❄️🐻DIECISIETE🐻❄️

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— No eran demasiados, pero sin duda eran más que nosotros — se quejó al sentir como su herida era cerrada con sutileza por Auron, sin embargo era inevitable sentir dolor.

— Quizá no puedas volar en unos días, quizá una semana —

— Eso ya lo suponía, Auron — el híbrido se veía estresado y preocupado, pues sus uñas se habían alargado bastante, demostrando lo alterado que se encontraba — Pero eso no es lo importante ahora — se levantó rápidamente.

— ¿Pero qué viste con exactitud? — preguntó Merlon.

Ellos no lo sabían, pero el anciano se encontraba débil, su aura se estaba extendiendo lo más que su cuerpo le permitía, necesitaba detectar un mínimo movimiento.

— Encontré su campamento por accidente mientras volaba, no me di cuenta hasta que una flecha me pasó al lado de la cabeza y me percate de ello — suspiró — Logré esquivar la mayoría de las flechas pero la del ala fue inevitable -.

— ¿Se encuentra bien, maestro? — todos miraron al anciano. Estaba pálido, sudando y respirando rápidamente. Parecía estar concentrado en algo.

De repente sintió como si su pecho fuera golpeado, sintió que caería al piso, así que se sujetó al brazo de Luzu. Todos lo miraron preocupados.

— Merlon — llamó el menor de todos — ¿Qué sucede? —

— Ellos... — murmuró con dificultad — Ellos ya vienen —.

🐻

Señor, el aura del anciano está desapareciendo, cada vez se hace más pequeña —

— Perfecto, sigan avanzando, no sabrán por donde defender el lugar —.

— ¿El plan es atrapar al híbrido de oso joven cierto? —

— Es una pregunta estúpida — se notaba molesto — Ese ha sido el plan desde el principio, debemos conseguir su piel y su sangre esta noche—.

— ¡Si, señor! —

— ¡Y recuerden, soldados! Con vida es más valioso pero no me molestaría si lo traen muerto —.

Señor, "él" ha llegado —

— Me parece perfecto, que nadie se atreva a establecer conversación con él, tráiganlo conmigo—.

🐻

Era aterrador.

Desde la oscuridad del bosque y su silencio, brillaban múltiples y cientos de ojos rojos, destacando entre ellos un par de ojos azules brillantes.

Los tenían rodeados lo sabían perfectamente.
Sentían los nervios correr por su cuerpo, al igual que el frío, dejando escapar una bocanada de humo por sus heladas bocas.

— ¡Déjense ver! — Vegetta iba al frente, protegería a Karmaland, a Merlon, a sus compañeros y a Rubén de todo.

Las sombras escondidas en las oscuridad con suma lentitud y elegancia. Un escalofrío se hizo presente.

Aquellos cuerpos fornidos, la poca ropa que llevaban para protegerse del frío abrazador, los filosos colmillos y garras que mostraban les hizo confirmar sus sospechas: híbridos de lobos salvajes.

Ahora todo tenía sentido.

La forma sigilosa en que los espiaban.

La razón del por qué no atacaron antes, sabían que Merlon los detectaría con su aura y no podría.

Uno de ellos destacó por su gran altura y sus ojos negros, el líder de la manada fácilmente.
Su pecho estaba al descubierto, dejando ver cientos de cicatrices en el, una capa de piel de dragón cubría su espalda, cayendo elegantemente hasta el piso. Estaba descalzo, se podría decir que la única prenda que portaba eran unos pantalones.

A su lado, un hombre un poco más joven que él, su rostro permanecía oculto bajo una máscara, su cabello castaño era largo y delgado cayendo hasta su cintura, su pecho también estaba descubierto, solo llevaba lo que parecía una chaqueta, de igual forma de piel de dragón. A diferencia de los demás híbridos, no mostraba su cola o sus orejas, solo sus largas y filosas garras.

— Es una sorpresa vernos de nuevo, Merlon — su voz era grave y profunda, intimidaba — Hace muchos años que no nos vemos — dijo riendo un poco — ¿Cuánto ha pasado? Creo que 20 años —.

— Viggo — Merlon se mostraba serio — Ustedes los lobos siempre han sido muy torpes, siempre olvidan todo —.

— Tampoco es tan cierto, querido amigo — sonreía falsamente — No nos hemos olvidado de lo que nos pertenece —.

— ¡Ustedes no tocarán a mi nieto! — gritó el anciano — ¡Tendrán que pasar sobre mi cadaver para llegar a él! —.

— Será todo un honor acabar contigo, Merlon — el hombre a su lado habló mientras sacaba una espada de netherite, dispuesto a avanzar.

Viggo colocó su mano en sus hombros — Tranquilo, Esben, podemos hacerlo de la forma fácil y que el anciano nos entregue de forma pacífica al chico —.

— Rubius no irá a ningún lado con ustedes — habló Vegetta.

— No dejaremos que le hagas lo mismo que le hiciste a Elizabeth y a mi nieta —.

Esben se alejó rápidamente de Viggo, sorprendido, confundiendo a los heroes por su movimiento.

— ¿De qué mierda está hablando Merlon, Viggo? — preguntó firmemente.

Silencio.

— Tú me dijiste que Merlon fue quien asesinó a Eliza y Raven — arrancó la mascarilla que cubría su boca. Los héroes estaban sorprendidos, aquel hombre tenía un parecido increíble con su amigo híbrido.

¿Acaso..?

— ¿Realmente vas a creerle a este anciano loco, Esben? — Viggo comenzó a reír — ¿El hombre que la mantuvo encerrada sus primeros 18 años de vida? Si eso hizo, ¿tú crees que no sería capaz de matarla? —.

— Jamás le puse una mano encima a mi hija —.

El hombre estaba confundido. Sin embargo solo tenía un objetivo, no le importaban los bandos.

— Nuestro acuerdo se rompe, Viggo — el hombre se alejó — No dejaré que le pongas un dedo encima— retó antes de mirar a los héroes— Y cuando esto acabe, ustedes no impedirán que me lleve a mi hijo —.

❝ HIBERNACIÓN ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora