Capitulo 24: Secuestro y Escape

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Empiezo a caminar sin rumbo, sin dirección, tratando de ubicarme y de encontrar la glorieta en la que empezaban las casas de los Arcontes, pero no tengo suerte. Se empieza a hacer tarde y sigo sin saber en donde estoy. En eso veo a dos jóvenes caminando y decido pedirles indicaciones, al menos para llegar al centro comercial.
-¡Hey, chicos! ¿Saben en donde queda el centro comercial?-La chica me voltea ver y me doy cuenta de que se trata de Mariam y Charlie.
-¡Mira a quien tenemos aquí! ¡Kiara! ¿Acaso estas perdida?-La manera como lo dice me causa desconfianza y una vocecita en mi cabeza me grita "¡Peligro! ¡No confíes en ellos!"
-No, no estoy perdida. Solo quiero saber si me aprendí bien la forma de llegar a Greeinder.
-¡A que si!-Sueltan unas risitas bobas.-Ven. Nosotros te llevamos a tu casa, pero antes debemos de recoger algo.
-Gracias, pero tengo prisa.
-No tardamos. Son solo unos minutos. Además, nosotros también vamos para allá.
-De acuerdo.-Empiezan a caminar y los sigo a una parte que de seguro no es el centro de Airwood, al fondo, detrás de las casas se alcanzan a ver árboles, cubiertos con nieve.
-¡Perfecto! Será genial mostrarte nuestra guarida.
-¡Si! Estoy seguro que te va a encantar.
-No seas exagerado,Charlie.
-¿Ustedes como conocieron a Aarón?
-Hace ya varios años. Cuando el era un crío, como de diez o doce, no me acuerdo bien, su familia regreso a Airwood, y nos conocimos en la escuela.
-¿Son hermanos?-Se voltean a ver y se carcajean como si la pregunta fuera lo más divertido que han escuchado.
-¿Acaso nos parecemos?-Dice Mariam divertida.
-Bueno, no, no exactamente.
-En eso tienes razón. No somos hermanos, pero si familia.
-Somos primos.-Aclara Charlie.
-Oh, ya. Lo siento.
-¡Llegamos!-Dice señalando una casa con apariencia abandonada. Se acerca al porche y debajo de un tapete saca una llave.-¡Te daremos un recorrido!
-¿Esta casa es su guarida?
-Algo así. Lleva abandonada por años, nadie viene aquí. Son los linderos del bosque.
-¡Adelante!-Entro a la casa con algo de desconfianza, atenta, por si les da por encerrarme aquí, pero no lo hacen. Ellos también entran a la casa. Las paredes están llenas de dibujos. Hay mesas a punto de venirse abajo de tantas cosas que tienen encima.
-¿Los dibujos los hicieron ustedes?
-Si.¿Que te parecen?
-Son increíbles.
-Los mejores están en el sótano.
-Charlie. ¿Donde dejé mi carpeta?
-No sé. La ultima vez que la vi...
-¿Que le hiciste, gusano?
-¿Yo? Nada. Solo intento acordarme. Habías dicho que ibas a bajar por una pintura o algo así.
-Tienes razón. Esta en el sótano.
-¿Vienes? Sirve que ves nuestras mejores obras de arte.
-Bien.
Se abren paso hasta una puerta que dirige al sótano. Ellos bajan primero y yo los sigo. Cuando piso el último escalón, me quedo sorprendida. Las paredes están llenos de murales, decorados con paisajes. Algunos muestra arcontes con las alas extendidas. Hay otro con unas cascadas que dan la apariencia de estar en movimiento. Mariam empieza a remover algunas cosas, buscando su carpeta, pero no le presto mucha atención. Estoy analizando cada trazo de pintura, los movimientos de la brocha, cuando escucho una puerta rechinando, seguido de unas risitas. Cuando reacciono la puerta del sótano esta cerrada. Me han engañado. Me concentro en escuchar las voces de Mariam y Charlie, pero no escucho nada hasta que empiezan a hablar por léxeon. "Hay que dejarla un rato ahí, para que pague lo de las sodas" comenta Charlie. "¿Qué te parece que pase la noche aquí?" "No es mala idea" "¿Tendrá claustrofobia?" "No me importa." "¿Y si trata escapar?" "No lo hará. La puerta es resistente." Dejan de hablar y por un tiempo no escucho ni un ruido, por lo que supongo que se han ido, así que me pongo manos a la obra. No pienso pasar la noche en este sótano.
Cargo varias veces contra la puerta, pero no sirve de nada, por más esfuerzo que hago no consigo abrirla. No quiero rendirme, pero después de unos minutos intentando, el cansancio me vence. Me siento en una silla, deseando poder salir de ahí, que la puerta se abra y regresar a casa. Un ruido me sobresalta. La puerta del sótano se a abierto. No puedo creer mi buena suerte, pero aprovecho y salgo. En una mesa esta una Mariam y un Charlie muy distraídos. "Así que no se han ido" Aprovecho su distracción y me muevo a hurtadillas hasta la puerta principal. Cuando estoy a unos metros de mi objetivo Charlie alza la vista de su teléfono y me ve estupefacto.
-¡Ma...Mariam!
-¿Qué?-Rezonga ella sin apartar la vista de su revistas aprovecho ese tiempo para alcanzar la puerta, pero esta cerrada con llave.
-Salió del sótano.-Charlie sigue sorprendido.
-¿Qué?-Levanta la vista y me ve, dejando escapar un gruñido-¡Imposible!
-No la dejes escapar. Aun no ha tenido su merecido.-Grita Charlie. Ruego para que la puerta se abra. Tras un <<Crack>> se que se ha abierto. Salgo corriendo con Charlie y Mariam a mi espalda. Estoy a punto de tomar las calles como ruta de escape, pero ellos conocen la ciudad mejor que yo, por lo que tomo los bosques para ocultarme. Al parecer mi elección los sorprende dándome unos segundos más de ventaja. Tal vez no fue una gran idea tomar esa ruta, pues me caigo en dos ocaciones, al tropezar con unas raíces, haciéndoles ganar terreno. Tras unos segundos de un tercer tropiezo, Charles, que correo más rápido, me alcanza y me sujeta. Empieza a intentar arrastrarme de vuelta, fuera del bosque, pero el no sabe que se defensa personal. Uso su propio peso y lo hago caer mientras me suelta. Me pongo en marcha otra vez, teniendo más cuidado de donde piso para no caerme. El sol se empieza a meter, y el aire hace su aparición. Las huellas que dejo en la nieve no me sirven mucho para despistarlos y subir a un árbol no es una opción. Cuando creo que que estoy fuera de su alcance y que puedo descansar un rato, me encuentro con un problema: estoy atrapada entre un abismo. Intento rodearlo pero no encuentro un camino o algo, pero ya no hay tiempo. Ellos están a unos metro acorralándome.
-Te dije que es una impostora.
-Tienes razón. Ya habría usado sus alas-Se ríe Charlie.
-Hay que darle otra oportunidad-Mariam me mira con pena. Se que esta fingiendo.-Tal vez cuando vaya cayendo se acuerde como volar.-Ella da unos pasos hacia mi. "Espero que aprendas a volar"
-Mira, esta temblando.-Así es. Tiemblo, pero no es de miedo. Sé volar, pero no tengo nada que demostrarles. No hay nada que necesite probar, y este par no va a tener nada de mi. Si tan solo fuera capaz de salir de ahí, sin volar y estar en un lugar tranquilo como aquel jardín con el que siempre sueño...Mi vista se empieza a nublar, todo empieza a darme vueltas. Lo ultimo que escucho son los gritos ahogados de Charles y Mariam antes de que desaparezcan de mi vista. Cuando vuelvo a abrir los ojos veo árboles y flores, pero ya no estoy en el bosque. Ahora me encuentro en un jardín.

Archai: El OrigenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora