❝ HIBERNACIÓN ❞

❄️🐻VEINTICINCO🐻❄️

Ambos híbridos de osos habían salido de la mansión a dar una vuelta por el bosque, Esben decidió que lo mejor para empezar era llevarlo a la cueva donde vivían.

— Todo es tal como lo recordaba — dijo una vez que salieron del lugar para seguir con la caminata.

Habían rezado y limpiado un poco el lugar para honrar la memoria de Eliza y Raven.

— Aún que para ser sinceros, no recordaba mucho de todo esto, pero lo vi en mis sueños y fue muy bonito —.

— Supongo que te sientes mejor luego de esa siesta — ambos rieron levemente, no se conocían muy bien pero sentía aquella conexión.

Observaron cómo se acercaban al pueblo de Karmaland, la gente estaba encantada de ver al chico de nuevo que tanto les alegraba sus días.

— Escucha, hijo — Esben cambió su semblante, Rubén puso atención — Dentro de un par de días tendré que regresar al Norte, no puedo permanecer aquí cuando hay temporadas de calor, lo sabes, ¿no? — asintió lentamente.

— Lo sé, recuerdo que al llega la primavera tú te marchabas — sonrió nostálgico.

— Tú cuerpo regula su propia temperatura, por eso toleras ambos tipos de clima a la perfección, por mi parte polar y la parte pardo de tu madre —.

— ¿Puedes ir directo al punto? — preguntó tímidamente, Esben sonrió, observando cómo agarraba sus manos nervioso, un gesto que Eliza solía hacer cuando estaba de la misma forma.

— Quisiera que me acompañaras al norte, que vivieras a vivir conmigo — Rubén contuvo la respiración — Este es un pueblo muy peligroso para ti —.

— Y...— Habló nervioso — ¿Qué pasa si no quiero ir? — preguntó, como si de aquello dependiera su vida.

— Te obligaré a venir conmigo —

Rubius palideció y se alejó rápidamente, dispuesto a huir.

Esben soltó una carcajada al ver la reacción que esperaba, cosa que confundió al héroe.

— Estoy bromeando, Osito — se acercó para rodear su hombro — Así estuve asustando a tus amigos, diciéndoles que te llevaría conmigo y nunca te volverían a ver, debiste ver sus rostros, realmente se lo creyeron —.

— ¿Eso significa que no me obligarás a ir contigo? — preguntó, aún seguía nervioso.

— Claro que no, campeón, si lo hiciera te estaría quitando tu libertad de decidir, estoy seguro de que a tú madre no le gustaría eso —

— ¿Eso significa que si yo quiero puedo quedarme aquí en Karmaland? — preguntó emocionado, Esben asintió — ¿Con mis amigos? — Esben asintió — ¿Con Vegetta? — Esben asintió— ¿Con mi abuelo? — Esben palideció.

— ¿Cómo lo sabes? — preguntó confundido.

— Una vez en su casa, encontré una foto de una niña preciosa, se parecía mucho a Raven y a mi, tenía mis ojos y ahí supuse que era mamá — comenzó a explicar — Me daba miedo preguntarle. Luego de la escena de hoy, confirmé que realmente somos familia — soltó una leve risa, recordando la "reunión" en casa del de ojos morados.

El abrazo de los híbridos no duró demasiado, pues el sonido de alguien, específicamente Merlon, aclarando su garganta llamó su atención, haciendo que se separasen.

— Creo que sigo yo — habló seriamente.

Rubius soltó una risita, dispuesto a abrazar al anciano, sin embargo la mano en su hombro de su padre le detuvo.

— Lo tuviste 17 años a tu lado, Merlon, no morirás por que me abrace dos minutos, ¿sabes? —.

Rubén notó el odio y el recelo que los ojos de ambos hombres irradiaban, era tenso y hasta cierto punto incomodo.

— Creo que lo mejor será que papá y yo vayamos a charla a otro lado — habló, no quería que ambos hombres se pelearan en el salón de Vegetta.

— Te espero afuera, hijo — respondió Esben, saliendo con una sonrisa del cálido hogar.

— Rubén — le llamó el anciano — ¿Estás seguro? — preguntó preocupado.

— Lo estoy, Merlon — se agachó para poder abrazarle — Es mi papá, no podría hacerme daño. Estaré bien —. Se acercó a Vegetta para depositar un beso en su mejilla — Vuelvo en un rato —.

— Lamento que tuvieras que presenciar eso — Esben soltó una leve risa — Volviendo al tema principal — suspiró —¿Entonces cuál es tu decisión? —.