❄️🐻DIECINUEVE🐻❄️

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Conocí a Eliza en otoño, cada que el invierno estaba por caer en Karmaland viajaba de mi hogar solo para disfrutar del bosque.

Soy un oso polar, toda mi vida la pase en el norte pero yo quería conocer nuevos lugares, pero por mi pelaje y mi estilo de vida, solo podía visitar Karmaland en temporada invernal.

El pelaje de Eliza era dorado y brillaba como el sol, amaba correr entre los bosques y descansar en el lago.

Ahí fue cuando la conocí.

Una hermosa doncella híbrida, su belleza me cautivó al instante, pero esos brillantes ojos esmeralda fueron lo que me atraparon.

Recuerdo que se presentó como Eliza, y no cómo Elizabeth, nunca cuestione el por que.

Comenzamos a pasar demasiado tiempo juntos, era maravilloso ser Eliza y Esben.

Pero al llegar la primavera, yo debía marchar. Era muy difícil, ella no podía venir conmigo ni yo podía quedarme a su lado.

Supimos sobrellevarlo.

Luego de la batalla, los chicos se presentaron ante el padre de Rubén, invitándole al cálido hogar para charlar.

— No les contaré los detalles — sonrió nerviosamente — Pero cuando nació Rubén fui muy feliz, mi corazón brincaba de felicidad, lo mismo sucedió cuando nació Raven —.

Suspiro antes de mirar al suelo con tristeza.

Esben sintió una alegría increíble, el comienzo del otoño, la hora dorada, un bonito momento para un reencuentro familiar...

Camino alegremente hacia el bosque dorado, en sus manos traía dos preciosos collares con la letra "R" en cada uno. Un regalo de sus padres para sus nietos.

Observó con felicidad la cueva que hacía de su hogar cuando cambiaba su forma a oso, así que entró corriendo con felicidad.

Sin embargo, no había rastro alguno de su pareja o sus hijos. Eso era raro, a la hora dorada siempre estaban ahí, preparándose para dormir.

Un mal presentimiento se adueñó de su pecho.

— ¡Eliza! — gritó afuera de la cueva, esperando que saliera de algún arbusto junto con sus cachorros.

Se alarmó un poco al ver cómo el cielo nocturno comenzaba a aparecer por sobre su cabeza.

Comenzó a correr.

— ¡Eliza! —

— ¡Rubén! —

— ¡Raven! —

Sus gritos de desesperación despertaban a otros animales del bosque, se detuvo en un prado cuando una figura apareció delante suya.

— ¿Estás bien, amigo? — preguntó con preocupación.

Esben notó de inmediato que era un híbrido, su olor lo delataba, pero estaba desesperado.

— Mi esposa y mis hijos — explicaba mientras su pecho subía y bajaba con rapidez— No los encuentro por ningún lado —.

— ¿Son híbridos de osos? ¿Cómo tú? No es muy común ver osos polares aquí — se mostraba atento

— No — negó al mismo tiempo con la cabeza — Son osos pardos —.

— Oh no — dijo con falsa sorpresa — ¿Una osa de ojos verdes con un cachorro y una cachorra? —.

Esben asintió rápidamente.

— Lo lamento, amigo — dijo apenado — Esa osa era Elizabeth, la hija de Merlon, el guardián de Karmaland —.

— ¡¿Sabes dónde está?! —

— Me temo que llegaste demasiado tarde — suspiro con tristeza — Merlon la mantuvo cautiva 18 años, ella logró escapar y veo que pudo formar una familia contigo. Pero su padre no lo permitió y uno de mis lobos vio cómo asesinaba a su propia hija, huyó antes de ver si los cachorros también habían sido asesinados también pero creo que tuvieron el mismo desenlace —.

¿Y qué hiciste? — preguntó Luzu

— Huí de regreso al norte — suspiró — Me sentía tan destrozado, había perdido a mi familia por no haber estado juntos a ellos —.

— Pero no era tu culpa — intentó persuadir Auron.

— Lo fue desde el momento en que me enamoré de ella —.

Hace unas semanas, uno de los híbridos de su manada viajó al norte a buscarme, recuerdo que paseaba por el bosque cuando se presentó frente a mi.

— ¿Qué hace un lobo gris como tú por estas tierras? —.

— ¿Eres Esben cierto? — preguntó amablemente.

— Así es — respondió de brazos cruzadas— ¿Quien eres? —.

— Mi nombre no importa, vengo de la manada de Viggo, el líder de los lobos de Karmaland—.

En ese momento lo recordé, aquel hombre que me dio la fatídica noticia...

— Continúa —

— Me hizo venir para decirte que atacaremos a Merlon y a sus héroes, necesitamos tu sabiduría y fuerza para luchar contra aquel hombre — dijo arrodillándose.

— ¿Y qué obtendré a cambio? No quiero volver a Karmaland, nunca más— dijo dándole la espalda dispuesto a irse.

— Señor Esben, su hijo está vivo — se detuvo de golpe — Merlon lo tiene cautivo, al parecer es el único que sobrevivió de su familia — Se giró observándole  — Si nos ayuda, no solo tomará venganza de aquel hombre sino que también recuperará a una parte de su familia —.

No dude en aceptar, pero tampoco me iba a fiar del todo de los lobos — dijo con una mueca — Todos sabemos que son unos traidores de primera, siempre juegan sucio —.

— Rubén llegó a mi la misma noche que esos híbridos se llevaron a Elizabeth — dijo Merlon — No podía dejarlo solo —.

— ¿Entonces admites que lo tenías encerrado? — preguntó retándolo.

— No, me prometí no cometer el mismo error que cometí con Elizabeth — suspiró antes de mirar con preocupación la puerta metálica — Rubén siempre ha sido un chico risueño y abnegado, pero sobre todo libre —.

— También es muy valiente — interrumpió Luzu.

— Es muy divertido — prosiguió Auron

— Y se preocupa mucho por los demás siempre — Fargan sonrió al recordar como siempre se apoyaban al ser los únicos niños híbridos del pueblo.

— Inclusive llega a arriesgar su vida por nosotros — dijo Alex

— También es un chico muy problemático— el pelirrojo rió

— Y muy travieso — contestó Mangel

— Es una persona muy sigilosa y escurridiza, siempre escapa de las labores o castigos y nunca nos damos cuenta — dijo Willy burlesco.

— Pero por sobre todo, Doblas siempre ha sido muy feliz aquí —.

Esben se sentía un poco conmovido, notó de inmediato que aquellas personas eran de fiar, pues tenían un objetivo específico, el cual cumplieron y cumplirían a toda costa.

❝ HIBERNACIÓN ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora