❄️🐻ONCE🐻❄️

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— ¡¿NIETO?! — exclamaron los héroes ante las palabras de su maestro, en cierto punto, no les sorprendía pues ambos eran híbridos de la misma especie, pero era increíble que el legendario Merlon y Rubius estuvieran conectados por sangre.

— Él no lo sabe, no estaba seguro de decírselo. Pues es tan necio como su madre — miraba la oscuridad del bosque— A veces lo miro y me recuerda a ella —

— Eso explica el favoritismo — susurró Willy, recibiendo un golpe por parte de Luzu — ¡Es la verdad! —exclamó mientras acariciaba con suavidad aquella área golpeada.

— Lamentamos la actitud de Willy, maestro — se disculpó Luzu.

— No tienen porque disculparse, lo entiendo, siempre me mostré más atento a Rubén — dijo riendo un poco, caminando a un sofá rojo y sentándose en el.

— Pero ahora entendemos porque — dijo Vegetta — No quieres perderlo — Merlon asintió suavemente — Sé como se siente eso...-

Lo qué pasó después fue una conmovedora escena, donde sus alumnos lo abrazaban con cariño en forma de consuelo. El hombre había perdido a su familia de la peor manera, entendían su preocupación por querer proteger la vida de Rubén. Comenzaron a trazar un pequeño horario, estableciendo al menos dos personas quedándose en la casa en las noches, puesto que en el día Merlon les enseñaría a utilizar sus auras.

Todos pasaron la noche en la cabaña, seguía siendo navidad y querían pasarlo todo juntos, a pesar de la condición de Rubén, seguían siendo una familia y deberían permanecer unidos.

— Así que oficialmente Rubius y tú, eh Vegetta — decía Fargan, charlaban animada mente.

— Luzu me dijo que los vio comiéndose el morro la mañana siguiente que lo encontramos — dijo Auron, haciendo que Vegetta ocultará su rostro en la almohada mientras los demás reían.

— ¿Cómo la vez que los encontré a ustedes en el baño de la alcaldía? — dijo Alex, haciendo que todos se rieran de la pareja. No era una burla como tal, sin embargo era tanta la confianza para hablar de esa forma.

— ¡Olvídense de eso!- exclamó Luzu sonrojado — Me alegro muchísimo por su relación, Vegettita — felicitó.

— Gracias — dijo — Me siento preocupado, no esperaba que esto pasará, me sentía feliz porque hace mucho que ambos congeniamos, creo que es con quien mas sinergia tengo, me siento muy cómodo con él —.

Luzu sonreía orgulloso.

— Se les notaba mucha química desde hace meses, nos sorprende que hayan tardado tanto en dar este paso — dijo Mangel tímidamente, pues realmente se sentía feliz por su mejor amigo.

— No me atrevía a ello, tenía miedo de arruinar nuestra amistad y creo que a él le pasaba lo mismo —.

— Bueno, debemos ir a descansar — dijo Luzu, acomodándose en su saco de dormir — Nos espera un largo entrenamiento mañana —.

— De acuerdo — exclamaron al unísono.

— Y recuerden estar atentos a los sonidos— susurró Luzu mientras apagaba las luces y quedar profundamente dormidos.

🐻

¿Rubén? — Vegetta caminaba por un pasillo oscuro, conforme avanzaba la oscuridad lo cubría más y más. Tenía un mal presentimiento, lo primero que venía a su cabeza era buscarlo a él.

Debía encontrarlo o podría estar en peligro.

Una luz de hizo presente detrás de él, el héroe sintió la calidez de esta en su espalda, así que se dio la vuelta rápidamente para ponerse en guardia.

Ahí estaba, Rubén dormía tranquilamente en un montón de almohadas y peluches, sonrió al ver que se encontraba bien.

Pero un susurró le ocasionó un escalofrío en su cuerpo.

Unos ojos rojos y una sonrisa maliciosa se hicieron presente atrás de Rubén Te encontré, pequeño híbrido —.

Las manos del sujeto se hicieron visibles en la luz, sujetaban con fuerza una daga.

Vegetta comenzó a correr hacia ellos —¡Detente! — gritó desesperado —¡No le hagas daño! — No entendía que pasaba, con cada paso que daba parecía que cada vez se alejaba más.

Eres mío — susurró la silueta antes de clavar la daga en su pecho.

¡NOO!

Despertó.

Sudando y atemorizado.

Vegetta podría jurar que nunca se había sentido tan asustado en su vida, necesitaba un poco de aire.

Se levantó cuidadosamente y en silencio para evitar despertar a sus compañeros, pues la luz del amanecer comenzaba a iluminar tenuemente la habitación.

Abrió la puerta, sintiendo el frío aire golpearlo, estaba asustado pero ahora tenía un objetivo claro.

Proteger a Rubén.

❝ HIBERNACIÓN ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora