-¡Corre!-Antony me grita. Va unos pasos detrás de mi así que lo miro por encima del hombro y me asusto al ver que nuestros perseguidores nos están empezando a pisar los talones.-¡No mires atrás!-Me regaña. Aún no puedo creer que estemos metidos en este lío. Horas atrás estaba saliendo de la escuela, algo exhausta por el entrenamiento con Mrs. Bennet. Antes de llegar a casa, el teléfono empezó a sonar como un poseso. Cuando conteste, Antony me dijo desde el otro lado de la línea.<<¿Estas libre? Te espero en la Pizzería Jack's>> <<Voy para allá>> No hubo más respuesta, la llamada había terminado. Dirigí a mis pies, que protestaban del cansancio, hasta Jack's Pizza, que no estaba a más de 100 metros de la escuela. Los ojos se me cerraban. No entiendo como no me quedé dormida en el camino. Cuando llegué, entré al local y vi a Antony sentado en una mesa, me saludo y se levanto acercándose. Me ayudó a sentarme. Unos minutos después llegó una chica con un uniforme naranja y una gorra a juego y dejó una pizza de cuatro quesos recién hecha. Se me deshizo en la boca. Estaba deliciosa. Después de tres rebanadas me sentía más animada y con fuerzas. Esa pesadez que había sentido desapareció. Nos quedamos un rato en Jack's conversando antes de que Antony pidiera la cuenta y salimos del lugar hacia el parque, en donde encontramos una banca algo aislada y nos sentamos. Continuamos con nuestra conversación, interrumpida ocasionalmente por un beso. Cuando nos dimos cuenta el sol empezaba a meterse, dejándole su lugar a la luna y a las estrellas. Contemplamos el atardecer. Era reconfortante ver como el cielo cambiaba de color a causa del sol. Eran pocas las veces que podíamos apreciarlo sin tantas nubes grises que se empeñaban en taparlo. Nos quedamos el silencio. Solo nuestras manos tocándose. Gracias a eso escuchamos unos pasos acercándose. Antony me levantó y empezamos a salir del parque. Su rostro mostrando preocupación. Ahora que corro desesperadamente pienso que si en ese momento hubiéramos estado riendo o hablando, nos hubieran tomado por sorpresa en la banca del parque, sin la opción de escapar, pues de la nada surgieron cinco tipos con ropa negra y las capuchas de sus sudaderos puestas. Nos seguían. Antony apretó el paso. Ellos lo imitaron. Le pregunte quienes eran esos tipos pero se limitó a decir <<corre>>. Todavía seguíamos corriendo.
Vuelvo a mirar atrás y veo como Antony se detiene dispuesto a hacer frente a los tipos de negro. Alcanzo a escuchar su voz.
-Dile a tu prima lo que sucede. Ve. Yo los detengo.
La idea de ponerme en un lugar seguro es tentadora, pero no puedo dejarlo ahí, solo, luchando en una pelea desigual. Cinco contra uno es injusto. Tomo una decisión arriesgada y loca. Me vuelvo y me coloco junto a él, que esta entretenido luchando con el primero que había conseguido llegar hasta él. Un segundo se aproximaba. Por un momento el tipo número dos parece confundido, como si no supiera si ayudar a su compañero o atacarme a mi, que parezco inofensiva. Aprovecho esos segundos y le dirijo una patada a las costillas, lo cual lo saca de su confusión. Decide que si soy una amenaza. La lucha se convierte en un baile de puños y patadas. Cuando llegan los otros tipos. Dos se dirigen a donde esta Antony, el otro apoya al que me esta atacando.
Luchar con dos personas a la vez no es sencillo, menos con tres. Antony debe de haber tomado clases de artes marciales pues sus golpes son coordinados y precisos, al igual que sus reflejos que lo ayudan a esquivar la mayoría de los golpes. Le esta yendo mejor que a mi. Hace unos años convencí a mis padres de que me metieran a clases de defensa personal y combate, lo cual en este momento agradezco, pero aún así no soy tan rápida como Antony para esquivar los golpes, unos van a dar a mis costillas, otros a mi mandíbula. Llega un momento en el que ya no puedo. Estoy demasiado enojada con estos tipos que no me doy cuenta de lo que hago, solo sucede. En unos segundos nuestros atacantes están tirados en el suelo tapándose los oídos. Antony parece confundido, pero consigue reaccionar más rápido que yo, pues me toma de la mano y me arrastra detrás de él. Yo todavía sigo en shock. Salimos corriendo, esta vez yo voy detrás de él. El agotamiento empieza a hacer efecto otra vez en mi. Cuando se detiene casi me estampo con él. Estamos frente a una casa que desconozco. No es mi casa, pero al parecer si es la de Antony.
-Sube al auto. Tenemos que darnos prisa o nos seguirán, y no será agradable.
Obedezco un poco aturdida sin hacer preguntas y me subo al Honda civic de color blanco que esta aparcado enfrente de su casa. El se sube en el asiento del piloto y arranca el auto. Por un momento creo que me va a llevar a la casa de mis tíos, pero me equivoco. En su lugar toma la carrtera.
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Archai: El Origen
RandomKiara es una chica diferente a las demás. No sólo por su cabello, que es blanco-a pesar de que apenas va a cumplir 16 años,-sino también por sus habilidades... Su vida era relativamente normal, hasta que todo comenzó. Ahora tiene que lidiar con el h...