Capítulo 19

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¡¡Feliz Año!!

3ºPersona P.O.V

La mansión en la que vivía Nicolás, era enorme, oscura y tétrica, mucho más que la de los Malfoy en tiempos de Voldemort. Pasaron por la chirriante verja y se encaminaron a la entrada de aquella lujosa mansión. Cuando entraron pudieron ver que dentro tenía una decoración exquisita, con enormes  cuadros y estatuas de hace mucho tiempo. Lucius recordó que los padres de Nicolás tenían gran poder adquisitivo, seguro que al morir a manos de Voldemort, le heredaron todo a Nicolás.

-Bienvenidos a mi humilde morada; seguidme por favor, iremos a mi despacho-siguieron a Nicolás por los pasillos; era extraño porque aunque el exterior diese miedo, el interior albergaba calor de hogar.

Dos grandes puertas de robles se alzaban ante ellos, Nicolás usó un conjuro, que hizo que se abriese la puerta, pero no se trataba del sencillo hechizo alohomora, si no de otro más extraño. Al entrar por la puerta quedaron con los ojos como platos, el despacho era enorme, en el centro de la estancia había un escritorio con papeles, pluma y tintero escribiendo solos. También había una chimenea que hacía que la estancia estuviese cálida, pero lo que más impresionó a los visitantes del lugar fue la enorme biblioteca que tenía. Las estanterías parecían no tener fin y así era porque aunque el techo fuese alto, se podía ver que las estanterías llegaban hasta el infinito.

-A Hermione le encantaría este lugar-dijo Draco acordándose de su castaña.-Devoraría los libros en una semana.

-Veo que tu esposa tiene buenos gustos Malfoy. Me agradaría mucho conocerla, de todos modos, tendré que hacerlo, sin ella, no podré hacer lo que vienes a pedirme.-le dijo Nicolás.

Draco empezó a contarle su plan a Nicolás, que ya sabía todo, pues era un mago muy poderoso, tan poderoso que podía ver adivinar el futuro, Ron, Harry y Draco creyeron que tal vez no eran una pérdida de tiempo las clases de adivinación de Hogwarts, ya que saber el futuro te haría tener ventaja con tus enemigos.

-Señor Potter, el tiempo es algo muy valioso, y tenemos que aprender a ir acorde con él, no jugar con él cuando queramos.-le dijo Nicolás adivinando lo que pensaba, antes de que Harry le preguntase como sabía lo que pensaba le dijo: Controlo bastante bien la oclumancia, señor Potter me gustaría tener una charla con usted; pero primero tenemos que ir a visitar a su amiga, la señorita Granger, o perdón la señora Malfoy-dijo mirando burlón a Draco.

                                                                            ***

Mientras la familia Malfoy, junto con Ron y Harry estuvieron fuera, Astoria y Hermione se hicieron buenas amigas. Ya llevaban dos semanas fuera el grupo que se aventuró a cazar mortífagos según le dijeron a Hermione y ella se ponía muy nerviosa, pues no recibía señales de vida de ninguno de ellos.

-¿Dónde estás Draco?-dijo la castaña mirando el cielo desde la ventana del segundo piso de la madriguera Weasley. De repente sonó un puf y el grito de la señora Weasley. Hermione cogió la varita sobresaltada y bajó las escaleras con cuidado. Mientras bajaba, se encontró con Astoria que acababa de salir del baño y tenía el pelo mojado. Hermione le hizo la señal del silencio y juntas bajaron para ver qué era lo que pasaba en la sala de abajo.

Al bajar pudieron ver la cabellera pelirroja de Ron Weasley y a Molly abrazando a su hijo y a Harry. Astoria al ver a Ron salió en su búsqueda, cuando este la vio sonrió y le dio un pequeño beso en los labios.

-Te he echado de menos Ron-le dijo Astoria abrazando al muchacho. Este besó su frente.

Hermione al ver que no había peligro alguno, guardó su varita y saludó a sus dos grandes amigos y reprendió a Ron por no haberle contado nada sobre Astoria, el pelirrojo se encogió de hombros y miró con gesto de súplica a su amiga. La castaña sonrió, pero al no ver a Draco por ahí se preocupó.

-Te dije que no te ibas a librar tan fácilmente de mi Granger.-aquella voz fue música para los oídos de Hermione. Giró sobre sus talones y vio a su marido mirándola con aquellos ojos grises que amaba. Había pasado solo dos semanas, pero Draco tenía una pequeña barbita que a Hermione le encantó, le hacía verse más atractivo, ya hablaría de eso con él, pero antes corrió a sus brazos y sin que el rubio lo esperase lo besó. El rubio correspondió el beso de inmediato, unió si frente a la de Hermione.-Nunca olvides que te amo Granger.-esto le pareció raro a Hermione, pero asintió y volvió a besarlo.

-Me alegra que no me hayas dejado viuda Malfoy-dijo Hermione, cuando vio a sus suegros los saludó y por último pudo ver a Nicolás.-Usted…yo a usted lo conozco.

-No creo que nos hayamos visto nunca, señora Malfoy.-dijo mientras besaba la mano de Hermione gentilmente-Mi nombre es…

-Nicolás Marslow-le interrumpió la castaña. El mago asintió sorprendido.-He leído sobre usted, ¿os acordáis cuando en primer año estuvimos buscando información sobre Nicolás Flamel?-le preguntó a Ron y A Harry ambos asintieron, esa fue una de las primera aventuras como trio dorado, era obvio que no la olvidarían fácilmente.-Pues allí encontré información sobre usted. Es maravilloso lo que cuentan los libros mágicos sobre usted y sobre todas las teorías posibles sobre su desconocido paradero. Incluso yo llegué a formular una teoría; según yo, creo que usted habita en los terrenos del bosque prohibido, porque nadie se atreve a adentrarse en él, solo usted que es muy poderoso.-dijo Hermione acertando en su teoría, Nicolás supo de inmediato que esa chica era especial, muy especial y que sin duda ayudaría a Draco a volver a verla feliz. Al ver que había acertado, los ojos de Hermione brillaron con la misma intensidad que hacían cuando sacaba buenas notas en el colegio o los profesores la premiaban por ser buena alumna. Alzó su cabeza y sonrió.-Tengo una pregunta, ¿Qué hace usted aquí?

-Eso es algo que te responderé muy pronto pequeña, ahora tienes que dormir.-la leona frunció el ceño, Nicolás alzó su varita y una nube negra rodeó a la castaña, al desaparecer la nube, Hermione estaba dormida.-Malfoy, espero que ames a Hermione tanto como ella te ama a ti, lo he visto en sus ojos en su forma de mirarte y en su alma. Ya sabes las consecuencias que tiene este hechizo, ¿quieres seguir adelante?-Draco miró a la castaña, besó sus labios por última vez y asintió.

-Sólo quiero verla feliz. Te amo Hermione.-dijo antes de verse envuelto en una nube negra como la que minutos antes había envuelto el cuerpo de Hermione.

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Cásate conmigo, Granger. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora