❄️🐻CATORCE🐻❄️

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Los siguientes días fueron bastante cansados para todos, entrenamiento exhaustivo, combate con distintas armas, el desgaste de energía por lograr centrar su atención en sus auras y el hecho de no poder bajar la guardia después de saber que estaban siendo vigilados por algo o alguien.

Samuel había hablado con Merlon, dándole el permiso de poder bajar a la habitación donde se encontraba el híbrido. Le dolía. Recién habían comenzado una relación, después de meses de citas exitosas y desastrosas, las risas, los momentos de peligro y el apoyo mutuo lograron aclarar sus sentimientos por el otro. Algo que nunca creyeron posible.

Rubén descansaba cómodamente al otro extremo de la habitación, le resultó extraño, pues nadie había entrado al aterciopelado lugar donde reposaba el hibrido. Se sorprendió un poco al ver como se levantaba torpemente del piso, no entendía nada.

— ¿Rubén? — susurró suavemente, intentó dar un paso hacia donde el chico caminaba torpemente, aferrándose a la pared, pero una mano en su muñeca lo detuvo.

— Creo que debí habértelo explicado antes de que bajaras aquí - Merlon se encontraba a su lado, observando al chico de la misma manera.

— ¿Está bien? — preguntó preocupado.

— Por supuesto, es normal en los híbridos cuando hibernar — respondió — Por eso todo esta aterciopelado, esta extremadamente protegido con suavidad para evitar que se lastime de una u otra forma —.

— Lo entiendo — suspiró — Merlon, ¿puedo preguntarle algo? —le miró.

El hombre asintió suavemente.

— ¿Por qué nunca le contó al pueblo de su hija? — preguntó — O sea, de la madre de Rubén —.

— Es un tema muy sensible del que tratar, joven de Luque — respondió amablemente — Pero toda duda tiene su respuesta —.

El anciano tomó asiento en un cojín en el suelo, el azabache repitió aquello.

— Ser el guardián de Karmaland tiene muchas responsabilidades — Comenzó a relatar — Fue todo un honor cuando mi padre me nombró protector pero corría demasiados peligros, ser un hibrido joven de oso era uno de ellos, pero fui entrenado desde pequeño y supe hacerles pelea —.

La pequeña Elizabeth nació dotada de belleza de hibrida pura, Merlín y Merlon se sentían realmente afortunados por la bendición de los Dioses. Sin embargo, debían asegurarse que la pequeña futura guardiana de Karmaland debería estar protegida hasta que pueda defenderse a si misma.

Ocultada en lo mas profundo del bosque fue donde aquella niña creció, sin embargo no fue la niñez deseada. Se sentía encerrada, quería salir y explorar, conocer y hacer amigos.

Cuando cumplió la mayoría de edad una fuerte discusión se llevó a acabo en la casa escondida en aquella montaña. Elizabeth renunció a su futuro puesto, yéndose de su hogar para vivir su vida como una osa: en libertad.

— Mi error fue privarla de su libertad y creer que ella volvería de nuevo — la mirada del anciano viajó a donde su nieto, quien se había vuelto a tumbar en el piso, abrazando un peluche mientras su colita se movía suavemente.

— Lo siento mucho — se disculpó el líder.

— De los errores se aprende, Samuel — respondió — Por eso decidí darle a Rubén todo lo que su madre hubiera querido para él —.

— Aún así — sus miradas se conectaron — No puede evitar sentir que debe protegerlo de todo, ¿cierto? Siempre ha velado por su bienestar — Merlon asintió suavemente.

— Tú me comprendes, tu empatía me recuerda tanto a tu padre — Merlon sonrió — Créeme que él está orgulloso del hombre, líder, compañero — volvió a observar a Rubén — y pareja en que te has convertido —.

— Gracias, maestro —.

— Se que cuando tenga que abandonar el plano terrenal para entregarme a mis raíces, Karmaland se encontrará en buenas manos contigo y con Rubén como protectores —.

— Merlon... — Vegetta observó sorprendido como el anciano se levantaba cuidadosamente. ¿Acaso había escuchado bien?

— Iré a tomar la siesta — dijo mientras se dirigía hacia la salida — Y disculpa el haberte interrumpido, joven de Luque —

— Gracias a usted por responder mis dudas, maestro — respondió el observando como el hombre de retiraba del sótano.

Un silencio mezclado con la respiración de ambos chicos era lo que reinaba en la habitación, se levantó del lugar para acercarse un poco más al híbrido durmiente, quien se terminaba de acomodar en un montón de suaves almohadas, una imagen muy tierna para él, ocasionándole una tímida sonrisa.

— Bueno, chiqui — una vez cerca de volvió a sentar — No tengo idea de si puedas escucharme o no, pero tengo mucho que contarte —.

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¡Debemos atacar ahora!

¡Debemos esperar a que se vayan o bajen la guardia!

¡Deberíamos esperar a que Merlon esté débil!

En eso tienes razón, el viejo está gastando mucha energía cubriendo toda la zona con su auralas figuras y ojos en las sombras miraban a aquel hombre caminar con toda la elegancia posibleNo logrará enseñarle todo sobre las auras a los estúpidos heroes —.

¿Entonces qué hacemos, señor?

Sigan vigilando, el momento de atacar llegará respondióNada nos detendrá para obtener esa piel de híbrido —.

❝ HIBERNACIÓN ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora