Capitulo 15: Entrenamiento.

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Las dos semanas siguientes pasan sin novedades. Todo mi tiempo se va en ir a clases, talleres, y cuando no me toca Herbolaria o Mitología (Que prácticamente casi no dio la clase el profesor, sino Antony y yo) me quedo en la escuela a prácticar mis habilidades, ya sea con Paige o con Erundür, y cuando el Principal George no esta ocupado, viene a ver mi progreso. En mis tiempos libres, que son pocos, estoy con Antony.

En el almuerzo, que últimamente solemos pasarlo en el lieu, me pregunta:
-¿Qué tanto haces?
-¿Qué? Sólo le estoy quitando las orillas al pan.
-No. No me refiero a eso.
-¿Entonces?
-Me refiero a todas las tardes después de clases. He visto que te vas con tu prima, o con ese chico Aarón, a un salón y se encierran ahí.-Por un momento me quedo helada. Pensé que nadie se había dado cuenta. Pienso lo más rápido que puedo una respuesta, pues si me tardo demasiado puede sospechar que algo pasa en esas reuniones, y no quiero que el se entere que hay algo más que me hace diferente aparte de mi cabello, a pesar de que me siento fatal por mentirle.
-No es nada, solo me ayudan en una materia, pues...Reprobé Física.-Eso es cierto, no es que sea mala en esa materia, (en ninguna de hecho. Siempre he tenido un promedio sobresaliente, de hecho en el examen me fue bastante bien) pero al haber sido suspendida de clase tantas veces, ya sea por quedarme dormida, porque sonó mi celular en clase(solo paso una vez-y puedo jurar que estaba apagado-o porque me enojo con la maestra y le respondo con sarcasmo o de formas que ella considera "inapropiadas" e irrespetuosas"; que me he retrasado en esa materia hasta el punto de reprobarla por inasistencia y por no entregar tareas ni trabajos. Así que prácticamente no estoy mintiendo, solo estoy manipulando un poco las cosas, lo cual tampoco es bueno.
-Oh-Dice con un aire afligido, como si él fuera el que reprobó la materia.-¿Por qué no me pediste ayuda a mi? Soy muy bueno con Física. Además...No me gusta que estés con ese Aarón.-Antony esta celoso. Aún así me sigue desconcertando el hecho de que las personas llamen a Erundür, Aarón. ¿Por qué soy la única que le digo así? ¿Cuál es su verdadero nombre? Tal vez los dos son sus nombres, pero yo siempre le había dicho Erundür. Tal vez cuando éramos niños me gustaba más ese nombre. Le queda más, tal vez por el hecho de ser un Arconte, o por la forma en el que el sol hace brillar su cabello o esos ojos que te llenan de seguridad cuando te miran. No lo sé, me imagino que al ser una criatura inmortal debe de tener un nombre poco común. Alto. No debería andar pensando en él cuando estoy con Antony. Ojalá no pueda leer mis pensamientos, pues se pondría más celoso de lo que esta.
-Es...solo un amigo.
-Lo sé. Perdón. No me gusta sentirme así, pero...me gustas, Kiara, me gustas mucho, y..Te amo. Jamás había sentido algo así por alguien. Eres la primera...y quisiera que fueras la última.-Se inclina hacia mi y me besa. Me dejo arrastrar otra vez por esa sensación de calidez y de paz. Cuando termina, sigue hablando.-¿Y bueno?
-Tu también me gustas mucho. Te amo.
-Me encanta oír eso. Pero yo me refería a otra cosa.
-¿A qué?-Le pregunto confundida.
-¿Valió la pena la espera?
-Creo que si.-No entiendo muy bien a que se refiere. Podría referirse a lo del beso, o a algo más.
-Me gusta esa marca en tu muñeca. ¿Es de nacimiento?
-No.
-¿Cómo te la hiciste?
-La verdad es que no lo sé.-Okay. Eso era una mentira, pues si sabia como me la había hecho. Los Arcontes me lo habían explicado. Es la marca de mis alas. Solo tengo que pronunciar una palabra y surgen de mi espalda, listas para viajar. Y aunque nosotros no las necesitábamos para volar, si las usábamos como un tipo estabilizador. -Solo desperté y estaba ahí.
-Lo entiendo. Yo luego despierto con heridas que en la noche no estaban. ¿Te veré en la salida?
-No puedo. Tengo que practicar.
-¿Practicar?
-Si. Unas fórmulas de física.-Digo, tratando de corregir mi error.
-Me gustaría poderte ver más.
-A mi también. Pero ahora tengo que ir a clases. Y tu también.
-De acuerdo. ¿No podrías quedarte un ratito más?
-Si llego tarde una vez más, el profesor me mataría.
-Entonces ve. No quiero que te mate.-Una sonrisa triste aparece en su rostro.
-Nos vemos en la tarde. En el parque.-Digo para compensar una cita en la que no pude llegar por estar practicando la invisibilidad. Algo salió mal y no pude volver a ser visible hasta la tarde.
-Esta bien.-Dice resignado.
-Nos vemos.
Salgo del lugar y me dirijo a mi locker por los libros de las siguientes clases. Me muero porque ya sea la salida y poder practicar. Por lo mismo las clases se me hacen eternas. Trato de poner atención pero me pierdo en mis pensamientos un par de veces. Una de ellas el profesor se da cuenta y me deja tarea extra: Una exposición para la siguiente clase. Tenía cuatro días para prepararme. En el momento en el que terminan las clases, me dirijo al salón que Mr. George preparo para que practicara. Es un salón que casi no se usa. Es muy grande y todos los pupitres fueron retirados para hacer espacio y así pudiera sentirme más cómoda. A veces me pregunto porque el Principal se tomaba tantas molestias por mi. Cuando entro al salón veo a Mrs. Bennet sentada en una de las pocas sillas que hay en el salón.
-Hola, Kiara.
-Hola.-Después de mi petición me habla de tu, lo cual me hace sentir mejor.
-¿Lista para tus practicas?
-Si, pero no ha llegado Paige o...
-Hoy me toca a mi estar contigo en tus prácticas.
-¿Qué vamos a hacer?-Digo con la esperanza de que esta clase no sea tan agotadora y dura como las otras.
-Vamos a desarrollar tus efchés.
-¿Mis que?
-Se me olvida que no sabes hablar lengua antigua. Tu deseos.
-Eso...no lo había visto.
-Es algo que nosotros no podemos hacer, pero tu si.
-¿Por qué ustedes no?
-Nosotros podemos hacer algunas cosas, como volar, hablar con animales, o cambiar corrientes de aire, hasta llegamos a manejar los elementos, pero nunca invisibilidad, o hacer realidad nuestros deseos o pensamientos...pero tú sí. Es un tipo de magia diferente a la que nosotros aplicamos, cariño. Creemos que es por la magia del cambio, pero no es seguro.
-Esta bien.
-Bueno, ahora concéntrate en algo que desees.
-¿Como qué?
-No sé. Cualquier cosa. Que llueva, un objeto.
-Un libro.
-Si. Por ejemplo un libro. Bien, ya que tenemos el objeto que deseas, concéntrate en él.
-Lo estoy haciendo.
-Piensa que el libro aparece.
-Eso hago.
-Pues no funciona. -Después de veinte minutos de intento, ambas nos rendimos.-Tal vez no sea la forma. ¿Recuerdas la vez que Brittany salió volando por el aire?
-Si. ¿Fui yo?
-Creemos que si. No hay otra explicación. Además provocó una onda mágica. Por eso el Principal salió a ver que pasaba. ¿Sabes como lo hiciste?
-No hubo nada de especial. Solo desee que pasara y sucedió.
-¿Puedes intentarlo?
-Claro. Aunque no creo que funcione.
-Confía en ti y en tus capacidades.
-Esta bien.-Cierro los ojos un momento y me relajo. Otras veces en las practicas nos habíamos dado cuenta de que cuando me estresaba no hacia nada bien. Pienso "Qusiera tener un libro que leer en este momento" Escucho la respiración entre cortada de Sarha y sé que ha funcionado. O algo así. Cuando abro los ojos hay un par de páginas sueltas esparcidas por el suelo.
-Eso es un gran progreso.-Dice emocionada. Yo me siento un poco decepcionada, pues no me salió tan bien como esperaba.-Tienes que practicar más. Sigue intentando.
Estoy así varias veces. Una vez hago aparecer una flor que esta deforme. Una manzana podrida. Una pelota ponchada. Hasta que por fin logro aparecer una pluma en perfecto estado.
-¿Puedo sacar cosas de la nada?
-No exactamente. Solo el Creador puede hacer eso. Lo que haces es transportar objetos existentes según tus deseos. En caso de acciones como aventar a alguien por los aires, eso es imponer tu voluntad. Es un tipo de coacción, aunque no exactamente. A veces haces que las personas quieran cumplir tus deseos. Otras los impones. Aunque hay cosas que no están permitidas, por el libre albedrío.
-¿Y por qué escucho pensamientos de las personas? En la reunión-el día que me contaron mi procedencia-los escuche.
-Eso...no lo habías dicho. En la reunión nos escuchaste por que nosotros nos podemos comunicar sin palabras. Al ser de los nuestros, puedes hacer lo mismo y nos escuchas.
-¿También a los humanos?
-No dijiste que habías escuchado sus pensamientos.-Su voz tiene un tono acusatorio.
-Si. Un par de veces.
-Eso no es normal.
-Agrégalo a la lista de cosas que no lo son en mi.-Digo, en cierta forma de broma.
-Eso no es gracioso.
-Perdón.
-Hemos terminado por hoy.-Dice de repente muy seria.-Debes de descansar.

Archai: El OrigenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora