Empiezo a analizar lentamente todo lo que me rodea. Estoy acostada en una cama, cubierta con sábanas de seda y un edredón que me mantiene caliente. Las paredes son de un color plateado suave. Hay una pantalla plasma en una de las paredes. A su lado hay un estante llenado de películas y algunos libros. Hay un escritorio con una computadora y otras cosas. Por la ventana entra una luz dorada. Por un momento pienso que estoy muerta, que al final el veneno llego a mi corazón y lo paralizó, pero en cuanto veo a mi hermana sentada en una silla de la lujosa habitación comprendo que aun sigo viva, a menos que ella me haya acompañado al otro mundo. Decido que la primera idea suena mejor. Intento levantarme lo cual atrae la atención de mi hermana, que se levanta al instante y se coloca junto a mi.
-No te levantes, espera unos minutos, en lo que te recuperas.
-¿Que sucedió?-Me escucho decir como en cámara lenta.
-Venciste el veneno. Es lo que dijeron
-¿Y los Antiguos? ¿Ellos...?
-No hubo necesidad de llevarte con ellos. Cuando cerraste los ojos en la camioneta, pensamos que era demasiado tarde, aun así seguimos en la carretera. Una hora más tarde conseguimos llegar y te llevamos a nuestros padres. Ellos llamaron un doctor, el cual determinó que estabas viva. Te revisamos el brazo y ya no había señal del veneno en tu cuerpo. Solo quedo esperar a que despertaras.
-¿Cuanto llevo dormida?-Digo preocupada.
-Casi dos...semanas.-Dos semanas. ¿Cómo pude haber dormido tanto?
-¿Dónde estoy?
-Este es tu cuarto. Yo lo decoré. Espero te guste.
-¿Y nuestros padres?-La idea de conocer a mis padres me causa sentimientos encontrados.
-Están en una reunión con la Reina. Por cierto, ya que estas despierta, debes arreglarte.
-¿Para qué?
-Tendremos visitas.Después de comer algo, me levanto y me dirijo al baño. Tomo una ducha y observó el vestido que mi hermana eligió. Es un vestido azul verde, a juego con mis ojos, con una cinta en la cintura. Me lo pongo. Me llega hasta las rodillas, y es muy cómodo, pero elegante. Cuando salgo, Anhelisse me esta esperando frente al tocador. Lleva un vestido blanco, largo hasta los tobillos. Se ve como una princesa. El vestido hace que sus ojos azules brillen más de lo normal. El cabello suelto perfectamente ordenado, en ligeros rizos. Me acerco y me siento frente al tocador según sus instrucciones. Ella toma mi cabello y lo empieza a cepillar. Después de unos minutos veo el resultado. Mi cabello, lacio, esta peinado hacia la derecha. En la parte izquierda tengo una flor del mismo color. Me ha pintado de una forma que parece natural y me hace ver un poco más grande. Mis ojos rodeados de un polvo plateado que hace parecer que el color turquesa del iris resalte.
-¡Te ves hermosa!-Dice mi hermana.-Quisiera tener tus ojos.
-Tu te ves hermosa, yo me veo normal. Y tus ojos son increíbles.
-Gracias. Pero nada le gana a los ojos turquesa, salvo los lila: esos colores empatan.
-¿Y quién vendrá hoy?
-La Reina.
-¡No me dijiste! No sé como comportarme ante la Reina. Y si...
-Para eso estoy yo. Te enseñaré lo más básico. La etiqueta dice que tienes que hacer una reverencia, pero a la Reina no le gusta, así que solo tienes que inclinar la cabeza. En la cena, ella se sienta primero. Habrá varios cubiertos, solo toma los que yo tome. Ojalá hubiera más tiempo, pero solo tenemos unos minutos. Te voy a hablar en tu mente.
-¿Pero no escucharan los demás?
-No, porque tu leerás lo que estoy pensando.
-Pero casi no puedo hacer eso. ¿Cómo sabré que me estas hablando?
-Practiquemos. Eso te ayudará. También puedes intentar conectarte a mi mente.
-De acuerdo.
"Bien, ¿me escuchas? Voy a hablar de vez en cuando, mientras quiero que leas algo o hagas una actividad."
-¿Puedo pintarme las uñas?
"Necesito que sea algo que dure más de cinco minutos. Solo nos quedan 30 minutos.<<¡Zamara!>>"
-¿Quién es Zamara?
-Trabaja con nuestros padres. Es de confianza.-Segundos después entra una chica con el cabello rubio rojizo y ojos azul pálido
-¿Necesitan algo?
-Si.-Dice mi hermana.-Necesito que mantengas abierta la comunicación en mente y me digas si detectas o escuchas lo que decimos.
-Como desee, Lady.
-Bien,hermana es tu turno.-"Quiero que me hables sin que Zamara te escuche" "Lo intentaré"-Dime si oyes lo que sea. Por favor, necesito tu sinceridad, Zamara.
-Si, escuche eso. Dijo <<Lo intentaré>>
"Hermana, tienes que aprender a ocultar lo que piensas y lees. Es importante"
"Esta bien"
-Esta bien.-Repite Zamara.
"Okay. Eso fue una prueba. No me reclames que escucho eso, solo quería probar algo." Le digo a mi hermana concentrándome únicamente en ella. Al parecer funciona pues Zamara no dice nada.
"¿Funcionó?"
-¿Escuchaste algo, Zamara?
-No. Solo sentí un piquete.
-Perfecto. Si sientes algo o escuchas, dilo.
-Si.
"Bien, Kiara, vuelve a intentar. Esta vez trata de que ella no sienta que la estas bloqueando. Si funciona, quiero que tomes un libro y mientras lees me hables sin que ella lo perciba"
"Muy bien. Aunque no creo que sea posible hacer eso. ¿Por qué tengo que leer tus pensamientos? Tan solo deberías de hacer lo mismo que yo y bloquearla."
"Ese es el problema. No puedo hacer eso"
"¿Por qué? "
"Yo...No sé. Tu haces cosas que los demás no."
"Creo que ya debo tomar el libro, ¿no?"
-¿Zamara?-Decimos al mismo tiempo, inquisitivamente.
-Nada. ¿Siguen comunicándose?
-Si.
-¡Qué genial! Jamás había escuchado que alguien podía hacer eso.
"Dice la verdad a ambas cosas"
"Bien. Ambas vamos a leer."
Me levanto del sofá que está en la sala de estancia de mi cuarto y voy por dos libros. Tomo los primeros que encuentro. Le doy uno a Anhelisse y me quedo con el otro. Veo los títulos de los libros. Ambos son de Julio Verne: "Viaje al Centro de La Tierra" es el de mi hermana y el mío "Los Hijos del Capitán Grant" Empiezo a leer, dividiendo mi concentración entre el libro y mi hermana. Al principio no capto nada, por lo cual pienso que ella solo esta leyendo, pero cuando me mira y alza el ceño se que me dijo algo. Ella vuelve al libro. Segundos después capto sus pensamientos.
"¿Qué tal está tu libro? ¿Podrías hablarle a Zamara mientras lees y te comunicas conmigo?" "No lo sé" " Es importante que lo logres, pues en la cena vas a estar comiendo, manejando los cubiertos, conversando y prestando atención a lo que te digo" Suelto un suspiro. Ella espera grandes cosas de mi, que yo no creo ni posibles. "Lo intentaré" No sé porque pero no me gusta defraudarla así que hago lo que ella dice, pensando que no es posible.
-Zamara, ¿Qué música te gusta escuchar?-Le digo, simultáneamente leo el libro y le digo a mi hermana "¿Algo así?"
-Escucho de toda.
-Pero debes de tener una favorita.-Continuó con el libro y escucho a Anhelisse "Lo estas haciendo muy bien. Creo que estas lista."
-Taylor Swift.
-¿Por qué les gusta tanto? Es muy buena y eso, pero mi hermana es casi lo único que escucha, aparte de Indie y pop.
-Tal vez porque ella también es un Arconte. Y su música es increíble.
-¿Lo dices en serio?
-Si. Varios famosos y cantantes son Arcontes. Si te lo dijera no lo creerías. Zac Efron es un ejemplo.
-¿Estamos hablando del mismo Zac Efron?
-Si. Yo no conozco a otro.-"Es cierto, Kiara. Hay algunos que son Arcontes, pero eso no significa que todos"
-Ya es hora, hermana.-Dice Anhelisse levantándose.
-Bien. Gracias, Zamara.
-¿Hay algo más que necesiten?
-No, gracias.-La despide mi hermana.-Kiara, antes de que empiece la reunión voy a darte un recorrido por la casa.
Bajamos las escaleras donde se ve el recibidor, a la derecha hay un salón en donde se encuentra un comedor hecho de roble. Más allá hay una estancia frente a la chimenea, una biblioteca, un salón de juegos y un salón de baile. Me quedó impresionada por lo grande que es la casa. Es una mansión.
Dos personas van entrando por la puerta: un hombre y una mujer, ambos con el cabello rubio ceniza y ojos azul pálido. Él lleva puesto un esmoquin y ella un vestido largo de seda roja.
-¡Anhelisse!-Dice la mujer.-¿Kiara? ¿Hija?-Su voz no suena natural.
-Ellos...son nuestros padres.-Dice mi hermana al ver mi cara de confusión.
-Si.-Lo único que acierto a decir. Intento buscar algún parecido, pero a simple vista no encuentro ninguno, ni siquiera mi hermana se parece a ellos. La mujer, mi madre, se acerca y nos abraza a las dos y nos da un beso en la cabeza a cada una.
-¡No sabes cuanto nos alegra que estés mejor!
-Gracias, yo también me alegro.
-¡Tienes sentido del humor!-Dice sonriendo. "Son Lord y Lady Wifderk" Piensa Anhelisse. "Gracias" Le contesto, poniendo en práctica lo de hace unos minutos, esperando a que ellos tampoco me escucharan.
-Eso creo Lady Wifderk.
-Puedes decirme mamá, si quieres.
-¿Quién te comentó lo de Lord y Lady Wifderk?-Pregunta el señor que es mi papá. Volteo a ver a mi hermana. "Dile que te lo dije en cuanto despertaste. No comentes que puedes ocultar nuestra conversación"
-Mi hermana, cuando desperté.
-Muy bien. ¿Te comentó lo de la cena?
-Cariño. ¿Por qué otra razón llevaría un vestido que la hace ver tan hermosa.
-Tiene razón. Lucen preciosas las dos. ¿Listas?
-Si.-Contestamos ambas al mismo tiempo.
-Perfecto. Me da gusto de que estén en casa. -No tenemos tiempo para responder, pues inmediatamente suena el timbre. Una chica parecida a Zamara abre la puerta y hace una reverencia. La reina entra con otras cuatro personas. Mis padres hacen una reverencia seguida por la de mi hermana, la cual es mas sencilla y rápida que la de mis padres. Yo me quedo paralizada sin saber que hacer. Reconozco a la Reina. Es la misma de mis sueños. Por un momento pienso que estoy dormida, pero no. Estoy frente a la Reina: la reina Larissa.
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Archai: El Origen
RandomKiara es una chica diferente a las demás. No sólo por su cabello, que es blanco-a pesar de que apenas va a cumplir 16 años,-sino también por sus habilidades... Su vida era relativamente normal, hasta que todo comenzó. Ahora tiene que lidiar con el h...