Capítulo 49

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Con intención de buscarla se puso los zapatos rápidamente en la puerta de entrada. Tras eso, y con mucha seriedad, salió del portal justo cuando una chica de ojos azules y ya vestida con un chándal de deporte se acercaba a la puerta con un chico algo más alto que ella. Aún llovía a cántaros y su cabello estaba completamente mojado. David no la vio hasta que no la tuvo lo suficientemente cerca para que ella diese un gritito de emoción. El joven la reconoció y se giró rápidamente hacia ella. Verónica quiso correr hacia él, pero al verle el rostro y todo el peligro que destilaba se acercó más lentamente de lo que pretendía, admirándolo sin poder evitarlo.

La mera imagen de David bajo la lluvia, empapado, lograba hacerle vibrar por dentro por lo poderosa y sensual que era. El joven la observó de arriba abajo a través de sus pestañas húmedas y Verónica contuvo el aliento. Jamás se acostumbraría a su presencia. Era tan imponente y sensual que le temblaron las piernas. David alzó ambas cejas, como cada vez que pensaba algo con determinación y luego clavó sus ojos grises en Felix, reconociéndolo y poniéndose en guardia. ¿Qué demonios hacían esos dos juntos? pensó al tiempo que Verónica pensaba que no sabía cómo explicar que estaba con Félix sin explicarle lo que habían hecho, y eso iba a enfadarlo mucho. La chica había pensado tocar el tema con suavidad, e incluso prepararlo para toda la información que iba a darle, pero en aquellas circunstancias se dio cuenta de que no iba a poder hacer las cosas como quería.

—Cobra... —dijo Félix tragando saliva visiblemente.

Verónica lo observó por lo asustada que sonó su voz.

—¿Qué coño haces con ella? —le instó David, ignorando a Verónica quien aún dudaba si lanzarse a sus brazos o mantenerse quieta.

No sabía hasta qué punto hacer que David mostrase sus sentimientos en público era bueno para él y su imagen que aún debía de mantener hasta que todo acabase. La pregunta la puso nerviosa. Si Felix la respondía contándole la verdad...

—Venimos de sacar a unas putas de Maison la Noir —soltó, quizás tan asustado que no se las pensó.

Verónica abrió los ojos y contuvo el aliento cuando David la miró con sorpresa y enfado. Sus ojos grises y turbulentos le dirigieron una mirada acusatoria mientras abría la boca de par en par, anonadado. ¿Qué Verónica había hecho qué? No, espera... ¿QUÉ SU COMPAÑERA DE VIDA HABÍA HECHO QUÉ?

Imperceptiblemente, David tembló como una hoja de pura rabia y de miedo. Incluso el mundo pareció ralentizarse. Todo. Absolutamente todo había dejado de existir. Y lo hizo aún más cuando Verónica desvió la mirada unos segundos, sabiendo todo lo que se le venía encima. Aquello implicaba muchísimas cosas. ¿Cómo había podido hacer algo así? La rabia lo inundó todo. El miedo a las represalias aún más. Verónica supo ver como David perdía el control, y lo hizo aún más cuando su cuerpo se volvió por completo hacia Félix, dejando de prestar atención a Verónica. De pronto había dejado de llover. David estaba luchando consigo mismo y con sus ganas de gritar. Una gota de lluvia le resbaló del pelo. Por primera vez, Verónica se fijó en como la ropa mojada se le pegaba a la piel, marcando aún más sus músculos a través de una camiseta que no podía cubrirlo del frío. Su cuerpo destilaba peligro. Félix dio un paso hacia atrás aterrorizado ante la ira con la que el chico de fuego lo observaba.

—¿Has metido a mi novia en ese lugar? —clamó con una voz tan furiosa que Félix sintió que se quedaba paralizado.

La tensión se podía cortar con un dedo. Verónica vio las intenciones de David pero no le dio tiempo a interponerse en medio antes de que él agarrase por el cuello a Félix y lo levantase en peso llevándolo hasta la pared más cercana. El cuerpo de Félix chocó contra ella cuando Verónica fue capaz de acercarse a David. Normalmente, el roce de las manos de la joven lo habría relajado, pero no después de lo que acababa de oír.

—No, fue ella quien me pidió que entrase. —logró decir el otro joven.

Los ojos de David echaban chispas.

—¿Y TÚ LE HICISTE CASO?

Hola personitas preciosas!!! Os subo uno más. Gracias por leer.

Ig: sarahmeywriter

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CIUDAD DE FUEGO© (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora