su brillo y luce cansada

❝ HIBERNACIÓN ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora