❄️🐻TRES🐻❄️

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- ¡Rubén! -Vegetta corría desesperado por la oscuridad del bosque, con una linterna iluminando su helado camino. Sus piernas dolían y exigían un descanso, pero su corazón no lo permitiría.

- ¡Rubius! - Willy observaba por la derecha

- ¡Vamos, Rabis! - mientras Luzu buscaba por la izquierda.

- ¡Marica! - gritaba Alex, esperando que su híbrido amigo saliera a reclamar por decirle de esa forma como siempre lo hacía cada que lo buscaba en su casa.

- ¡Chicos acá! - -la voz de Auron hizo que todos se giraran y Vegetta corriera grandes zancadas hacia él, seguido del resto.

- ¿Lo encontraste? - le pregunto rápidamente al psicólogo.

- Encontré su hacha y su mochila - levanto sus brazos mostrando aquel par de artefactos.

- ¡No debe estar lejos! ¡Sigamos buscando! - todos acataron la orden de Luzu. Había sido una excelente mañana, ¿cómo es que habían terminado en esta situación?

Unas horas atrás...

- Hemos concluido la misión y has llegado una hora después de lo acordado, Rubén - Luzu hablaba a solas con el híbrido, que se sentía avergonzado por haber llegado tarde... demasiado tarde.

- ¿Hay algo que pueda hacer para compensarlo? - preguntó rápidamente.

Se detuvo unos segundos para pensarlo- En el pueblo necesitan mucha madera para pasar el invierno- le pasó un hacha de hierro al castaño- Al ser tú un híbrido puedes resistir a más temperatura, ¿cierto?- asintió- Irás al bosque que se encuentra detrás de tu casa del lago y tratarás de traer toda la madera posible, ¿está bien?- asintió - Vegetta te estará esperando en el pueblo a las 06 para recibirte -.

- Lo entiendo, gracias, Luzu - abrazó a su mejor amigo rápidamente - Haré mi mejor trabajo -.

- ¡Espera, Rabis! - con cuidado, coloco un abrigo sobre los hombros del mencionado - Solo por si acaso - guiño su ojo antes de regresar a su hogar, mientras Rubius partía hacia el bosque.

Más tarde...

El azabache caminaba tranquilamente hacia el pueblo, estaba llegando 10 minutos después de lo acordado, pero vamos, estaban hablando de Rubius, siempre llega tarde a todo, esta vez no seria la excepción...

Pasaron 5 minutos mas, por lo que decidió comprar un café caliente mientras esperaba.

06:32 PM

Procedió a escribirle al castaño, para notificarle su tardanza, obteniendo un "ya debe estar por llegar, no te preocupes, Vegettita".

Estaban por dar las 07 PM, Vegetta sentía que algo andaba mal, lo presentía perfectamente, así que escribió rápidamente a Luzu un "Rubén no aparece, iré a buscarlo", para salir corriendo.

Sabía que la noche caería pronto, las noches en Karmaland son bastantes heladas para todos, eso incluye a los híbridos.

Se acerco a donde la casa de Willy, quien se encontraba en su invernadero junto con Fargan - ¡Chicos! - gritó, llamando la atención de ambos, quienes saludaron amablemente - ¿Han visto a Rubius? -.

- ¡Oh si! - exclamo Fargan - Hace un par de horas lo vimos dirigirse al bosque que esta detrás de su casa -.

- ¿Lo vieron entrando a su hogar o salir del bosque en cualquier momento? - ambos se miraron y negaron con la cabeza.

- Llevamos todo el día reforzando mi invernadero, debe haber suficiente comida para pasar el invierno, estamos seguros de que lo habríamos visto -aseguro Willy.

- Mierda...- susurro Vegetta, dando unos pasos hacia atrás -Vengan conmigo - imploro, comenzando a correr, siendo seguido por ambos chicos.

- ¡¿Qué ha pasado?! - pregunto Fargan.

- ¡¿Aun no aparece?! - la voz de Luzu se unió a la conversación, quien venia junto a Auron en un precioso corcel marrón.

- ¡Ese tonto solo sabe meterse en problemas! -Alex también venia con ellos, montando a Tupac, el precioso caballo blanco de su desaparecido amigo.

- ¡Hemos enviado a Mangel y a Lolito a preguntar y avisar a los aldeanos! - gritó Auron - ¡llevo conmigo un botiquín de primeros auxilios! -.

- ¡No entiendo de que hablan! -Willy sin duda estaba muy confundido.

Actualmente... 00:05

Cada vez mas se acercaban al bosque cercano a la isla flotante del azabache, sin rastro alguno del híbrido, a pesar de las gruesas vestimentas que todos portaban para protegerse de la fría noche, podían sentir como calaba hasta los huesos.

La preocupación y desesperación que invadían a Vegetta oscurecía sus brillantes ojos amatistas, sentía una presión en su pecho que le impedía respirar, su cuerpo dolía pero su corazón le gritaba que su osito lo necesitaba, que él debe estar con él, que su vida peligraba.

Por estar metido en sus pensamientos, cayó.

Había caído por una pequeña inclinación, su cuerpo giraba y se golpeaba con una que otra piedra, haciendo soltar un leve quejido. Al para de rodear, logró visualizar algo. Había terminado en la entrada de una cueva. Una cueva de oso. Se levanto lentamente, algo le gritaba que revisara la cueva, sus instintos le imploraban entrar.

Encendió su linterna, comenzando a adentrarse con pasos cuidadosos, no lograba escuchar nada, siguió avanzando poco a poco, revisando cada rincón posible de la cueva.

Sintió algo extraño debajo de su pie, lo levanto rápidamente dando un par de pasos hacia atrás, mientras sostenía la linterna y en la otra mano su espada.

Su respiración comenzó a agitarse al notar lo que había pisado, lo tomo cuidadosamente entre sus manos.

Un precioso gorro tejido de color morado. Un gorro que él había comprado. El gorro que le regalo a Rubén.

❝ HIBERNACIÓN ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora