★XXV★

1.7K 129 457
                                    

Autocontrol

★Autocontrol★

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

★★

La lluvia no se había detenido en ningún momento desde la noche y aún así Aburame Shiro no detendría el entrenamiento.

Eran las cinco de la mañana cuando vio llegar al campo de entrenamiento a una azabache con una sombrilla y un abrigo que le llegaba hasta las rodillas.

No importaba el clima ni el horario, el entrenamiento seguiría a pesar de todo. Tsunade le había indicado no solo el estado de salud de su alumna, sino que también le había informado cómo fue el ataque que sufrió todo su equipo.

—Shiro-sensei ¿Es necesario seguir con este clima? —Se quejó Suki acercándose a su sensei que descansaba apoyado contra uno de los árboles del lugar.

—Sí.

Era súper necesario, más aún cuando el conocía a la ninja que los había atacado. Sabía que si esa mujer no pudo completar su trabajo aquella vez, regresaría para terminarlo en cualquier momento.

—De acuerdo —Se lamentó la menor dejando la sombrilla colgando de una de las ramas— ¿Qué tiene pensado para hoy?

—Aumentaremos un poco el nivel —Decidió— ¿Cuánto duró el entrenamiento ayer?

—No lo sé —La azabache rascó su coronilla mientras trataba de recordar— ¿Ocho horas?

—Fueron seis —Corrigió—. Pero veo que das más, así que haremos doce horas hoy.

—¡¿Doce?! —Chilló aterrada la menor—. Creo que se le está yendo la mano ¿No? Va a matarme.

—Todo lo contrario, vas a morir si no entrenas lo suficiente —Comentó con tranquilidad—. Comencemos.

Ambos salieron de la protección que les brindaba el árbol y, posicionándose uno frente a otro a una distancia de varios metros, dieron inicio al entrenamiento de ese día.

Fueron horas en las que Suki, manteniendo el Sharingan activo, debió esquivar el ataque de varios tipos de insectos a la vez que recibía y devolvía ataques a su sensei. Ella sabía que él estaba conteniendo su verdadero potencial, Aburame Shiro era hábil en rastreo y una bestia en enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Incluso en los momentos que ella debía detenerse porque el pecho comenzaba a dolerle, Shiro tomaba la oportunidad para mandar una ola de insectos que la empujaban de un lado a otro.

No fue hasta el medio día que cayó al suelo boca arriba, de piernas y brazos estirados, y ya no pudo levantarse más. La lluvia había disminuido hasta convertirse en una tranquila llovizna que acariciaba su rostro con cuidado.

—¿Uh? —Las pequeñas gotas se habían detenido de repente y abrió con cansancio sus ojos encontrando un rostro conocido— ¿Vienes a salvarme de esta tortura?

¡Mίrαмe! ★Uchiha Shisui★ (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora