❄️🐻CINCO🐻❄️

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- Recuerdo estar cortando madera, llevaba un par de horas haciéndolo, no quería decepcionar a Luzu otra vez - Rubius permanecía en el sofá de la sala de Vegetta, cubierto con un par de sábanas, Luzu había regresado con el resto de sus compañero para saber cómo se encontraba el híbrido.

- Oh Rabis, yo... - fue interrumpido.

- Déjalo terminar, Luzu - regaño Auron.

- Perdón, puedes proseguir -.

- Recuerdo que me empezó a dar hambre, así que saque lo que traía en la mochila, pero a pesar de todo lo que comí seguía teniendo mucha hambre, ya saben, problemas de osos - tomo un sorbo al té que le había preparado el azabache - De repente, logré sentir un olor a bayas, era tan delicioso, así que lo seguí -.

Todos escuchaban atentos, querían saber por qué Vegetta lo había encontrado en una cueva durmiendo.

- Cuando encontré las bayas me di cuenta de que era un arbusto gigante, era el paraíso de las bayas -

- Pero límpiate las babas, cerdo - dijo Auron, haciendo reír a todos.

- Recuerdo que mientras comía, me tope con una osa y sus cachorros que se acercaron a comer también - Todos se levantaron alerta ante sus palabras, mirándolo preocupado - ¡Tranquilos! No me hizo nada, comimos juntos, fue divertido escuchar como se preparaban para hibernar -.

Al ser mitad oso, Rubius podía entender lo básico del idioma de los animales y comunicarse con ellos, en especial con los osos.

- Supongo que cuando jugué con sus cachorros, me marcaron con su olor y la osa me llevo a su madriguera como uno de los suyos - dio el último sorbo al té para colocar la taza en la mesita - Me llevaba tirando del abrigo hacia su hogar, no sé cómo lo hizo, pero cuando me colocó con sus cachorros, el sueño me invadió y me quedé dormido - estiró un poco sus brazos, sentía cómo las ganas de dormir volvían a él - Puedo asegurar que fue una de las mejores siestas que he dormido -.

- Nos asustaste, Rubén - dijo Vegetta mientras acariciaba los hombros del hibrido con suavidad - Pero hay algo que no cuadra -.

- ¿Qué sucede? - preguntó el híbrido preocupado.

- ¿También lo notaste, cierto? - Alex miraba preocupado a Vegetta y luego al castaño, quien estaba confundido.

- ¿Qué pasa? - volvió a preguntar.

- Rabis - Luzu se acercó lentamente hacia él, agachándose y tomando sus manos - En ese bosque no hay osos, la última revisión para identificar la fauna que hicimos fue hace una semana, no había ninguna señal de que algún oso habitara en esos lugares -.

Rubius palideció y se levantó de inmediato - ¡Eso no es verdad! - exclamó - ¡Yo los vi! - su voz comenzó a temblar - ¡Era una osa agradable con dos pequeños cachorros, Luzu! -.

- Rubius... - Vegetta se acercó a su lado, intentando entender que estaba pasando, fue interrumpido cuando el castaño se levantó del sofá.

- Creo... - dijo, mientras bajaba la mirada, intentando ocultar sus ojos cristalinos - Creo que ya entendí que sucedió entonces - susurró, tomando camino hacia la puerta de la casa.

- ¿Rubén? - llamó el azabache.

- Yo sólo necesito un momento a solas, Vegetta - dijo mientras salía, el sonido de la puerta cerrándose fue todo lo que escucharon.

<<Eso explica porque tu olor me era tan familiar y tan cálido, eso explica porque ese cachorro se parecía tanto a mi, eso explica porque Vegetta me encontró solo en la cueva...>>

Miro hacia arriba, observando el cielo y los copos de nieve cayendo sobre él, sus lágrimas caían con intensidad mientras una sonrisa se posaba en su rostro.

- Gracias por protegerme, mamá -.

❝ HIBERNACIÓN ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora